Heavy Metal, Trauma y Sanación: Cómo el Metal Extremo se Convierte en Herramienta de Prevención del Suicidio
En una reserva indígena de Montana, una revolucionaria clase en secundaria usa la música extrema para confrontar el dolor, romper el estigma sobre el suicidio y recuperar raíces culturales.
Golpeando la Oscuridad con Guitarras Distorsionadas
Un aula de secundaria se convierte en escenario de resistencia emocional, identidad cultural y educación innovadora. En la Escuela Secundaria Browning y la Academia Buffalo Hide, situadas en la Reserva Blackfeet en Montana, una clase poco convencional sumerge a los estudiantes en los borbotones brutalistas del death metal, grindcore y otros subgéneros pesados. Pero esto no es solo una exploración musical: es un enfoque radical de prevención del suicidio.
El curso, dirigido por el profesor Charlie Speicher, combina el análisis de bandas como Carcass y Napalm Death con discusiones abiertas sobre trauma, salud mental y depresión. Todo en un marco de expresión artística auténtica y sin censura.
Montana: Una Crisis Callada
Montana mantiene una de las tasas de suicidio más altas en todo Estados Unidos. Esta crisis toca con más profundidad a las comunidades nativas americanas. Según el CDC, las tasas de suicidio entre los jóvenes indígenas han superado constantemente a las de cualquier otro grupo étnico. Según un informe de 2022, las adolescentes de entre 15 y 19 años de origen indígena presentan tasas de suicidio más de cinco veces mayores que sus pares blancas.
Entre 2015 y 2022, mientras las tasas nacionales de suicidio se mantuvieron estables, las tasas entre indígenas aumentaron en casi un 20%. En comunidades cerradas como la de Blackfeet Nation, cada pérdida resuena con una intensidad colectiva demoledora.
Enfrentar el Dolor en Comunidad
Charlie Speicher, fundador también de la organización Firekeeper Alliance, cree que el arte puede ser una vía para canalizar el dolor profundo. “Hay un poder ahí”, afirma. Su clase está diseñada no para evitar la oscuridad, sino para confrontarla. Los estudiantes no solo escuchan canciones; las analizan, escriben sus propios temas y colaboran con músicos profesionales. Se sumergen en el sonido, pero también bucean en su propia historia emocional.
Robert Hall, el director de estudios nativos americanos en las escuelas públicas de Browning, conecta aún más esta propuesta educativa con la cultura tradicional Blackfeet. 'La palabra blackfoot para médico es āissōkinǎkii, que literalmente se traduce como “cantante de canciones pesadas”', explica. Así se entreteje la filosofía del curso con una cosmovisión ancestral: la idea de que la pesadez emocional puede canalizarse hacia la sanación.
Arte & Identidad: Rompiendo el Estigma
En la cultura Blackfeet, el duelo solía expresarse de formas muy visibles: cortarse el cabello, llevar ropa sucia o incluso amputarse un dedo. Estas prácticas servían como señales públicas de aflicción. Hall lo ejemplifica: “Si regresaba de una caza y veía a mi prima con el pelo cortado, sabía que algo malo había pasado”, dice. Ahora, muchas de esas expresiones visibles han desaparecido, reemplazadas por estigmas que empujan a las personas a ocultar su dolor.
Estos silencios son especialmente venenosos para los hombres jóvenes. Karrie Monroe, directora del nuevo centro de tratamiento juvenil Sukapi Lodge, habla sobre cómo la masculinidad tóxica influye: “Los hombres aquí crecen con la instrucción de no llorar, no decir nada. Eso los lleva a reprimir hasta que explotan o colapsan”.
Una Propuesta Educativa que Resuena
Para muchos estudiantes, la clase de música extrema es un santuario donde por fin pueden expresar su individualidad sin juicio.
- Dylan Williams, un estudiante, lo resume así: “Es, honestamente, mi clase favorita. Aquí podemos compartir lo que amamos en un ambiente abierto y respetuoso”.
- Urielle Pollock, de segundo año, solo tiene una queja: “Detesto que solo sea una clase por periodo”.
La clase culminará su trabajo en el festival Fire in the Mountains, un evento inédito que se celebrará del 25 al 27 de julio en la reserva, con participación de artistas internacionales y debate sobre temas como trauma histórico, sanación y duelo. Además, los jóvenes trabajarán con bandas, equipos de sonido, redes sociales, merchandisers y diseñarán camisetas que se usarán en el escenario. Será una experiencia envolvente con propósito social: todos los beneficios se destinarán a programas de prevención del suicidio.
El Metal como Portal Sanador
Este enfoque desafía la narrativa dominante que presenta la música pesada como dañina o marginal. En Browning, el metal extremo es sinónimo de resiliencia, creatividad y comunidad. Es una forma de reconectar cultura, identidad y salud emocional, construyendo un futuro más fuerte para jóvenes que buscan no solo sobrevivir, sino resonar con el eco ancestral de sus raíces.
Y como dice Speicher: “Si los estudiantes aprenden a amarse, a compartir su arte y a apoyarse entre sí, esta comunidad va a sanar”.