Dodgers vs Padres: Odio acumulado, pelotazos y una rivalidad al rojo vivo en la MLB

Tensión a flor de piel, estrellas golpeadas y managers expulsados: la intensidad se apodera de la rivalidad californiana

Los Ángeles y San Diego no solo comparten el sur de California, también comparten una de las rivalidades más intensas del béisbol actual. Lo que se vivió en los últimos siete partidos entre los Los Angeles Dodgers y los San Diego Padres no fue solo competencia deportiva, fue una guerra fría que terminó en temperatura de postemporada, con 10 pelotazos, varias expulsiones y mucho resentimiento acumulado.

Una serie con sabor a octubre

Durante 11 días y siete partidos, los Dodgers dominaron en el marcador ganando cinco encuentros, pero la tensión entre ambos equipos creció a nivel de ebullición. Lo que comenzó como una batalla de bateo, terminó en reclamos, miradas desafiantes y la posterior expulsión de ambos managers tras el tercer pelotazo cometido contra Fernando Tatis Jr.

El último partido fue ganado por San Diego 5-3, evitando una dolorosa barrida de cuatro juegos, pero lo que quedará en la memoria es el momento en que “El Niño” Tatis fue golpeado por tercera vez en la serie, provocando que los bancos se vaciaran detrás del plato sin que llegaran a lanzarse golpes… esta vez.

¿Casualidad o intencionalidad?

Los Padres no ocultaron su molestia ante los constantes pelotazos recibidos, en particular por Tatis, quien ha sido golpeado seis veces en su carrera por los Dodgers. En contraste, los Dodgers también recibieron su parte: Shohei Ohtani fue golpeado dos veces durante la serie, la última justo después del incidente con Tatis. Como si fuera un mensaje.

“Se pasaron”, lanzó el manager de los Padres, Mike Shildt. “Ya no importa si fue intencional o no, enough is enough”. Y es que en el béisbol, pocos códigos no escritos generan tanta polémica como el tema de los pelotazos por supuestas ‘revancha’ o ‘advertencias’.

El propio Dave Roberts, manager de los Dodgers, reconoció el malestar: “No me gustó que golpearan a Tatis. Es un gran jugador, un buen tipo. No era lo que queríamos. Pero también me molestó que Shildt saliera gritando.”

¿Qué dice el historial?

Lo que ocurrió en esta serie no es un hecho aislado. Desde 2020, Dodgers y Padres han construido una rivalidad que en muchos momentos ha sido más intensa que una típica Serie Divisional. Desde el épico juego de playoffs en 2020, hasta las batallas en Petco Park y Dodger Stadium, cualquier serie entre ellos capta atención nacional.

En la temporada 2023, los equipos se enfrentaron 13 veces, con ventaja para Los Ángeles con un récord de 9-4. Pero lo que no aparece en las estadísticas es la cantidad de momentos de alta tensión. En solo esa temporada se vaciaron las bancas dos veces, y hubo fuertes enfrentamientos verbales entre jugadores como Max Muncy y Jurickson Profar.

Una victoria para calmar los ánimos

El triunfo final de los Padres llegó con un toque de redención. Xander Bogaerts conectó su cuarto jonrón del año y sumó cuatro imparables, destacándose en una noche crítica. El joven abridor Ryan Bergert lanzó 4 2/3 entradas en blanco, mientras que Adrián Morejón entró con presión y salió del lío en la quinta entrada.

Con el marcador 2-0, Morejón enfrentó a Ohtani con corredores en las esquinas y dos outs. Resolvió con un sencillo regreso al montículo que convirtió en out, un momento que bien podría definir su temporada como relevista.

Juego peligroso: las lesiones están a la vuelta

Más allá de lo emocional, esta rivalidad ya empieza a cobrar facturas físicas. Los Padres esperan los resultados de Rayos X y una tomografía para determinar el alcance del golpe recibido por Tatis Jr., quien fue alcanzado en la mano derecha por un debutante de Los Ángeles, Jack Little.

Del otro lado, Ohtani fue golpeado en la parte trasera del hombro derecho, su brazo de lanzar. Aunque minimizó la situación, el jugador japonés fue lo suficientemente maduro como para evitar una escalada: rechazó los gritos de sus compañeros para ingresar al terreno y simplemente tomó la base. “Creo que sabía que fue intencional,” declaró Roberts. “Y no quería más drama, respeto eso.”

¿Qué sigue en esta rivalidad?

Con este capítulo cerrado por ahora, el siguiente episodio está programado para el 15 de agosto en Los Ángeles y 22 de agosto en San Diego. Dos nuevas series seguidas que, a juzgar por los ánimos, prometen más momentos intensos.

“Va a ser una batalla muy divertida”, predijo Manny Machado. “Esta división está increíble. Ellos tienen un gran equipo, pero nosotros también. No hay que olvidarse de Arizona. Es una pelea entre cuatro gigantes.”

Y es que todos lo sienten: no solo juegan contra rivales, también pelean por consolidar su identidad. Los Dodgers son la potencia establecida, pero los Padres han invertido millones en estrellas como Juan Soto (ya traspasado), Bogaerts, Tatis y Machado para pelear de tú a tú.

La División Oeste: una bomba lista para estallar

La División Oeste de la Liga Nacional se está convirtiendo silenciosamente en una de las más feroces. Con un récord de 7-3 en los últimos diez partidos antes del cierre de la serie, los Dodgers siguen liderando, pero Padres, Diamondbacks y Giants están muy cerca y mejorando.

  • Dodgers: Líderes de División, pero con grietas en el pitcheo medio. Ohtani está produciendo, pero la rotación ha sido inconsistente.
  • Padres: Un equipo con estrellas capaz de cualquier cosa. ¿Podrán mantenerse sanos?
  • Giants: Con la llegada de Rafael Devers revitalizaron el ataque. El pitcheo joven es una incógnita.
  • Diamondbacks: Finalistas de la Nacional en 2023, siguen con juventud explosiva. Corbin Carroll es el alma.

¿Cambia MLB con estas rivalidades?

Las rivalidades regionales siempre existieron (Yankees vs Red Sox, Mets vs Phillies, Cubs vs Cardinals), pero Dodgers vs Padres es una nueva generación de choque entre franquicias. Con redes sociales, contratos multimillonarios, personalidades fuertes y medios intentando captar cada chispa, el béisbol se vuelve cada vez más emocional.

Y eso termina por alimentar el espectáculo. Un pelotazo ya no es solo una bola descontrolada; es contenido viral, es narrativa. Si a eso le sumas el componente nacionalista (Ohtani en Dodgers, Tatis y Machado al frente de los latinos en Padres), la historia escribe sola.

A esperar agosto...

De momento, ambos equipos seguirán caminos separados por dos meses, pero nadie olvida lo ocurrido. Cada hit, cada pelotazo, cada mirada quedará almacenada en el inconsciente colectivo de estos equipos y sus fans.

“Aún queda mucho por decir”, concluyó Machado. Y sabemos que así será.

Por ahora, que corra el tiempo… y el béisbol nos regalará el siguiente capítulo de esta rivalidad veraniega.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press