Sergio Ramos: El eterno capitán brilla con Monterrey en el Mundial de Clubes
A los 39 años, Sergio Ramos revive su leyenda en la Liga MX, liderando a Rayados con gol, carácter y experiencia en el escenario global
Sergio Ramos no ha dicho su última palabra. A sus 39 años, mientras muchos de su generación descansan en la comodidad del retiro o disfrutan contratos lucrativos en ligas de menor exigencia, el legendario defensor español ha elegido un camino menos convencional: reinventarse en la Liga MX con el Club de Fútbol Monterrey, también conocido como Rayados. Su reciente actuación en el Mundial de Clubes no solo confirma que su clase sigue intacta, sino que también demuestra su enorme impacto en el equipo mexicano.
Un cabezazo que viaja en el tiempo
En el Rose Bowl de Pasadena, California, escenario mítico donde se respira fútbol y gloria, Ramos volvió a ser protagonista. El defensa central marcó el primer gol del partido con un espectacular cabezazo que recordó sus mejores noches en el Real Madrid. Fue una jugada de inteligencia, fuerza y temple: se desmarcó entre dos defensores del Inter de Milán—nada menos que los recientes finalistas de la Champions League—y clavó el balón en las redes con una precisión quirúrgica.
“Siempre es una alegría contribuir con goles, pero si además sacamos puntos, mucho mejor”, declaró Ramos tras el empate 1-1. Y razón no le falta: Monterrey logró un resultado que fortalece sus aspiraciones de llegar a la fase de eliminación directa del torneo.
El fichaje sorpresa del año
La llegada de Ramos a Rayados fue un movimiento que sorprendió al mundo futbolístico. Después de su paso por el PSG y tras una pausa de nueve meses, las expectativas eran cautas. Se le ofrecieron destinos más exóticos y cómodos, como la Saudi Pro League o la MLS, pero Ramos eligió la competitiva y apasionada Liga MX. ¿La razón clave? Monterrey ya estaba clasificado al Mundial de Clubes, y la ambición de brillar en ese escaparate global pudo más que los ceros en los cheques.
“Quería sentirme importante, jugar partidos relevantes y disfrutar del fútbol con pasión”, reveló Ramos al llegar al club regiomontano. Su implicación ha sido tal que en pocos meses ha asumido la capitanía del equipo y se ha convertido en ídolo de la afición.
Liderazgo y legado en la zaga
El impacto de Ramos va más allá de los goles. Su liderazgo natural ha sido fundamental en la transición de Monterrey hacia un equipo más sólido y ambicioso. El nuevo técnico Domènec Torrent, exasistente de Pep Guardiola en el FC Barcelona y el Manchester City, lo dejó claro:
“Ramos aporta información, carácter y exigencia. Tener un líder así en el campo todos los días me facilita mucho el trabajo”.
Junto a Ramos, otro exmadridista brilla con los Rayados. Sergio Canales, el creativo español que también firmó recientemente con el club, es su socio perfecto en esta aventura. En el partido contra el Inter, el mediocampista rozó el gol con un disparo de larga distancia que se estrelló en el poste. Entre los dos, conforman los cimientos sobre los que Torrent construye su proyecto.
La experiencia europea, al servicio de Monterrey
Con una carrera que incluye cinco Ligas de Campeones, dos Eurocopas, y una Copa del Mundo, Ramos es una enciclopedia en activo del fútbol moderno. Sus 180 veces internacional con España y sus 671 partidos oficiales con el Real Madrid atestiguan una longevidad y consistencia al alcance de muy pocos.
Ahora, en México, está compartiendo su experiencia con una plantilla ambiciosa que busca trascender no solo en la liga local, sino a nivel internacional. Puede que Monterrey no tenga el pedigrí europeo, pero sí cuenta con infraestructura, inversión y una afición apasionada. De hecho, Rayados ganó la Liga de Campeones de CONCACAF en 2021, hecho que les dio el pase anticipado a este Mundial de Clubes expandido por la FIFA.
No es solo marketing: es fútbol
La llegada de Sergio Ramos puede verse desde una óptica mediática: atraer reflectores, llenar estadios y crear contenido viral. Pero lo cierto es que su aporte dentro del campo ha tenido efectos tangibles. Desde su debut, la defensa de Monterrey ha mostrado una solidez renovada. En el torneo local y en estas primeras presentaciones internacionales, la presencia de Ramos ha sido crucial.
La FIFA lo sabe. El organismo busca convertir el Mundial de Clubes en un torneo de prestigio similar al de la Champions League. Prueba de ello fue la inclusión de equipos como el Inter Miami de Messi y la intención (fallida) de poner a Cristiano Ronaldo en algún club participante. El fichaje de Ramos por un equipo ya clasificado parece una decisión estratégica tanto del jugador como de la organización.
Rayados vs Europa: ¿hasta dónde puede llegar Monterrey?
El empate frente al Inter de Milán es un aviso. Rayados no vino a este torneo a pasear. Con un calendario exigente y rivales de la talla de Manchester City, Bayern Múnich y Flamengo al acecho, los de Nuevo León necesitan cada punto para soñar con las rondas finales.
Con Ramos liderando desde la defensa y Canales alimentando a los delanteros desde el mediocampo, el futuro inmediato de Monterrey se ve brillante. Jugadores como Germán Berterame y Jesús Gallardo también han elevado su nivel, alimentados por el espíritu competitivo del exmadridista.
Pasado, presente y... ¿futuro?
¿Será este el último gran torneo de Sergio Ramos? Él no lo ve así. Con un estado físico imponente y una mente enfocada, el sevillano demuestra que aún tiene gasolina en el tanque. Curiosamente, su historia en el fútbol mexicano puede ser la última gran página de una carrera inolvidable.
“Si el cuerpo me deja, seguiré compitiendo a este nivel”, ha dicho. Su objetivo, más que contratos millonarios, parece ser terminar su carrera jugando algo que pocas leyendas logran mantener: fútbol de alto nivel con pasión real.
La historia de Sergio Ramos con Monterrey no es solo una anécdota más. Es testimonio del carácter indomable de un jugador que decidió no ser una sombra de su pasado y, en cambio, escribir un capítulo nuevo, desafiante y auténtico.
Monterrey y Ramos han demostrado al mundo que el fútbol no tiene edad cuando hay compromiso, liderazgo y mucha, pero mucha clase.