Empate bajo la lluvia: Fluminense y Dortmund se neutralizan en la Copa Mundial de Clubes
El duelo en MetLife Stadium dejó emociones, un ambiente brasileño y el debut de Jobe Bellingham, en un partido que evidenció la intensidad del fútbol intercontinental
Por fin arrancó el Grupo F de la Copa Mundial de Clubes y lo hizo con un enfrentamiento que prometía espectáculo: Fluminense contra Borussia Dortmund, dos instituciones que representan tradición, estilo y pasión en el fútbol sudamericano y europeo respectivamente. Pero en lo que terminó fue en un empate 0-0, jugado bajo la lluvia en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, ante más de 34,000 fanáticos que coreaban, mayoritariamente con acento carioca. Aunque el marcador fue cerrado, las emociones no faltaron, y el contexto del partido dejó varios titulares interesantes.
Duelos promisorios… sin goles
El partido tuvo momentos vibrantes aunque el gol se negó a aparecer. Fluminense dominó las oportunidades de ataque con 14 disparos frente a los 7 del Dortmund, mientras que los alemanes mantuvieron una leve superioridad en la posesión con 54.5%. El encuentro fue testigo de un vibrante despliegue físico por parte de los brasileños, con el uruguayo Agustín Canobbio como principal generador de peligro. Su mejor oportunidad vino al minuto 58, cuando probó con un zurdazo desde el centro del área. El arquero suizo Gregor Kobel respondió con fortaleza para mantener el cero en su portería.
A pesar del dominio ofensivo del conjunto de Río, fue el alemán Niklas Süle quien casi rompe el empate en el tiempo adicional, cuando disparó desde fuera del área con potencia hacia la abajo derecha. Pero el veterano arquero carioca Fábio —de 43 años—, desvió el balón de forma espectacular, asegurando un valioso punto para los brasileños.
Una afición brasileña en territorio americano
De los 34,763 asistentes al estadio MetLife, una gran parte estaba claramente del lado de Fluminense. Banderas, canciones y hasta bombos acompañaron a la torcida tricolor que convirtió el recinto en un pequeño Maracaná. Era evidente que, aunque el torneo se jugara en Estados Unidos, los cariocas se sentían en casa.
No es la primera vez que el fútbol brasileño enamora multitudes lejos de su tierra. Durante la última década, clubes como Flamengo, Palmeiras y el mismo Fluminense han sido conocidos por movilizar masas donde juegan, incluso fuera del continente. Este fenómeno sigue reflejando el peso cultural del fútbol sudamericano a escala global.
Jobe Bellingham: el hermano menor toma el escenario
Una de las notas curiosas fue el esperado debut de Jobe Bellingham, hermano de Jude Bellingham, estrella del Real Madrid. Jobe entró a los 59 minutos por Pascal Gross y pese a que apenas tuvo intervenciones destacadas, su presencia generó expectativa.
Este joven de 18 años fue recientemente fichado por el Dortmund desde el Sunderland, buscando seguir los pasos de su hermano mayor, quien también formó parte del club alemán antes de conquistar Europa. La apuesta por Jobe representa el compromiso del Dortmund con el desarrollo juvenil, estrategia que ha sido sello del club en las últimas décadas y que ha rendido frutos con jugadores como Erling Haaland, Jadon Sancho y el ya mencionado Jude.
¿Un empate trascendente?
Si bien el duelo terminó sin goles, el resultado tiene importancia en el esquema del Grupo F. Tanto Dortmund como Fluminense suman un punto y comparten la cima, a la espera de sus próximos partidos.
- Dortmund jugará contra Mamelodi Sundowns en Cincinnati el sábado.
- Fluminense se enfrentará a Ulsan Hyundai nuevamente en MetLife Stadium.
La igualdad deja abierto el grupo, pero evidencia una cosa: ambos equipos tienen margen de mejora, especialmente en definición y coordinación ofensiva.
Fluminense con hambre de gloria internacional
El equipo brasileño viene de ganar la Copa Libertadores 2023 en una recordada final contra Boca Juniors. El club carioca, bajo las órdenes de Fernando Diniz, juega un fútbol de posesión alta, combinaciones vistosas y mucha intensidad en tres cuartos de cancha. No obstante, este martes la lluvia y la férrea defensa alemana mermaron su desequilibrio.
El veterano Germán Cano fue bien marcado, mientras Ganso y compañía intentaban filtrar pases sin éxito. A pesar de ello, Fluminense se mostró más incisivo que su rival y dejó claro que será un contendiente complicado.
Dortmund: solidez pero sin chispa
El subcampeón de la UEFA Champions League de la temporada pasada llegó a este torneo con aspiraciones concretas: darle su primer título de Mundial de Clubes a Alemania desde el Bayern Múnich en 2020. Sin embargo, lo mostrado frente a Fluminense fue una versión contenida y poco creativa de los alemanes.
Reus jugó con moderación, mientras Can y Adeyemi no lograron imponer su ritmo. Quizás se notó el reciente desembarco de algunos fichajes y la falta de rodaje tras la pausa liguera. Aun así, la defensa, liderada por Hummels y Süle, dejó buenas sensaciones ante el asedio brasileño.
Un MetLife Stadium histórico
El estadio ubicado en Nueva Jersey ya fue sede de partidos memorables, incluyendo finales de Copa Oro y amistosos internacionales de alto calibre. Este encuentro forma parte de la expansión que la FIFA busca traer al Mundial de Clubes, elevando el torneo a una versión más globalizada que intenta competir con el Super Bowl o eventos de la NBA en visibilidad.
Que el MetLife haya sido escogido como sede reafirma la intención de conquistar el vasto mercado estadounidense, donde el entusiasmo por el "soccer" no para de crecer. Para 2026, cuando Estados Unidos, México y Canadá sean anfitriones del Mundial, encuentros como este funcionarán como excelente termómetro.
El nuevo formato del Mundial de Clubes
Recordemos que el torneo se encuentra en plena transformación. A partir de 2025, el Mundial de Clubes tendrá una edición cada cuatro años con presencia de 32 equipos, similar al Mundial FIFA de selecciones. La edición de este año aún mantiene la estructura gradual previa a esa expansión.
Este escenario hace que cada partido cuente, y que las evaluaciones sobre los mejores clubes del planeta se hagan con miradas cada vez más exigentes. Equipos como Fluminense y Dortmund deberán demostrar que están a la altura no sólo de sus ligas, sino del club global del fútbol.
Lo que viene
Tanto Fluminense como Dortmund deberán ajustar piezas para buscar una victoria en sus siguientes compromisos. Decreto de soluciones ofensivas, solidez táctica y concentración serán esenciales si quieren llegar lejos en un torneo que, más allá del nombre, cada día adquiere más relevancia.
Con la lluvia como telón de fondo, el talento emergente brillando tenuemente y dos gigantes batallando hasta el último minuto, este empate puede parecer gris en el marcador, pero guarda muchas historias detrás. Bienvenidos al nuevo fútbol post-globalización, donde MetLife puede ser más carioca que alemán por una noche, y donde los Bellingham emergen como futuras estrellas bajo reflectores inesperados. El Mundial de Clubes ha comenzado. Y esto apenas empieza…