Nest: El arte de empoderar a mujeres y preservar culturas alrededor del mundo

Cómo una organización sin fines de lucro está transformando el trabajo artesanal en una fuerza económica global para miles de mujeres

Una idea nacida en una universidad cambió el destino de miles

En 2005, una estudiante de trabajo social de la Universidad de Washington, Rebecca van Bergen, ganó un concurso de innovación con un premio de $24,000. Esa suma inicial fue el punto de partida de un movimiento destinado a cambiar la vida de decenas de miles de mujeres artesanas de todo el mundo. Así nació Nest Inc., una organización sin fines de lucro que ayuda a las mujeres a convertir su talento artesanal en negocios sostenibles y generadores de ingresos.

Nest: de una semilla a una red global

Pasadas casi dos décadas, Nest ha crecido hasta apoyar a creadores en 125 países y 47 estados de EE.UU., con una red de aproximadamente 3,000 negocios artesanales. Con programas de mentoría, capacitación en habilidades empresariales y acceso a mercados, Nest ha empoderado más de 345,000 emprendedoras, la mayoría mujeres, transformándolas de trabajadoras informales a empresarias con visión a largo plazo.

“Sigue siendo algo profundamente arraigado en la sociedad: la tía que teje, la abuela que borda. Pero más allá de la nostalgia, es algo que genera ingresos y que preserva culturas.” — Rebecca van Bergen

Una red de apoyo en expansión

El primer gran avance de Nest llegó en 2010 cuando se asoció con FEED Projects, la empresa social cofundada por la diseñadora de moda Lauren Bush. Esto abrió las puertas a colaboraciones con gigantes como Amazon, Etsy, West Elm, GAP, Ralph Lauren, Target y más. Hoy en día, 25 empresas participan activamente en la compra y venta de productos hechos por las artesanas de Nest.

Desde su creación, Nest ha recaudado más de $10 millones en subvenciones (datos de Cause IQ) y cuenta con $6 millones en activos netos y $7.2 millones en ingresos anuales (2025), casi el doble que en 2019. La organización no toma una parte de las ventas de los artesanos, sustentándose en donaciones, eventos de recaudación y servicios programáticos.

Uplift Makers: una ventana global para comunidades olvidadas

Una de las iniciativas que más impacto ha tenido es Uplift Makers, un programa conjunto entre Nest y Etsy iniciado en 2021. Está destinado a seis comunidades de oficios tradicionales: desde tejedoras de canastas Gullah en Carolina del Sur y quilts en la región de Gee’s Bend en Alabama, hasta artesanos indígenas de Norteamérica y creadores de Oaxaca, México.

Etsy contribuyó con una subvención de $50,000 para las tejedoras de Gee’s Bend, y desde entonces, más de 140 artesanos estadounidenses han logrado generar ventas por más de $1 millón a través de la plataforma.

Cifras que narran un impacto real

  • Desde 2017, Nest ha recibido más de $10 millones en financiamiento.
  • Impactó a más de 345,000 emprendedoras globalmente.
  • Opera en 125 países y 47 estados de EE.UU.
  • El mercado global de artesanías está valorado en $906.8 mil millones (Research and Markets).
  • La iniciativa Makers Future Fund otorga subvenciones de $5,000 a emprendedoras con orientación profesional.

Historias de transformación local

Stef Ratliff, artista del este de Kentucky, es ejemplo claro del impacto de Nest. Pintó trofeos para los Americana Music Awards durante años, pero no fue sino hasta su formación en Nest que su emprendimiento KYARTRAT despegó verdaderamente.

“Aprendí que puedo crear la obra más impresionante, pero si no la presento correctamente, nadie la verá.” — Stef Ratliff

Gracias al acceso que brindan a plataformas como Etsy, su comunidad de 100 artesanos de los Apalaches está llegando a nuevos clientes. Y con el apoyo económico del Mastercard Impact Fund por $300,000, el crecimiento continúa.

Tejiendo culturas, generando ingresos

La inspiración de van Bergen proviene de su propia familia: ver a su abuela y bisabuela coser y acolchar sembró las raíces de una misión centrada en oficios tradicionales como el tejido de canastas, la cerámica y la fabricación de velas. Quien compra arte artesanal, compra también una historia, una tradición y una identidad cultural.

Mirando hacia dentro: el crecimiento en EE.UU.

Si bien Nest nació con una visión internacional, su crecimiento reciente se ha enfocado también en plataformas federales de EE.UU., llegando a artistas en todos los estados menos tres. Cynthia Main, trabajadora de la madera en Berea, Kentucky —una ciudad conocida como capital del arte folclórico del estado— recibió una subvención para asistir a su primera feria comercial wholesale en Nueva York.

Gracias a ello, Main duplicó sus ingresos anuales, pasando de $120,000 a más de $240,000.

“En zonas rurales no hay muchas personas que comprendan las particularidades de un negocio artesanal. Nest me ayudó donde realmente lo necesitaba.” — Cynthia Main

Financiamiento sí, pero sin microcréditos

A diferencia de muchas ONGs que impulsaron el microcrédito en los años 2000, Nest deliberadamente optó por no usar ese modelo, priorizando un enfoque sin deuda para sus participantes. En lugar de ello, trabajan con organizaciones como Indego Africa, que ayuda a más de 700 artesanas en Ghana y Ruanda. Artesanas ghanesas ahora venden bolsos tejidos a mano a $500 dólares a través de marcas como Tory Burch.

Una visión que se mantiene firme ante los cambios globales

Durante la pandemia, Nest centró sus esfuerzos en la capacitación financiera y el desarrollo de negocios. En la actualidad, observan con atención las políticas comerciales globales, como los aranceles, que pueden afectar tanto a artesanos como a los minoristas que venden sus productos.

El modelo de Nest es claro: preservar el alma de las culturas a través del trabajo artesanal, darle valor económico sin perder su esencia, y ofrecer sostenibilidad sin sobreendeudamiento.

El futuro hecho a mano

A medida que la economía global se dirige hacia una apreciación más profunda de lo auténtico y humano, organizaciones como Nest se convierten en pilares fundamentales de esa transición. Con un modelo ético, escalable y profundamente humano, Nest demuestra que los oficios tradicionales no son reliquias del pasado, sino herramientas poderosas de transformación económica y cultural.

Como afirmó van Bergen: “Mientras el mundo se digitaliza, las manos humanas aún cuentan historias que ninguna máquina puede replicar”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press