La narrativa falsa de asesinatos de granjeros blancos en Sudáfrica: desmontando el mito del 'genocidio'

Desde el monumento de Witkruis hasta la propaganda internacional: la politización peligrosa de la violencia rural en Sudáfrica

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¿Qué es el Monumento de Witkruis?

Ubicado en una colina árida cerca de Mokopane, en el norte rural de Sudáfrica, el Monumento de Witkruis ("Cruz Blanca" en afrikáans) impresiona a la vista. Compuesto por casi 3,000 cruces blancas, este monumento rinde homenaje a personas blancas asesinadas en granjas desde 1994. Sin embargo, esta obra conmemorativa ha sido el epicentro simbólico de una intensa polémica nacional e internacional sobre la violencia rural y su interpretación racial.

Un memorial parcial para una tragedia compleja

El monumento, gestionado en los últimos años por el agricultor Afrikáner Kobus de Lange y su familia, es presentado por grupos conservadores como evidencia de un presunto "genocidio blanco" en Sudáfrica. No obstante, incluso el propio De Lange ha admitido que no refleja toda la realidad de la violencia en el mundo agrícola.

“También hay agricultores negros que son atacados”, comentó De Lange, quien expresó frustración por la aparente falta de seguridad ofrecida por el gobierno. A pesar de su apertura a conmemorar a víctimas negras, hasta ahora no hay representación de ellas en el monumento.

La violencia en el campo sudafricano: datos vs. narrativa

Las cifras oficiales y los estudios académicos contradicen la narrativa de un ataque sistemático a granjeros blancos. Según un informe del AfriForum, una organización de lobby afrikáner, entre abril de 2023 y marzo de 2024 hubo:

  • 49 asesinatos en granjas (0.2% del total de homicidios del país ese año)
  • 296 robos en granjas (0.7% de los robos registrados)

Estas estadísticas —en sí alarmantes por la violencia que representan— se sitúan en el contexto de un país con índices de criminalidad extremadamente altos. Sudáfrica sufre más de 27,000 homicidios por año, con la inmensa mayoría de las víctimas siendo de raza negra.

¿Quién posee la tierra en Sudáfrica?

Parte de la controversia nace de la desigual distribución de la tierra, un legado directo del apartheid. Según datos de 2017 del Censo Agrícola:

  • 72% de las fincas privadas están en manos de blancos
  • 4% están en manos de personas negras
  • El resto pertenece a personas mestizas o de ascendencia india

Por lo tanto, las víctimas blancas están sobrerrepresentadas en los ataques por una simple razón estadística: son quienes mayoritariamente poseen las propiedades rurales donde ocurren los actos criminales.

La manipulación política: de Pretoria a Washington

Donald Trump y Elon Musk han amplificado este falso relato de "genocidio blanco" hacia sus audiencias, influenciados por grupos ultraconservadores tanto locales como estadounidenses. En febrero de 2025, Trump incluso firmó una orden ejecutiva para retirar toda ayuda estadounidense a Sudáfrica, acusando sin pruebas al gobierno de fomentar la violencia contra blancos.

Esto ha sido desmentido por las autoridades sudafricanas y figuras como MmaNtuli Buthelezi, una trabajadora agrícola negra en Normandien, KwaZulu-Natal. “Lo que dice Trump sobre que atacan a los blancos simplemente no es verdad”, afirmó.

El peligro de una narrativa incompleta

Gareth Newman, experto del Instituto de Estudios de Seguridad de Pretoria, lleva más de 15 años estudiando la violencia en zonas rurales. Según sus investigaciones:

“Las motivaciones principales de los ataques en granjas son simples: robo, venganza o conflictos laborales. No hay ninguna evidencia de una conspiración racial sistemática.”

En 2003 y 2015, dos estudios oficiales del gobierno concluyeron lo mismo. Aun así, organizaciones como AfriForum y ciertos movimientos afrikáners insisten en una teoría de persecución étnica.

El papel simbólico del Witkruis

Además de sus cruces blancas, el monumento porta simbología asociada a movimientos afrikáners conservadores. Algunas de estas banderas y emblemas están vinculadas al apartheid, lo que ha molestado a muchos ciudadanos sudafricanos por su potencial revictimización y uso político.

Algunos críticos comparan el Witkruis con monumentos de guerra selectiva: honra solo a un grupo dentro de una tragedia compartida. Y al hacerlo, corre el riesgo de convertirse en una herramienta de desinformación y segregación en vez de reconciliación.

¿Hay un camino hacia la reconciliación?

El propio De Lange ha abierto la puerta a incluir cruces negras si las familias lo solicitan, pero el gesto aún no se ha concretado. Observadores admiten que la violencia rural en Sudáfrica requiere un análisis integral, y no una relectura ideológica parcial.

La lucha por la tierra, la seguridad agraria y la justicia económica siguen siendo capítulos abiertos en la post-apartheid. Para avanzar, Sudáfrica necesita un relato más representativo y menos polarizado. Un monumento que incorpore a todas las víctimas, independientemente de su color de piel, sería un primer paso simbólicamente potente.

Crimen real, consecuencias reales

Entre enero y marzo de 2025, la policía hizo pública —por primera vez— una desglose racial oficial de los asesinatos en fincas. De los seis asesinatos, cinco fueron víctimas negras y uno blanco. Aun así, en ciertos círculos, la percepción sigue anclada al mito del genocidio blanco.

La estrategia de desinformación, reforzada globalmente por influencers y políticos, impacta muchas capas: desde la cooperación internacional hasta el tejido social interno. Exagerar o distorsionar estos crímenes con fines propagandísticos daña tanto a las víctimas como al proceso democrático.

Lo que Sudáfrica puede enseñarle al mundo

La historia del Witkruis y la narrativa del "genocidio blanco" son una advertencia sobre la facilidad con la que mentiras útiles pueden desplazar verdades incómodas. Necesitamos abordar simultáneamente la violencia rural, la desigualdad de la propiedad de la tierra y los legados del apartheid, pero sin romanticizar ninguna parte de la historia.

Decía Desmond Tutu: “No hay justicia sin verdad.” Si Sudáfrica desea un camino seguro hacia la reconciliación, necesita escuchar todas las voces agrícolas: las que portan cruces blancas, negras y multicolores.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press