Aaron Judge y los Yankees: ¿un bajón preocupante o solo una mala serie?

La barrida de los Red Sox expone fisuras en la ofensiva de Nueva York y revive interrogantes sobre el estado anímico de su estrella

La serie que sacudió el orgullo de los Yankees

Este fin de semana en Fenway Park, el eterno escenario de rivalidades épicas, los New York Yankees no solo perdieron tres juegos consecutivos ante los Boston Red Sox: fueron barridos por completo con una contundencia que dejó secuelas. Solo anotaron cuatro carreras en toda la serie, igualando sus peores cifras en Boston desde 1916 y 1922. El símbolo de esta caída fue, sin duda alguna, Aaron Judge.

El eslabón que se rompió: Judge y sus fantasmas

Cuando una superestrella como Judge tiene una serie en la que va de 12-1 con nueve ponches, alarmas se encienden. No solo fue su pésima racha ofensiva, sino también su lenguaje corporal. “Hay que hacerle swing a los strikes”, declaró Judge, asumiendo culpa por perseguir lanzamientos fuera de la zona. Fue la tercera vez en su carrera en que se poncha tres veces o más durante tres partidos consecutivos.

Aunque conectó un cuadrangular para empatar el primer juego el viernes, nunca volvió a ser factor. En el juego del domingo, con dos compañeros en base en la octava entrada, cedió con un doble play. La frialdad no suele estar en su ADN, pero esta vez la presión pesó demasiado.

Los Boston Red Sox: receta táctica para frenar a un fenómeno

Detrás del rendimiento gris de Judge está el mérito de los Red Sox, quienes implementaron una estrategia claramente efectiva. Alex Cora, el mánager de Boston, ofreció una lectura táctica destacada: “Usamos rectas en los lugares correctos y logramos swings fallidos”. Boston no le tuvo miedo a atacar con velocidad y presión psicológica.

Según Statcast, más del 65% de los lanzamientos hacia Judge fueron rectas colocadas en la parte alta de la zona o marginalmente fuera, forzándolo a decidir en milisegundos.

Los números no mienten

  • Judge lideraba la MLB con un promedio de .378 justo antes de iniciar la serie.
  • Disminuyó a .361 tras el último juego, perdiendo terreno en la tabla de líderes de bateo.
  • Los Yankees, que aspiraban a proteger el primer lugar del Este de la Americana, quedaron ahora empatados en victorias con los Orioles.

Si bien su compañero Ben Rice se mostró comprensivo, asegurando que “ese tipo sigue siendo el mejor pelotero del planeta”, lo cierto es que este bajón deja preguntas abiertas.

¿Y los Yankees como equipo?

Más allá de los altibajos individuales, el conjunto de Nueva York luce desconectado ofensivamente. En toda la serie solo acumularon:

  • 23 imparables en tres juegos (7.7 por juego)
  • 39 ponches en conjunto
  • Apenas 1 jonrón (el de Judge)

Su ofensiva estuvo a merced del pitcheo de Boston, que no necesariamente está entre las mejores rotaciones de la MLB. Desde ya, esto genera dudas sobre la profundidad del lineup, donde ni Judge, ni Soto, ni Verdugo lograron marcar la diferencia en momentos claves.

Los problemas emocionales del bateador estrella

Judge está acostumbrado a ser héroe, pero también a cargar con la responsabilidad del equipo. En sus declaraciones, su tono fue introspectivo y hasta autocrítico, algo que puede funcionar como catalizador o como lastre emocional. “Solo trataba de hacer que algo pasara”, dijo tras admitir que se precipitó en múltiples turnos.

Su papel como capitán y rostro de la franquicia le exige equilibrio mental, y estas declaraciones revelan grietas en su estado emocional.

Boston saborea su momento

Mientras tanto, los Red Sox celebraron su barrida como una inyección anímica. Cora lo dijo sin rodeos: “Siempre es divertido competir contra los mejores, y para mí, Judge es el mejor en este negocio”. Boston se encuentra aún en una fase de reconstrucción, pero series como esta podrían marcar un punto de inflexión.

Con jóvenes como Jarren Durán encendidos, y una defensa organizada, Boston ejecutó cada fase del juego con disciplina. Su bullpen fue letal, completando ocho innings sin permitir carreras en los dos últimos partidos.

Calendario complicado para Yankees

Los siguientes 15 días no serán fáciles para el club neoyorquino. Sus próximos oponentes incluyen a los Seattle Mariners (primeros del Oeste), y luego una serie contra Atlanta Braves, justo cuando estos están comenzando a consolidarse defensivamente.

La gran duda es: ¿puede New York reponerse rápidamente o estamos ante el inicio de un declive sostenido?

Una lectura histórica: ¿alarmismo o normalidad?

A lo largo de la historia de la MLB, incluso los peloteros más legendarios han tenido malos tramos. Babe Ruth tuvo un slump de 1 en 25 en 1922. Derek Jeter pasó rachas de 0 en 32. Lo que importa es cómo se responde.

Si bien el promedio de Judge sigue siendo élite, la ausencia de productividad en momentos clave es lo que preocupa. El béisbol es un deporte de fracasos intermitentes, donde una racha fría puede significar estar fuera de los playoffs en septiembre.

No todo es oscuridad

Un dato alentador para los Bombarderos del Bronx: Judge mantiene un OBP (.on-base percentage) de .467, prueba de que sus habilidades de embasamiento siguen intactas. Además, sus splits de rendimiento después de barridas pasadas han sido agresivamente positivos:

  • Post barrida vs. Rays en 2022: .412 AVG, 4 HR en 7 juegos.
  • Post barrida vs. Astros en 2023: .387 AVG, 3 HR en 6 juegos.

¿Se repetirá la historia? Dependerá de si Judge puede recuperar su paciencia en la caja de bateo y si el staff técnico logra ajustar el enfoque colectivo.

Un recordatorio: esto es béisbol

Como dijo Whitey Ford: “En béisbol, una mala semana parece una temporada entera”. Y quizás, este sea simplemente uno de esos capítulos que todo equipo tiene en las 162 historias que componen una campaña. Pero para un equipo como Yankees, tan seguido por la prensa y sus exigentes fanáticos, cada juego no es solo una batalla, sino un juicio.

Por ahora, la presión está sobre Judge para resucitar con fuego. Y si alguien es capaz de convertir ponches en inspiración, es él. La próxima serie dirá si este ha sido un simple respiro antes de un rugido más fuerte… o el anuncio de complicaciones más serias.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press