Aaron Judge y el poder del béisbol más allá del diamante

Un encuentro entre rivales, hijos y humanidad en el corazón del deporte rey de EE. UU.

BOSTON — En un mundo deportivo marcado por la competencia feroz y la idolatría de las estadísticas, a veces es fácil olvidar que los protagonistas más grandes del béisbol también son personas, padres, hijos y modelos a seguir. Eso quedó claro este fin de semana en Fenway Park, cuando el astro de los Yankees de Nueva York, Aaron Judge, protagonizó una escena conmovedora que fue mucho más allá de jonrones o ponches. Frente a su eterno rival, el mánager de los Medias Rojas de Boston, Alex Cora, Judge demostró que el béisbol puede trascender cualquier frontera, incluso la de los colores de los uniformes.

Una rivalidad clásica llena de humanidad

La rivalidad entre los Yankees y los Medias Rojas es una de las más icónicas del deporte profesional. Desde la infame transferencia de Babe Ruth en 1919, pasando por los enfrentamientos legendarios entre Pedro Martínez y Derek Jeter, hasta las tensiones actuales por liderar la División Este de la Liga Americana, esta contienda es pura historia.

Pero antes del partido del sábado, el enfoque cambió completamente. Cora, mánager de Boston y padre de los gemelos Xander e Isander, organizó un encuentro especial para que sus hijos conocieran a Aaron Judge, el gigante de 2,01 metros que representa la cara de los Yankees y, para muchos, del béisbol mismo.

Fueron como ‘No, no. Él es un rival’”, contó Cora entre risas, recordando la reacción inicial de sus pequeños de 7 años. Sin embargo, como cualquier buen padre y amante del béisbol, Cora insistió, mencionando que hay jugadores como Alex Verdugo que han vestido ambos uniformes, demostrando que no todo es blanco o negro cuando se trata del diamante.

Un ídolo con los pies en la tierra

Judge, en su primer Día del Padre como papá, accedió de inmediato. Su esposa, Samantha, dio a luz a su hija, Nora Rose, el pasado 27 de enero, y el papel de padre claramente ha influido en su sensibilidad fuera del campo.

Definitivamente, ser papá ahora cambia la perspectiva. Solo trato de sacar cinco o seis minutos de mi día para dejar un recuerdo que ellos tendrán para siempre. Incluso para mí, esos son momentos especiales con los fans”, expresó el jardinero de los Yankees.

Durante el encuentro, los gemelos de Cora vestían los uniformes alternativos en verde Fenway, una estética moderna que honra al emblemático estadio. Aunque sólo uno de ellos recibió guantes de bateo firmados —porque Judge llevaba un solo par—, ambos se llevaron una historia para la eternidad. Junto con el regalo, el padre se encargó de tomar una foto que vale mucho más que cualquier entrada al estadio.

Más allá de las estadísticas

Judge no tuvo el mejor desempeño ese sábado —los Yankees perdieron 4-3— pero su grandeza no necesita siempre expresarse en números. Esta vez, la gran jugada fue levantar sonrisas y acercar a los más jóvenes a la magia del deporte.

Cora, por su parte, definió perfectamente el mensaje detrás de esa breve visita en el túnel de Fenway: “Al final, somos una fraternidad. He estado viendo a Aaron desde 2017. Creo que el año pasado comenzamos a comunicarnos más. Estoy asombrado por todo lo que él representa dentro y fuera del campo”.

Estas palabras son especialmente significativas cuando vienen de un mánager que ha chocado en numerosas ocasiones contra Judge y su equipo en la lucha por la supremacía del Este. Sin embargo, reconoció el legado y el impacto humano del jugador del Bronx.

Jugar con dolor: otra faceta de ser estrella

Mientras la historia de Judge acaparaba titulares por motivos nobles, el resto de la liga ofrecía una muestra cruda de lo que implica ser deportista profesional. En Texas, el jardinero central de los White Sox, Luis Robert Jr., fue retirado del lineup a último minuto por una molestia en el pulgar derecho. Aunque batea apenas .194 esta temporada, había cosechado siete hits en los primeros cinco juegos de la gira, incluyendo un jonrón.

En Houston, Byron Buxton de los Minnesota Twins fue también baja de última hora tras recibir un pelotazo en el codo izquierdo el día anterior. Buxton, que lleva .273 con 11 jonrones y 41 remolques en apenas 54 juegos, fue reemplazado por Harrison Bader. Este tipo de lesiones minimiza la continuidad y rendimiento de jugadores claves en su camino hacia octubre.

Humanizando a los héroes

Lo interesante es cómo estas historias, aparentemente aisladas, se entretejen en una misma narrativa: los héroes del béisbol no son solo figuras diseñadas para causar furor en las gradas o brillar en el box score.

Judge, después de tomarse unos minutos para atender a los hijos de un rival, no lo hizo por cortesía política, sino porque entendió la importancia de inspirar y conectar. “Somos rivales cuando comienza el juego a las 7 de la noche”, dijo. “Pero fuera de eso, todos somos fanáticos del béisbol… y padres también”.

Un juego, muchos corazones

Este gesto es solo un recordatorio más de por qué el béisbol sigue siendo tan especial en Estados Unidos y en todo el mundo. Permite rivalidades históricas como Yankees contra Medias Rojas, pero también abre espacio para los momentos llenos de humanidad que perduran más allá de un marcador final.

Alex Cora compartió después que sus hijos, especialmente uno de ellos, muy tímido según la familia, terminaron todavía emocionados con la experiencia. “Lo llamaron tímido… y llamó a Angelica (mi esposa) para contárselo. Fue muy divertido”.

Judge promete enviar otro par de guantes, uno para cada gemelo. “Dijeron: ‘No firmó los guantes’. Les dije: ‘No se preocupen, tienen la foto’”, concluyó el manager entre risas.

Ese es el tipo de jugada que no se mide en porcentajes. Es el tipo de conexión que hace del béisbol mucho más que un pasatiempo. Es un deporte que, cuando quiere, le devuelve al fanático una dosis impagable de corazón.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press