Los Marines patrullan Los Ángeles: ¿Un nuevo capítulo en la militarización de la vida civil en EE.UU.?
La decisión de Trump de desplegar tropas federales reaviva el debate sobre los límites del poder presidencial y la soberanía estatal
Los Ángeles, junio de 2025 – La decisión del presidente Donald Trump de desplegar Marines armados en áreas civiles de Los Ángeles ha encendido una tormenta política y social en Estados Unidos. En medio de protestas por las redadas migratorias de ICE (U.S. Immigration and Customs Enforcement), la presencia de tropas federales ha intensificado el debate sobre el uso del ejército en suelo nacional y los límites constitucionales del poder ejecutivo.
La chispa que encendió la mecha
Todo comenzó con una serie de protestas masivas contra las redadas migratorias, donde comunidades latinas, organizaciones de derechos humanos y activistas exigieron el fin de la criminalización de los inmigrantes. Las manifestaciones pacíficas, en algunos casos, derivaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden y más de 300 arrestos se registraron en una semana sólo en California.
Ante el creciente descontento, el gobierno federal dictó una medida sin precedentes en la historia reciente del país: movilizar a unos 700 soldados activos del Cuerpo de Marines con armamento letal para tomar posiciones en edificios federales como el Wilshire Federal Building en Los Ángeles.
Choque de poderes: ¿Quién manda en California?
El gobernador Gavin Newsom no tardó en reaccionar. Calificó el despliegue militar como una "violación grave de la soberanía estatal" y denunció el movimiento como una estrategia autoritaria. Apoyado por un recurso judicial, Newsom busca frenar la movilización apelando al Posse Comitatus Act, una ley de 1878 que prohíbe el uso del ejército para funciones policiales dentro del país.
"Estamos ante un intento claro de militarizar la política migratoria y silenciar la disidencia", dijo el gobernador en conferencia de prensa. Su postura ha sido respaldada por líderes demócratas del Congreso y defensores de los derechos civiles.
¿Qué dice la ley sobre este despliegue?
Trump argumenta que se ampara en una cláusula legal que permite al presidente movilizar fuerzas cuando hay “una rebelión o peligro de rebelión contra la autoridad del Gobierno de Estados Unidos”. Sin embargo, expertos legales como el profesor Gary Solis, exfiscal militar, señalan que aplicar esta ley a protestas civiles es excesivo y potencialmente inconstitucional.
"Esto es exactamente lo que el Posse Comitatus Act buscaba evitar: que las fuerzas armadas se enfrenten directamente con la población civil", advirtió Solis en una entrevista con NPR.
Un incidente que simboliza la tensión
El viernes 13 de junio, los temores de un uso excesivo de la fuerza encontraron un ejemplo tangible. Marcos Leao, un veterano del ejército de EE.UU., fue detenido por los Marines tras cruzar una cinta de precaución rumbo a su cita en el Departamento de Asuntos de Veteranos.
Con auriculares puestos, dijo no escuchar las órdenes de alto. Fue reducido, esposado con bridas plásticas y retenido durante más de dos horas. Posteriormente fue liberado sin cargos.
“Los Marines solo hacían su trabajo”, declaró Leao. No obstante, el incidente provocó alarma en sectores de derechos civiles sobre la posibilidad de un nuevo rol policial para los militares activos.
¿Es esta una nueva normalidad?
Según informaron medios nacionales, al menos 200 Marines llegaron a la ciudad el mismo día, sumándose a 2,000 efectivos de la Guardia Nacional que custodiaban edificios federales. Otros 2,000 fueron alertados para un posible despliegue posterior.
La presencia masiva de tropas armadas, patrullando metrópolis civiles como Los Ángeles, recuerda escenas propias de conflictos internacionales y alimenta la angustia de comunidades ya vulnerables, como la inmigrante.
Una fotografía poderosa y perturbadora
Las imágenes de Marines en uniforme de combate, sosteniendo rifles frente a edificios federales en zonas urbanas, reproducidas en todos los medios del país, tienen un efecto cargado de simbolismo. Para algunos, es una señal de fortaleza institucional. Para otros, un presagio alarmante de autoritarismo y represión.
“Nunca vi algo así en Estados Unidos. Pensé que estas escenas solo ocurrían en dictaduras”, afirmó Tony Robles, un manifestante que asistió a la protesta con su hijo en brazos.
La controversia en Nueva York suma leña al fuego
Simultáneamente, una jueza de Nueva York bloqueó la orden ejecutiva del alcalde Eric Adams de reinstalar oficinas de ICE en la cárcel de Rikers Island. ¿La razón? El potencial intercambio de favores entre Adams y la administración Trump para desestimar causas en su contra.
La jueza Mary Rosado fue tajante: "Existen indicios claros de que hubo, como mínimo, una apariencia de quid pro quo". Este otro escándalo atiza la narrativa de que la política migratoria está siendo instrumentalizada con fines autoritarios y de favores políticos.
No Kings Day: ¿Desobediencia civil en camino?
La tensión alcanzará su punto máximo este fin de semana con la convocatoria nacional de protestas bajo el lema “No Kings Day”, en alusión directa a la concentración de poder por parte del presidente.
Organizadores en más de 50 ciudades esperan manifestaciones multitudinarias exigiendo el fin de las redadas, la desmilitarización de los espacios urbanos y la restitución del estado de derecho. El Departamento de Defensa, por su parte, ha intensificado el entrenamiento en desescalada y control de multitudes para evitar nuevos incidentes con la ciudadanía.
Los riesgos de normalizar lo extraordinario
Los analistas coinciden en que estamos ante un momento bisagra. Si la presencia de tropas federales en respuesta a protestas constitucionales se normaliza, el modelo democrático estadounidense podría estar cambiando radicalmente.
Y es que, como advirtió Benjamin Franklin en el siglo XVIII: “Aquellos que renuncian a su libertad esencial por seguridad temporal no merecen ni libertad ni seguridad.”