La trágica muerte de Tyler Skaggs y las sombras oscuras en la MLB

Entre acusaciones, adicciones ocultas y silencios incómodos, el fallecimiento del lanzador abre viejas heridas en el béisbol profesional

La Major League Baseball (MLB) ha presenciado numerosos escándalos a lo largo de su historia, pero pocos como la desgarradora y polémica muerte de Tyler Skaggs, lanzador de Los Angeles Angels, ocurrida en 2019. Su fallecimiento no solo conmocionó al panorama deportivo estadounidense, sino que puso sobre la mesa temas delicados como el uso de analgésicos entre los jugadores, el papel de las organizaciones y los vacíos de responsabilidad colectiva dentro del deporte profesional.

Una muerte que sacudió las bases del béisbol

El 1 de julio de 2019, el cuerpo del lanzador de los Angels, Tyler Skaggs, fue encontrado sin vida en un hotel del área de Dallas, justo antes del inicio de una serie contra los Texas Rangers. Skaggs, de apenas 27 años, murió por una sobredosis accidental de una combinación de alcohol, oxicodona y fentanilo, según su autopsia.

Este hecho marcó el inicio de una profunda investigación que desencadenó revelaciones impactantes sobre el consumo de opioides en la MLB, obligando a la liga y a sus equipos a discutir cambios en sus políticas antidopaje y en la atención médica de los jugadores.

Eric Kay: el rostro de una tragedia institucional

La investigación federal eventualmente condujo al exrelacionista público de los Angels, Eric Kay, quien fue condenado a 22 años de prisión federal en 2022 por suministrar píldoras con fentanilo a Skaggs. Kay fue acusado de ser el proveedor directo de los opioides que terminaron llevando al lanzador a la muerte.

Durante el juicio de Kay, surgieron nombres de otros jugadores vinculados a un presunto círculo de consumo y distribución interna de medicamentos recetados en el propio vestuario, generando una ola de indignación y sospechas sobre qué tanto sabían los altos mandos del equipo.

El nombre de Wade Miley vuelve a aparecer

Recientemente, en nuevos documentos judiciales relacionados con una demanda por muerte por negligencia presentada por la familia de Skaggs contra los Angels, se menciona al veterano lanzador Wade Miley como presunto proveedor de oxicodona a Skaggs según el testimonio de Ryan Hamill, exagente del fallecido jugador.

Hamill declaró que Skaggs, en una conversación en 2013, reconoció estar usando analgésicos y que estos le eran proporcionados por Miley, quien fue su compañero en los Arizona Diamondbacks entre 2012 y 2013. Consultado recientemente sobre este tema, Miley declaró:

"Odio lo que pasó con Tyler. Es una situación terrible. Pero no voy a hablar sobre cosas que alguien pudo haber dicho sobre mí… Yo nunca fui testigo de nada, y nunca se me ha acusado de ningún delito."

El lanzador de 38 años, actualmente con los Cincinnati Reds, no enfrenta cargos criminales. Sin embargo, su nombre ya había salido a relucir durante el juicio de Kay, en una grabación en la que este mencionaba a Miley como uno de los posibles suministradores de píldoras a Skaggs.

Matt Harvey y más testimonios que destapan una práctica habitual

No fue sólo Miley. Durante el juicio a Eric Kay, el exlanzador Matt Harvey testificó que también proporcionó drogas a Skaggs. Harvey, quien para entonces era parte de los Angels, fue suspendido por 60 días por violar la política de drogas de la MLB. No volvió a lanzar en Grandes Ligas tras aquella confesión.

Junto con Harvey, otros tres jugadores declararon que consumieron píldoras provistas por Skaggs o que presenciaron comportamientos de consumo recreativo dentro del entorno del club. Estas declaraciones revelaron una cultura interna donde el consumo de opioides parecía estar normalizado o, en el mejor de los casos, ignorado deliberadamente.

¿Qué sabían los Angels?

La demanda por muerte por negligencia presentada por la familia de Skaggs apunta directamente al club de Los Angeles Angels, argumentando que la organización falló en proteger al jugador y que se ignoraron signos de abuso que podrían haber evitado una tragedia.

En comunicaciones internas ventiladas en el proceso legal, se sugiere que había conocimiento institucional sobre los problemas de adicción de Skaggs, y ciertos miembros del club también sabían de la conducta de Eric Kay. Esto abre un peligroso precedente sobre la responsabilidad legal de las franquicias deportivas en casos de salud mental y dependencia de sustancias de sus jugadores.

Los opioides: el enemigo silencioso en el deporte

Los opioides como la oxicodona y el fentanilo han estado en el centro de una crisis de salud pública en Estados Unidos desde hace dos décadas. Según datos de la CDC, en 2022 murieron más de 75,000 personas por sobredosis de opioides en EE.UU. Y en el deporte profesional, estos fármacos han sido comúnmente recetados para tratar dolores derivados de lesiones crónicas.

La presión de rendir, las lesiones persistentes y el temor a ser reemplazado llevan a muchos jugadores a depender de estos medicamentos. El caso de Skaggs solo ilustra una punta del iceberg que amenaza con ser más profundo y estructural de lo que la MLB se atreve a admitir oficialmente.

Cambios en la política de drogas de la MLB

A raíz del escándalo, la MLB anunció en diciembre de 2019 que empezaría a realizar pruebas de detección de opioides y que cualquier jugador que tuviese resultados positivos sería referido para tratamiento y no sancionado automáticamente, una decisión que buscaba cambiar el enfoque punitivo por uno más terapéutico.

Este cambio fue bien recibido por los sindicatos de jugadores y por activistas de salud, sin embargo, muchos cuestionan si es suficiente cuando no se ha abordado de forma clara el tráfico interno de medicamentos en los equipos.

Wade Miley, entre el silencio y la sospecha

Para Wade Miley, el foco de atención ahora está dividido entre su regreso a la MLB con los Reds, tras someterse a cirugía Tommy John, y las viejas declaraciones que lo posicionan como un actor secundario en esta tragedia.

Miley, quien firmó un contrato de un año con Cincinnati el 4 de junio de 2025, afirma que prefiere centrarse en el béisbol y no hablar del pasado. Sin embargo, frases como “nunca fui acusado” o “no soy testigo en ningún caso” no eliminan el peso mediático ni moral si verdaderamente existieron vínculos con el consumo de opioides.

El tabú de las adicciones en el deporte masculino

Este caso también ha abierto un debate cultural más amplio. Los discursos sobre salud mental, adicciones y masculinidades tóxicas dentro del deporte han cobrado fuerza, sobre todo en disciplinas dominadas por hombres y exponentes que históricamente han sido retratados como invulnerables.

¿Es la cultura del "juega con dolor" responsable? Muchos exjugadores y expertos consideran que el origen de estos problemas puede estar profundamente arraigado en la cultura deportiva estadounidense. La glorificación del rendimiento a toda costa, el uso reiterado de medicamentos sin supervisión médica constante, y la falta de apoyo psicológico, crean un entorno ideal para la aparición de adicciones.

Un llamado a la rendición de cuentas real

Hay quienes creen que la MLB aún está lejos de asumir la responsabilidad que le corresponde. Hasta ahora, solo Eric Kay ha sido sentenciado severamente. Pero si en verdad existía una cadena de suministro informal, ¿cuántas personas más sabían? ¿Por qué ningún directivo ha sido investigado? ¿Y qué pasa con los médicos del equipo?

Mientras tanto, jugadores como Matt Harvey han pagado sus consecuencias profesionales. Pero existe una creciente presión pública para que los equipos y ligas sean co-responsables en estas tragedias —no basta con señalar a los individuos, sino entender el sistema que lo permitió.

El legado de Tyler Skaggs como advertencia

Hoy, el nombre de Tyler Skaggs sigue generando repercusiones. Más allá de sus estadísticas (28 victorias y 38 derrotas en su carrera con ERA de 4.41), su historia es recordada como la más dolorosa advertencia de lo que ocurre cuando se ignoran las banderas rojas.

Mientras la MLB enfrenta nuevas temporadas y retos renovados, el mensaje de esta tragedia sigue siendo imprescindible: la salud de los deportistas debe ser una prioridad real, y no un discurso vacío.

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Este artículo fue redactado con información de Associated Press