La era post-Grealish en el Manchester City y el experimento tecnológico del Mundial de Clubes
Pep Guardiola inicia una profunda reestructuración en su plantilla mientras la FIFA prueba cámaras en los árbitros que podrían revolucionar—o decepcionar—a los espectadores
Una ausencia que habla más de lo que parece
Jack Grealish, el fichaje más caro en la historia del fútbol británico hasta 2021 (100 millones de libras esterlinas), no viajará con el Manchester City al nuevo formato del Mundial de Clubes 2025. La noticia no sorprende por completo a quienes han seguido su rendimiento decreciente en la última temporada, donde apenas acumuló siete titularidades en la Premier League.
¿Un mensaje directo de Guardiola? Claramente. La decisión de excluir a Grealish del torneo en EE. UU. se enmarca en un contexto más amplio: el final de una de las etapas más dominantes del Manchester City en la historia de la Premier League. Por primera vez en ocho años no ganaron ningún título. Es hora de reajustar la maquinaria.
Renovación desde dentro: fichajes estratégicos
El City ha hecho fichajes millonarios en enero y verano. Jugadores como Omar Marmoush, Abdukodir Khusanov y Vitor Reis se unieron a un núcleo que ya cuenta con nuevos integrantes como Rayan Cherki, Tijjani Reijnders, Rayan Ait-Nouri y Marcus Bettinelli. La intención es clara: rejuvenecer y reconstruir.
También llama la atención la no inclusión en la convocatoria de Kevin De Bruyne ni Kyle Walker. El primero ya se despide del club, y el segundo parece tener pie y medio fuera, tras su cesión al AC Milan.
¿Qué sigue para Grealish?
Fuentes indican que clubes de la Serie A y La Liga han tocado la puerta preguntando por su disponibilidad. A sus 29 años, aún tiene cartel, pero su rendimiento se ha cuestionado duramente. Según estadísticas de FBref, Grealish participó directamente en solo 4 goles en todas las competiciones durante la temporada pasada.
La revolución tecnológica: ¿cambio o cortina de humo?
En paralelo al drama en Manchester, el Mundial de Clubes 2025 será el escenario donde la FIFA pondrá a prueba una medida sin precedentes: cámaras a nivel de los ojos en los árbitros, conocidas como "refcams".
La federación ha sido clara: no se transmitirán en directo, se usará solo "contenido no polémico" y están diseñadas más para entretenimiento mediático que para cumplir una función arbitral real. El presidente del Comité de Árbitros de la FIFA, Pierluigi Collina, fue honesto:
“Queremos brindar una nueva experiencia a los televidentes. No necesitamos enfocarnos siempre en lo polémico. Es un experimento.”
Crítica a media voz: el poder desaprovechado de la tecnología
Mientras el VAR aún genera controversias semanales, este aparato podría haber sido clave en aumentar la transparencia de las decisiones. Sin embargo, FIFA afirma que se usará con más fines de difusión que de análisis. Collina añade:
“¿Realmente creen que una cámara a la altura de los ojos verá algo que el árbitro no pueda ver con sus propios ojos?”
No obstante, la medida sí tendrá un impacto interno. El contenido grabado por las refcams estará disponible para el VAR, y se utilizará para crear lineamientos futuros. ¿Paso tímido o inicio de una revolución? El tiempo lo dirá.
Sanciones más duras por pérdida de tiempo
Otro cambio notable es la lucha contra el antijuego y la pérdida deliberada de tiempo. Los porteros solo podrán retener el balón 8 segundos en lugar de los 6 tradicionales. Si se exceden, la sanción será una saque de esquina para el equipo contrario, en vez del clásico tiro libre indirecto. Además, los árbitros contarán el tiempo con la mano para que todos lo vean.
Un torneo con 32 equipos y mucho en juego
El nuevo formato del Mundial de Clubes 2025 tendrá 32 equipos, similar al Mundial de selecciones. Algunos de los combinados más fuertes incluyen a Juventus, Wydad Casablanca y Al Ain en el mismo grupo que el City. El torneo arranca el sábado en Miami y la final se celebrará en New Jersey.
El adiós a una era dorada
Si Grealish se va, y Kevin De Bruyne también, el Manchester City perderá a dos íconos que, cada uno a su modo, ayudaron a construir este imperio moderno que dominó Inglaterra y Europa. Grealish fue una mezcla de marketing y rendimiento funcional; De Bruyne, pura clase competitiva.
El desafío actual para Guardiola no es reconstruir solo con talento, sino también con identidad. Y cuando la identidad ha estado vinculada a jugadores tan influyentes, el reto no es menor.
¿Qué impacto tendrán estas decisiones a largo plazo?
Desde una perspectiva más amplia, la ausencia de Grealish del Mundial de Clubes puede ser vista como el símbolo de un cambio de rumbo. Guardiola, como hiciera en el Barcelona post-Ronaldinho o con la salida de Eto’o, no tiembla ante decisiones impopulares si entiende que el ciclo vital de un jugador ha terminado.
Además, la FIFA, aunque tímida en sus decisiones tecnológicas, parece abrir una pequeña ventana para el uso más inmersivo del arbitraje. Pero si la transparencia no llega al público en tiempo real, la sospecha persistirá.
Bienvenidos al nuevo fútbol: más tecnológico, más controlado, más estratégico. Pero también más impredecible y más humano en sus errores. Y en medio de todo, Pep Guardiola reinventa su City mientras la FIFA se reinventa frente a las cámaras.