Estados Unidos y el naufragio ante Suiza: ¿Pánico o parte del proceso?

La escandalosa derrota 4-0 ante Suiza expone las fragilidades del equipo de Pochettino en la antesala de la Copa Oro y a solo un año del Mundial 2026

Nashville, Tennessee. El reloj avanza impasible y el Mundial del 2026 se aproxima sin contemplaciones. A solo un año del pitido inicial del torneo más importante del planeta fútbol, la selección de Estados Unidos acaba de sufrir un baño de realidad. Una goleada histórica, un 4-0 propinado en casa por la selección de Suiza en un amistoso que en papel debía servir como ensayo, terminó convirtiéndose en un duelo de pesadilla que deja heridas abiertas, dudas existenciales y una afición encolerizada.

Un resultado histórico... para mal

La última vez que Estados Unidos encajó cuatro goles en un primer tiempo fue hace más de 40 años, el 9 de noviembre de 1980 ante México. Pero nunca, hasta ahora, había sido humillado así en su propio patio. Según Opta, es la primera vez que a la selección estadounidense le anotan cuatro goles antes del descanso en territorio nacional. Un hecho sin precedentes que no solo golpea en lo deportivo, sino en el orgullo de toda una nación que será anfitriona del próximo Mundial junto a México y Canadá.

Los goles suizos llegaron en ráfagas: Dan Ndoye (13’), Michel Aebischer (23’), Breel Embolo (33’) y Johan Manzambi (36’). Cuatro estocadas en menos de media hora que silenciaron el Geodis Park de Nashville y que dejaron sin respuestas a la zaga norteamericana.

¿Dónde estuvo el desastre?

No se puede comprender la caída sin observar los errores estructurales y las decisiones técnicas. El entrenador Mauricio Pochettino alineó a una escuadra experimental con cuatro jugadores con menos de tres apariciones internacionales. “Fue mi decisión y no funcionó”, reconoció el técnico argentino. Un gesto valiente, pero que no borra el desconcierto por haber ofrecido tan poco frente a un rival confiable, pero no imbatible.

A esto se suma un error grave del portero Matt Turner, quien no jugaba desde marzo y soltó un balón fácil que terminó en el 3-0 de Embolo, además de un sinfín de desconexiones defensivas que desnudaron al equipo sin piedad.

Un rompecabezas sin sus piezas clave

Por supuesto, las ausencias también pesan. La selección estadounidense enfrentó el compromiso sin varios de sus estandartes:

  • Christian Pulisic: pidió tiempo personal
  • Yunus Musah: fuera por razones personales no especificadas
  • Weston McKennie, Gio Reyna, Tim Weah: comprometidos con el Mundial de Clubes
  • Tyler Adams, Antonee Robinson, Folarin Balogun: lesionados
  • Sergiño Dest: recuperando ritmo físico

Cuando se ausentan tantos jugadores clave al mismo tiempo, es lógico esperar una caída en el rendimiento. Aun así, lo que más duele no es la derrota, sino la falta de actitud, propuestas ofensivas y reacción que mostraron los once en cancha.

Una crisis que se veía venir

Esta es la cuarta derrota consecutiva del conjunto estadounidense, algo que no ocurría desde 2007. Y lo más grave: cuatro derrotas seguidas en casa, algo que no pasaba desde 1988. A nivel emocional y estadístico, el equipo parece haber entrado en una fase de involución tras el paso sensible pero firme en el Mundial de Qatar 2022, donde llegaron a octavos de final.

Desde el despido de Gregg Berhalter tras el fracaso en Copa América 2024 (eliminados en la fase de grupos), el cargo recayó en Pochettino, quien en 10 partidos ha cosechado cinco victorias y cinco derrotas. Esta bipolaridad de resultados refleja las inconsistencias profundas de la plantilla.

El peso de la historia: ¿demasiadas expectativas?

Estados Unidos ha mantenido una hegemonía regional indiscutible en la Copa Oro de la CONCACAF: ha ganado su grupo en 16 de 17 ediciones, y su récord en fase grupal es imponente: 40 victorias, 1 derrota y 5 empates. Pero el contexto ha cambiado. Hoy, selecciones como Canadá, Jamaica o Panamá tienen proyectos sólidos y ambiciosos.

En este contexto, el partido ante Trinidad y Tobago este domingo cobra un matiz aún más peligroso. Una derrota frente a un equipo del segundo orden regional complicaría las chances de avanzar y provocaría una tormenta política dentro de la USSF (United States Soccer Federation).

Voces desde el vestuario: resiliencia bajo presión

Los jugadores experimentados intentan mantener la calma. El defensor Walker Zimmerman declaró tras la goleada: “No es el fin del mundo. Hace dos años vencimos 3-0 a Marruecos, que luego llegó a semifinales del Mundial”.

Por su parte, el veterano Tim Ream apuntó más hacia la autocrítica: “Cometimos errores individuales que en este nivel se pagan muy caro”.

¿Es válida la analogía con Marruecos? Quizás. El fútbol suele castigar duramente en lo inmediato para luego entregar sorpresas. Pero el problema no es perder 4-0 ante Suiza en un día gris. El problema es que este es solo el capítulo más reciente de una seguidilla preocupante.

Una afición que pierde la fe

El público estadounidense ha crecido junto al fútbol. Hoy, los estadios se llenan, los clubes de la MLS exportan jugadores y las barras bravas entonan cánticos con pasión sudamericana. Pero también exigen responsabilidades. La eliminación de la última Copa América como locales fue vista como una traición. Y ahora, esta goleada ha agravado una herida que aún no sanaba.

Los abucheos fueron estruendosos en Geodis Park. En redes sociales, la comunidad futbolera estadounidense se pregunta: “¿Qué sentido tiene jugar así estando a un año de ser anfitriones del Mundial?”. La presión mediática, una novedad en este país en términos de fútbol, es ahora un factor real para jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.

Pochettino, ¿en la cuerda floja?

Contratar a Mauricio Pochettino fue vista como una apuesta ambiciosa. Un técnico que llevó al Tottenham a una final de Champions League y que dirigió a Lionel Messi, Neymar y Mbappé en el PSG. Pero su deambular en estas primeras fechas no ha convencido.

Si bien tiene el respaldo del presidente de la federación, Cindy Parlow Cone, e incluso de algunos pesos pesados del vestidor, no se puede descartar un escenario oscuro si fracasan en la Copa Oro. Sería inédito para Estados Unidos no llegar al menos a semifinales.

Hoy, su promedio de puntos con la selección es del 50%: 5 triunfos y 5 derrotas. Muy lejos del estándar que se espera de la selección que será local en el evento más importante en su historia futbolística.

¿Y si todo esto es parte del proceso?

Aun en la oscuridad, existen posibles lecturas positivas. El amistoso ante Suiza no tenía peso oficial. Varios jugadores jóvenes ganaron minutos. Y Estados Unidos puede rearmarse con su columna vertebral en condiciones: Pulisic, McKennie, Adams y Reyna son futbolistas de élite que marcan diferencias.

También hay que considerar que la historia está llena de selecciones que tocaron fondo antes de una explosión. Brasil fue humillado 7-1 por Alemania antes de volver a ser potencia. España fracasó en Corea-Japón 2002 y se convirtió en campeona mundial solo ocho años después.

Lo cierto es que el proceso se acorta. El Mundial 2026 inicia en junio del próximo año. Y en este deporte, un año puede ser una eternidad o un suspiro. Dependerá de cómo reaccionen desde esta dolorosa pero necesaria bofetada otorgada por Suiza.

“Hay que saber perder para volver más fuerte”, dijo alguna vez Johan Cruyff. Veremos si Estados Unidos hace honor a esa frase.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press