Jordan Ott: La apuesta audaz de los Phoenix Suns para reconstruir su legado
En medio del caos de una franquicia sin rumbo, el joven entrenador asume el reto de liderar a unos Suns rotos que claman por una identidad ganadora
PHOENIX — La historia de los Phoenix Suns es una de esperanza inacabada. Desde su fundación en 1968, este equipo del desierto ha tocado el techo de las Finales de la NBA tres veces (1976, 1993 y 2021), pero jamás ha besado la gloria del campeonato. Con una nómina millonaria pero frustrada y un dueño intervencionista que genera más ruido que certezas, la franquicia decidió apostar por un nuevo rostro: Jordan Ott, un nombre quizá desconocido para muchos, pero con una trayectoria sedienta de revancha dentro del engranaje del baloncesto profesional.
Un cambio necesario en el desierto
Los Suns están en una encrucijada. Después de un decepcionante récord de 36-46 y quedar fuera de playoffs bajo el mando de Mike Budenholzer (despedido tras solo una temporada), Phoenix gira la brújula a un perfil distinto: joven, detallista y ávido de demostrar su valía. Ott, de 40 años, tiene 12 años de experiencia en la NBA como asistente y llega con la fama de ser obsesivo con la táctica ofensiva.
¿Quién es Jordan Ott?
Ott comenzó su carrera como coordinador de video en Michigan State (2008-2013), donde se convirtió no solo en un experto de la edición y análisis, sino también en un alumno del baloncesto de élite, empapándose del famoso estilo de trabajo de Tom Izzo. Curiosamente, esa misma universidad es otra pieza clave de esta historia: el propietario de los Suns, Mat Ishbia, fue jugador allí entre 1999 y 2003. Las sospechas de amiguismo no tardaron en aflorar una vez se anunció su contratación.
“He trabajado 20 años para estar aquí. Las conexiones no te sostienen. El trabajo duro lo hace”, dijo Ott durante su presentación oficial como entrenador jefe de los Suns.
Un equipo quebrado desde adentro
La situación actual del equipo es compleja: cuatro entrenadores en cuatro años, una plantilla sin química y una nómina peligrosa que ronda los 180 millones de dólares garantizados para la próxima temporada. Ott se enfrenta a una escuadra con estrellas envejecidas y mal ensambladas.
- Kevin Durant, 36 años, sigue siendo letal en ataque pero tiene un historial de lesiones que preocupa. Cobra más de $53 millones por temporada.
- Bradley Beal, con una cláusula anti-cambio y salarios superiores a $50 millones anuales hasta 2027, es casi intransferible.
- Devin Booker, el único intocable, es el rostro de la franquicia, pero a sus 27 años necesita un proyecto serio para no pedir su salida.
La incertidumbre manda en el vestuario
Según el gerente general debutante Brian Gregory —otro nexo con Michigan State—, Ott fue el claro vencedor entre los finalistas del proceso de entrevistas, superando a Johnnie Bryant (también asistente en Cavaliers). “Jordan destacó en cada etapa. Su ética de trabajo no tiene comparación”, afirmó Gregory. Pero más allá del entusiasmo inicial, ambos saben que el margen de error es ínfimo.
“Un buen entrenador construye sistemas alrededor del personal. Aún no sabemos con qué plantilla contaremos, pero nos adaptaremos”, explicó Ott. Su mensaje sugiere una visión pragmática y flexible, ideal para una organización en reconstrucción.
Una mala gestión financiera: el talón de Aquiles
El principal obstáculo para reformular al equipo es financiero. El dúo Durant-Beal no solo es caro, sino que también bloquea cualquier maniobra de profundidad. Debido al nuevo convenio colectivo, los equipos que superen cierto umbral salarial pierden la flexibilidad de usar excepciones comerciales y firmar jugadores en la agencia libre.
¿Prueba del problema? Phoenix no tuvo selección en el Draft de 2024 y difícilmente accederá a talentos jóvenes si no sale de al menos uno de sus contratos monstruosos.
Una afición cansada
En redes sociales y foros como r/suns en Reddit abundan los comentarios de rechazo a la contratación de Ott. Muchos cuestionan si Mat Ishbia está priorizando viejas amistades universitarias por encima del análisis deportivo. Incluso se llegó a comparar a Phoenix con los New York Knicks de hace una década, donde la mala gerencia sumía al equipo en la irrelevancia, pese a contar con nombres atractivos.
Pero otros ven en Ott una oportunidad. “Si Kerr, Nurse y Daigneault fueron asistentes antes de triunfar, ¿por qué no él?”, escribe un usuario optimista. Y no le falta razón. En la era moderna de la NBA, el perfil de head coach joven y táctico marca tendencia.
¿Qué puede aportar Ott?
Durante su etapa en los Brooklyn Nets y Cavaliers, Ott fue clave en el armado de jugadas en transición. Se le atribuye buena parte del dinamismo ofensivo de los Cavaliers de Donovan Mitchell, equipo que acabó con el mejor récord del Este en 2024-25: 64-18.
Además, formó parte del cuerpo técnico de Lakers campeones en 2020. Su enfoque encaja con los modelos de juego moderno: eficiencia de triple, ritmo alto y sistemas defensivos adaptables.
“Ott tiene un don especial para identificar ventajas tácticas. Lo hemos visto en equipos estructurados y con estrellas, y ahora tiene su lienzo para pintar”, dijo un analista de ESPN anónimo.
¿Y qué pasa con el dueño?
Mat Ishbia compró los Suns en 2023 con promesas de grandeza inmediata. Movió cielo y tierra para conseguir a Durant, luego a Beal, y rápidamente perdió a Monty Williams, Budenholzer y otros pilares del organigrama anterior. Su estilo recuerda a propietarios entrometidos como James Dolan (Knicks) o Jerry Jones (Cowboys, NFL), a quienes se les critica por no dejar trabajar a los profesionales.
Sin embargo, Ishbia ha invertido fuertemente en instalaciones, tecnologías y staff de desarrollo. Si logra moderar su influencia directa en decisiones deportivas, podría convertirse en el mecenas que Phoenix necesita.
Un futuro cargado de incógnitas
El calendario no será paciente. A diferencia de otros rebuilds, Phoenix no puede simplemente “tanquear”. El contrato de Beal, sin rendimientos sólidos ni buena salud física, limita el movimiento. Durant ya busca formar parte nuevamente de una contender, y Booker observa desde la trinchera cómo figuras de su generación ya levantaron trofeos.
Ott tendrá que imponer credibilidad de inmediato. Los primeros 20 partidos serán evaluación constante para su sistema, liderazgo, y sobre todo, capacidad para crear una identidad, algo que el equipo lleva casi cinco años sin tener.
¿Puede cambiar la narrativa?
Pocos apuestan con confianza por estos Suns. La Conferencia Oeste es un infierno competitivo: Thunder, Nuggets, Timberwolves, Lakers, Kings y Warriors no ceden terreno. Pese a todo, Ott representa algo que este equipo no había tenido hace tiempo: una oportunidad para recomenzar desde la sensatez.
“No vine aquí para que todo sea fácil. Estoy aquí porque creo en este reto”, remató Ott, convencido de que puede reescribir la historia más frustrante de la NBA moderna.
Un viaje cuesta arriba... pero posible
Jordan Ott tiene enfrente la montaña más empinada de su carrera, pero también la posibilidad de cambiar para siempre el rumbo de una franquicia herida. En el desierto de Arizona, hace falta más que sol y arena. Hace falta una visión, una cultura y, finalmente, un anillo que selle 57 años de espera. ¿Será Ott el elegido?