El legado de Jim Irsay: Las hijas toman las riendas de los Indianapolis Colts
Carlie Irsay-Gordon, Casey Foyt y Kalen Jackson asumen el mando de la franquicia NFL con una combinación de experiencia, herencia y determinación femenina
INDIANAPOLIS — La NFL está viendo una evolución significativa, no solo en el campo, sino en sus oficinas más importantes. Una de las franquicias históricas de la liga, los Indianapolis Colts, acaba de marcar un hito en la historia del deporte estadounidense. Con la reciente muerte de Jim Irsay, su legado ahora está en manos de sus tres hijas: Carlie Irsay-Gordon, Casey Foyt y Kalen Jackson.
En una rueda de prensa celebrada en las instalaciones del equipo, las tres hermanas compartieron sus emociones, su visión para el futuro y el compromiso férreo con el legado de su padre. Este momento no solo representa una transición generacional, sino también una ruptura de paradigmas de género dentro de una de las ligas más masculinas y conservadoras del deporte mundial.
Una nueva era en la NFL: mujeres al mando
Jim Irsay falleció a los 65 años tras varios años enfrentando problemas de salud y adicción. Desde hacía más de una década, ya había estado preparando a sus hijas para tomar las riendas del equipo. Carlie, quien ha sido la representante principal del equipo en las reuniones de la liga desde 2004, ahora asume oficialmente el cargo de CEO; Casey será vicepresidenta ejecutiva y Kalen se encargará de la marca como Chief Brand Officer.
Esta familia ha estado ligada a los Colts desde que Robert Irsay, el abuelo de las actuales dueñas, adquirió el equipo en 1972 y luego lo trasladó de Baltimore a Indianápolis en 1984. Jim Irsay tomó el mando en 1997, y ahora es el turno de la siguiente generación.
Preparadas para liderar
"Hemos pasado décadas en el negocio familiar aprendiendo cada aspecto de nuestra organización bajo el liderazgo de nuestro padre", dijo Carlie Irsay-Gordon. "A veces fue una prueba de fuego, y estoy eternamente agradecida por cada experiencia. Nos ha preparado para momentos como el de hoy".
Cada una de las hermanas siguió un camino distinto, acumulando experiencia en diversas áreas como marketing, operaciones de fútbol y administración. Como símbolo de su compromiso y pertenencia, todas llevan tatuado el emblema de la herradura, el icónico símbolo de los Colts, exactamente igual que su padre.
De la pasión familiar a la gestión profesional
La historia de las hermanas Irsay empieza literalmente dentro de la organización. Casey recordó los veranos completos en el campamento de entrenamiento, contestando teléfonos en la recepción y ayudando en marketing. Más tarde trabajaría incluso en la NFL en Londres, antes de regresar al equipo en 2007.
La más joven, Kalen Jackson, ha estado al frente de las iniciativas de salud mental del equipo y la fundación familiar. Jackson, visiblemente emocionada durante la conferencia de prensa, describió el momento como "extremadamente agridulce". "Sabemos que esta era su máxima ilusión: vernos liderar el equipo".
Una apuesta emocional y empresarial por Indianápolis
Para las hermanas, mantener a los Colts en la ciudad de Indianápolis no es solo un deseo de su padre, es una declaración de identidad. Foyt expresó: "Conocemos el valor de nuestro compromiso con el equipo y con la ciudad. Es tan importante como lo fue para mi padre".
Este enfoque resuena con la tensión continua entre los intereses empresariales de la NFL —donde las reubicaciones de franquicias se han hecho comunes— y los lazos afectivos con las ciudades que albergan a los equipos. El caso de los Rams (que se mudaron de St. Louis de nuevo a Los Ángeles en 2016) o los Raiders (de Oakland a Las Vegas) muestra cómo las decisiones muchas veces priorizan el valor de mercado por encima del arraigo comunitario. La firmeza de las hermanas Irsay pone a Indianápolis en la vanguardia del deporte con esa combinación de visión empresarial y lealtad comunitaria.
Las cifras detrás de los Colts
- Fundación: 1953 (como Baltimore Colts)
- Traslado a Indianápolis: 1984
- Propiedad de la familia Irsay desde: 1972
- Super Bowl ganados: 2 (1970 como Baltimore, 2006 como Indianápolis)
- Valor de la franquicia: Aproximadamente $3.8 mil millones (Fuente: Forbes, 2023)
La representación femenina en la NFL: un cambio lento pero firme
La transición de las hermanas Irsay al liderazgo activo dentro de los Colts es también un hito dentro del mundo deportivo. A pesar de que la NFL ha impulsado políticas de inclusión y diversidad, el liderazgo femenino sigue siendo una rareza. Aunque varias mujeres han logrado posiciones ejecutivas en la liga (como Amy Trask en los Raiders o Kim Pegula en los Bills), es inusual encontrar mujeres a cargo total de una franquicia, como es el caso de las Irsay.
Este fenómeno no solo refleja un cambio dentro de los Colts, sino una ventana de oportunidad para más mujeres líderes en el deporte profesional. “Está en nuestras manos demostrar que estamos más que capacitadas para dirigir esta organización, como lo desearía nuestro padre”, aseguró Gordon.
Un desafío con miras al Super Bowl
Con esta transición, las nuevas líderes ahora deberán afrontar los retos deportivos y empresariales que conlleva la NFL moderna. El equipo viene de una serie de temporadas mediocres, y la presión por regresar a la élite es evidente. Según Gordon, el principal objetivo es claro: traer otro título a Indianápolis.
"Su mayor amor, después de su familia, fue tener la bendición de ser un administrador de los Colts", concluyó Gordon. "Ahora es nuestro privilegio compartir esa misma responsabilidad. Y lo haremos con pasión, habilidad y un enorme corazón".
El futuro de los Colts... con sello femenino
En una liga donde la tradición muchas veces predomina sobre la transformación, el caso de las hermanas Irsay destaca como una apuesta valiente y visionaria. Están redefiniendo lo que significa heredar una franquicia: lejos de limitarse a conservar, estas mujeres están decididas a evolucionar, a innovar y a guiar a los Colts hacia una nueva era de éxito, sin alejarse de los valores fundamentales inculcados por su padre.
El reto es inmenso, pero también lo son el amor, la preparación y el legado que las impulsan. Indianápolis puede estar tranquila: su equipo está en buenas manos.