El desafío de reconstruir Siria: entre esperanzas internacionales y una economía devastada
Con el régimen de Assad depuesto, el FMI ofrece su primera visita en más de una década y traza un plan para levantar un país destruido tras 13 años de conflicto
Un país en ruinas que busca renacer
Tras más de una década de devastación, Siria se encuentra en una encrucijada histórica. La caída del régimen de Bashar al-Assad, oficialmente depuesto en diciembre de 2024 por una insurgencia liderada por el actual presidente Ahmad al-Sharaa, ha abierto un nuevo capítulo lleno de incertidumbre pero también de posibilidades. En medio de esta transición, el Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó su primera visita al país desde 2009, con un objetivo ambicioso: delinear una hoja de ruta para la reconstrucción económica y la estabilidad institucional.
El costo de la guerra: cifras escalofriantes
El conflicto sirio, iniciado en 2011 con manifestaciones prodemocráticas que fueron brutalmente reprimidas por el régimen de Assad, dejó un saldo humano y material estremecedor. Según Naciones Unidas, aproximadamente 500.000 personas murieron y cerca de 6 millones huyeron del país. Además, se calcula que el 90% de la población que permaneció en Siria vive hoy en la pobreza, dependiendo casi exclusivamente de la ayuda humanitaria.
Durante años, informes internacionales como los de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de la ONU han evaluado el costo de la reconstrucción de Siria. En 2017, se estimó en 250.000 millones de dólares. Para 2024, hay expertos que elevan esa cifra hasta los 400.000 millones US$.
La visita del FMI: ¿un nuevo comienzo?
En junio de 2024, una misión del FMI pasó cinco días en Damasco, reuniéndose con figuras clave del reciente gobierno, incluidos el ministro de Finanzas y el gobernador del Banco Central. El objetivo fue claro: preparar el terreno para una colaboración económica internacional que permita resucitar una economía reducida a la mínima expresión.
"Siria enfrenta enormes desafíos tras años de conflicto que causaron un sufrimiento humano inmenso y redujeron su economía a una fracción de su tamaño original", declaró el organismo financiero internacional.
A pesar de las carencias institucionales, el FMI destacó el compromiso y el conocimiento técnico del personal sirio, lo que podría facilitar un proceso de estabilidad monetaria y fiscal si se recibe el apoyo necesario.
Pasos urgentes que debe dar Siria
El FMI delineó un conjunto de reformas urgentes que Siria debe implementar:
- Mejorar el sistema tributario para aumentar la recaudación interna.
- Equilibrar el presupuesto nacional para garantizar el pago de salarios, salud y educación.
- Empoderar al Banco Central para restaurar la confianza en la moneda local.
- Reformar el sistema bancario conforme a estándares internacionales.
Estos puntos forman parte de una hoja de ruta de política económica y fortalecimiento institucional diseñada por el FMI en conjunto con las autoridades sirias.
La geoeconomía en acción: Qatar, Turquía y Arabia Saudita como aliados clave
Siria comienza a ver los frutos del restablecimiento diplomático con países del Golfo y vecinos regionales. Arabia Saudita y Qatar no sólo se han comprometido a reabrir rutas aéreas con Damasco, sino que pagaron la deuda externa siria con el Banco Mundial, cercana a los 15.000 millones de dólares, como gesto de buena fe hacia un futuro de colaboración.
Además, está sobre la mesa el desarrollo de proyectos de inversión público-privados con empresas saudíes y turcas en áreas como infraestructura, energía y telecomunicaciones. Todo esto como parte del plan de relanzamiento económico del nuevo gobierno.
El papel de Occidente: señales encontradas
Mientras tanto, el rol de los países occidentales sigue siendo ambiguo. Aunque Donald Trump anunció el levantamiento de sanciones estadounidenses que pesaban sobre Siria desde hace décadas, la velocidad de ese proceso y su profundidad siguen en entredicho. Por su parte, la Unión Europea y Reino Unido han reducido algunas sanciones, pero no han dado un gesto tan amplio como el de los países del Golfo.
Según analistas de relaciones internacionales, el interés principal de Occidente radica ahora más en evitar la migración masiva y el terrorismo transfronterizo que en liderar una reconstrucción completa, lo que deja espacio geopolítico a Rusia, China e Irán.
Un aparato institucional debilitado, pero no colapsado
Durante la visita del FMI, su equipo se mostró sorprendido por la institucionalidad aún operativa en Siria pese a años de guerra. "El personal del Ministerio de Finanzas y del Banco Central demostró un compromiso fuerte y un sólido entendimiento de los desafíos por venir". Esta observación es crucial porque permite articular ayuda no sólo financiera, sino también técnica y de capacitación en todos los niveles de la administración pública siria.
Entre los proyectos que se barajan se encuentran:
- Modernización del censo de población, crucial para diseñar políticas sociales efectivas.
- Recuperación del sistema estadístico nacional, paso esencial para atraer inversiones privadas.
- Digitalización del presupuesto y de la administración tributaria.
Desafíos humanitarios: los olvidados del conflicto
Además de la destrucción de ciudades enteras como Alepo, Homs y Raqqa, Siria enfrenta una crisis humanitaria profunda. Más de 13 millones de personas se encuentran en necesidad urgente de asistencia, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Los campamentos de desplazados internos son escenarios de pobreza extrema, enfermedades y carencias educativas.
El nuevo gobierno de al-Sharaa ha prometido acelerar la repatriación de refugiados con incentivos de vivienda y empleo, pero organismos internacionales reclaman avances concretos en reformas legales, como la restitución de propiedades confiscadas arbitrariamente durante el régimen anterior.
Símbolos de renacimiento: de las ruinas al turismo religioso
Curiosamente, algunos expertos señalan que el turismo religioso podría ser una plataforma fundamental para el renacer económico de Siria. Lugares como Maaloula, una aldea donde aún se habla arameo, el idioma de Cristo, o la histórica ciudad de Damasco, podrían captar millones en divisas si se logran garantizar ciertas condiciones de seguridad.
Ya se han realizado pequeñas peregrinaciones musulmanas y cristianas desde Europa y el Cáucaso, con intenciones de reforzar la diplomacia cultural y religiosa.
¿Está el mundo preparado para apoyar a Siria?
La pregunta clave es si la comunidad internacional, más allá de gestos y declaraciones, realmente invertirá en la reconstrucción de Siria. La experiencia de Irak y Afganistán ha dejado escepticismo entre donantes tradicionales. Sin embargo, Siria representa una pieza estratégica en el ajedrez del Cercano Oriente, y su estabilidad podría traer beneficios no sólo a nivel regional, sino también global.
Mientras tanto, el pueblo sirio, abatido pero no vencido, espera que esta vez las promesas no se diluyan entre cumbres diplomáticas y declaraciones vacías. Como en las ruinas de Palmira, cubiertas por la arena y las balas, todavía hay esperanza de que resurja una Siria que ofrezca dignidad, trabajo y paz para su gente.