Los Ángeles bajo fuego: protestas, política e imagen global en juego

El conflicto entre Trump y la ciudad pone en riesgo la reputación internacional de Los Ángeles antes de los Juegos Olímpicos

Una ciudad dividida por la política y la protesta

La ciudad de Los Ángeles, conocida como "la ciudad de los sueños", se encuentra en medio de una tormenta política y social que amenaza su imagen internacional. Lo que comenzó como una protesta por las redadas migratorias llevadas a cabo por agentes federales ha escalado en un conflicto de visibilidad mundial, justo cuando la ciudad se prepara para recibir dos eventos deportivos de talla mayor: la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de 2028.

El presidente Donald Trump no ha perdido oportunidad para avivar la controversia, afirmando que la ciudad está siendo "invadida por inmigrantes ilegales" y que fuerzas violentas han tomado las calles. En contraste, la alcaldesa Karen Bass ha llamado al civismo y ha denunciado lo que califica como una "narrativa de caos creada desde la Casa Blanca".

La protesta que agitó el centro de Los Ángeles

Todo comenzó con una manifestación frente a un centro de detención federal, donde decenas de personas protestaban por la detención de más de 40 inmigrantes sin antecedentes penales. El conflicto rápidamente escaló. Videos y fotografías muestran a Waymo robotaxis ardiendo en llamas, fuertes cargas policiales con gas lacrimógeno, y un edificio federal cubierto de grafitis.

Los manifestantes, entre ellos activistas pro-inmigrantes como Adam Lerman, advierten que las protestas continuarán si las autoridades federales insisten en su política de deportaciones. “Estamos hablando de un nuevo motín cada día”, dijo Lerman. “Todos saben que están jugando con fuego”.

Una ciudad internacional atrapada en su propio laberinto

Los Ángeles no es solo otra gran urbe americana. Es una metrópoli profundamente marcada por la migración. Más del 50% de la población es latina, y aproximadamente un tercio de sus residentes nacieron fuera de Estados Unidos. En el sistema de educación pública de Los Ángeles, se hablan más de 150 idiomas diferentes.

Su escudo oficial aún rinde homenaje a los periodos español y mexicano del territorio. Todo ello hace que la narrativa de invasión promovida por la Casa Blanca choque con la identidad multicultural profundamente arraigada en la ciudad.

Trump vs. California: un conflicto con historia

No es la primera vez que Trump y las autoridades de California chocan en torno a temas de migración. En el pasado, el estado ha sido blanco de críticas presidenciales por sus políticas de "ciudad santuario". Pero el despliegue de 5.000 soldados de la Guardia Nacional marca una nueva fase: una militarización abierta del conflicto migratorio.

“Lo último que necesitamos es una escalada de este tipo”, aseguró Karen Bass en una rueda de prensa. Y es que los más de 470 millas cuadradas que conforman la ciudad han visto brotes de violencia esencialmente concentrados en el centro, un distrito que ya venía rezagado tras la pandemia y cuyos rascacielos sufren hoy altos índices de vacancia.

Una imagen mundial en juego

Los Ángeles tiene una doble misión: abrazar su posibilidad de ser anfitriona de eventos globales, y deshacerse de la mancha mediática que la identifica con desastres: incendios forestales, disturbios sociales, y ahora, una crisis migratoria sobredimensionada con fines políticos.

“Este no es exactamente el tipo de publicidad que uno quiere cuando está a punto de organizar un evento deportivo de talla mundial”, dijo Jules Boykoff, profesor en Pacific University y experto en los impactos de las Olimpiadas.

Imágenes de calles cubiertas de escombros, edificios atacados y taxis autónomos en llamas son difíciles de ignorar cuando se está intentando vender al mundo una versión pulcra, moderna y artística de Los Ángeles.

Crisis de liderazgo: Bass bajo asedio

Además de los disturbios y el pulso con el gobierno federal, Bass también enfrenta una crisis política en casa. Enfrenta críticas por su ausencia durante los devastadores incendios forestales de enero, así como por un déficit presupuestario que pone en duda la capacidad operativa de la ciudad a largo plazo.

En las redes sociales, Trump no ha dudado en pintar a la alcaldesa como "incompetente" y ha amenazado incluso con apoyar al gobernador Gavin Newsom al ser arrestado por su manejo de las protestas. Un escenario absolutamente surrealista, pero coherente con la era política hiperpolarizada que vive EE.UU.

El peso de la historia: protestas, raza y represión

El despliegue de tropas de la Guardia Nacional en Los Ángeles evoca momentos oscuros en la historia de la ciudad. En 1992, los disturbios tras el veredicto de Rodney King también llevaron a las autoridades a militarizar las calles. En 2020, las protestas por George Floyd generaron un panorama similar. La presencia de soldados en las calles trae consigo una carga histórica que la población no olvida fácilmente.

El politólogo Jack Pitney, del Claremont McKenna College, expresó que “la percepción lo es todo en política, y en este momento, la percepción dominante de Los Ángeles no es un atardecer junto al Pacífico o la magia de Hollywood, sino un taxi ardiendo”.

Un reto con fecha límite: 2028

El reloj corre. La ciudad tiene poco tiempo para sanar sus heridas internas y presentarse como la ciudad dinámica e inclusiva que aspira a ser. Con visores de todo el mundo observando, la forma en que Los Ángeles gestione esta crisis podría definir no sólo el éxito de sus próximos eventos globales, sino también su identidad futura como metrópolis multicultural.

Mientras tanto, en las calles del centro, brigadas de limpieza remueven grafitis, barren cristales rotos y lavan fachadas históricas afectadas. Una metáfora perfecta de lo que le espera a Los Ángeles si quiere reconquistar su narrativa: reconstrucción, resiliencia y resistencia política.

La pregunta final: ¿Podrá Los Ángeles ser la ciudad de sueños otra vez?

La respuesta yace en poder equilibrar su diversidad con orden, su historia con progreso, y su presente con visión. En palabras de la alcaldesa Karen Bass: “Esto es sobre el orgullo. Esta es la ciudad de los sueños.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press