Getty Images vs. Stability AI: El juicio que podría redefinir los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial

Un análisis profundo del histórico juicio en Londres que enfrenta al gigante de la fotografía con una startup de IA generativa

Una batalla por los derechos en la era digital

En una sala del Tribunal Superior británico se libra una contienda legal sin precedentes que podría sentar las bases para el futuro de los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial generativa. Se trata del caso que enfrenta a Getty Images, titán de la fotografía con sede en Seattle, contra Stability AI, la startup británica responsable del famoso generador de imágenes Stable Diffusion.

El juicio, que podría extenderse tres semanas, marca un hito al ser el primero de gran escala relacionado con los derechos de autor en el mundo de la IA. ¿Dónde se trazan los límites entre la innovación tecnológica y la apropiación indebida de propiedad intelectual?

¿Qué es Stable Diffusion?

Lanzado en agosto de 2022, Stable Diffusion es un modelo de difusión que permite generar imágenes realistas o artísticas mediante texto. Es uno de los principales impulsores del boom de las imágenes generadas por IA, junto a otros como DALL·E o Midjourney. Fue desarrollado por científicos de la Universidad LMU de Múnich, apoyados por Stability AI y en colaboración con Runway, una empresa neoyorquina.

Este sistema, entrenado en miles de millones de imágenes, puede generar resultados en segundos, lo cual ha fascinado tanto a artistas como a empresas, pero ha generado preocupación entre fotógrafos, ilustradores y agencias de medios debido a su supuesta falta de ética en la obtención de datos.

La demanda de Getty Images: ¿plagio a gran escala?

Getty Images argumenta que Stability AI utilizó sin permiso cientos de millones de imágenes protegidas por copyright que forman parte de su vasta biblioteca. En palabras del CEO de Getty, Craig Peters:

"Lo que hizo Stability fue inapropiado. Los creadores de contenido merecen que se les pida permiso, no que deban optar por salir de algo que nunca aprobaron".

Getty fue uno de los primeros gigantes de medios en contraatacar y presentó sendas demandas en Estados Unidos y el Reino Unido en 2023. Alega una "infracción descarada" de propiedad intelectual que causa potencialmente daños millonarios a los creadores visuales.

El argumento de Stability AI: "uso justo" y tecnicismos legales

Stability AI defiende que su entrenamiento se ajusta a los principios legales de “uso justo” en EE.UU. y “fair dealing” en el Reino Unido, lo cual les permite usar información disponible públicamente para fines de innovación, siempre que no se realice un uso comercial directo de la obra original.

Además, ha intentado desestimar el caso en el Reino Unido argumentando que el entrenamiento del modelo ocurrió técnicamente fuera del país, en servidores de Amazon en EE.UU. Esta ha sido una táctica común entre tecnológicas que desean evitar legislaciones más estrictas.

¿Por qué este juicio es tan importante?

Este proceso podría representar para la IA generativa lo que el juicio de Napster fue para la música digital en los años 2000. Ahora, los tribunales tienen que responder a preguntas fundamentales:

  • ¿Se puede entrenar un sistema de inteligencia artificial con obras protegidas sin permiso si no se replica directamente la obra?
  • ¿Cómo se define el "uso justo" en un contexto algorítmico?
  • ¿Quién protege a los creadores de contenido frente a tecnologías que los replican?

Históricamente, cada gran revolución tecnológica ha chocado con los derechos de autor. Desde el gramófono hasta el streaming, todos fueron resistidos inicialmente por las industrias creativas. Sin embargo, lo que diferencia a la IA generativa es su escala y velocidad.

Un precedente global

Si Getty gana el juicio, podría sentar un precedente que obligue a todas las empresas de IA generativa a:

  • Pagar licencias por los materiales usados en el entrenamiento de modelos.
  • Implementar sistemas de consentimiento previo, en lugar de permitir que los artistas opten por salirse.
  • Establecer una industria regulada con controles éticos más estrictos.

Esto también podría abrir una avalancha de demandas similares por artistas, diseñadores, ilustradores y cineastas cuyas obras fueron recopiladas sin su conocimiento para alimentar máquinas de generación masiva de contenido.

La presión desde la cultura y la política

La demanda de Getty no es aislada. Grupos como Artist Rights Alliance en EE.UU., sindicatos de guionistas y plataformas como DeviantArt han manifestado preocupaciones similares. De hecho, más de 10.000 artistas firmaron una petición global para regular el uso de obras en el entrenamiento de IA a finales de 2023.

Incluso legisladores en Estados Unidos han comenzado a introducir proyectos de ley para exigir transparencia y compensación en la formación de modelos de IA.

¿Una solución intermedia?

Algunas voces dentro de la industria proponen alternativas prácticas:

  • Crear bases de datos de entrenamiento públicas, verificadas y con contenido explícitamente licenciado.
  • Desarrollar modelos entrenados solo con contenido de dominio público o bajo licencias abiertas (Creative Commons, por ejemplo).
  • Establecer un estándar internacional de "etiquetas de uso en IA", que permita a artistas decidir qué tipo de uso permiten.

Estas alternativas equilibrarían innovación y ética, pero también necesitan voluntad empresarial y cooperación legal a gran escala.

¿Y el arte humano?

Hay una inquietud de fondo que va más allá del copyright: ¿seguirá habiendo espacio para el arte humano en un mundo donde es más rápido y barato generar 100 imágenes con un algoritmo que contratar a un artista?

La historiadora del arte Charlotte Jansen, escribiendo para The Guardian, afirmó:

"Los modelos de IA pueden imitar el estilo, pero no el alma del arte. A largo plazo, dependemos de la autenticidad de la experiencia humana para crear significado."

Es por eso que muchos ven este juicio como una defensa no solo legal, sino cultural: una oportunidad para reivindicar el valor de la creatividad humana en una era digital saturada de contenido automatizado.

El veredicto esperado

Se espera que la sentencia, cuya primera fase avanza en las próximas semanas, siente un precedente relevante a nivel internacional. A diferencia de EE.UU., donde otros casos similares aún están en fase preliminar, este juicio en Londres podría marcar el primer ejemplo claro de cómo los tribunales abordarán los límites de uso de datos en la IA.

Mientras tanto, el mundo observa con atención. En juego no solo está el modelo de negocio de una startup innovadora o la hegemonía de una agencia fotográfica, sino el paradigma legal que definirá cómo se genera arte, contenido y propiedad intelectual en los años por venir.

Porque en la era de la IA generativa, el verdadero valor no está solo en quién genera la imagen, sino en quién tiene derecho a contar la historia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press