Miguel Uribe Turbay: El atentado que sacude a Colombia y revive los fantasmas del pasado
El ataque al senador conservador, aspirante presidencial, revive una era de violencia política y pone en jaque la seguridad democrática del país
Bogotá, Colombia — La política colombiana sufrió un golpe estremecedor el pasado sábado, cuando el senador Miguel Uribe Turbay, figura emergente del conservadurismo y aspirante presidencial, fue víctima de un atentado armado durante un evento político en el barrio Fontibón de la capital. El ataque, captado en video y difundido ampliamente en redes sociales, dejó en estado crítico al congresista de 39 años y evocó uno de los periodos más oscuros y sangrientos de la historia reciente del país.
Una escena aterradora en Bogotá
Durante el mitin, en un parque de Fontibón, Uribe Turbay fue disparado desde atrás por un agresor joven, presuntamente un menor de 15 años, quien más tarde fue detenido por la policía con un arma de fuego. El senador recibió dos impactos de bala, uno de ellos en la cabeza, situación que lo envió de inmediato a la clínica Fundación Santa Fe, donde fue sometido a una neurocirugía así como a una intervención en su muslo izquierdo.
El parte médico emitido horas después describía su estado como "extremadamente grave" y con pronóstico reservado. Decenas de personas se congregaron frente a la clínica para orar por su pronta recuperación, mientras el país seguía expectante cada actualización de su condición.
¿Quién es Miguel Uribe Turbay?
Miembro del partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez (sin parentesco), Miguel Uribe no es un desconocido para la política. Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala (1978-1982) e hijo de la periodista Diana Turbay, quien fue secuestrada y muerta durante un operativo fallido de rescate en 1991 por el cartel de Medellín, su vida ha estado marcada desde temprano por la violencia política.
Electo al Concejo de Bogotá en 2012 con apenas 25 años, ocupó en 2016 la Secretaría de Gobierno de la ciudad. En 2022 dio el salto al Senado como uno de los jóvenes con más proyección del uribismo. En marzo de este año anunció formalmente su candidatura presidencial para las elecciones de 2026, con un fuerte énfasis en seguridad ciudadana, inversión y desarrollo económico como ejes de su discurso.
La seguridad política: un asunto pendiente
El atentado ha puesto en tela de juicio la seguridad de los líderes políticos, e incluso del propio sistema democrático colombiano, que en las décadas de los 80 y 90 vivió múltiples asesinatos de figuras clave.
- Luis Carlos Galán (1989), candidato presidencial, asesinado por el narcotráfico.
- Carlos Pizarro (1990), excomandante del M-19 y también candidato, asesinado después de firmar la paz.
- Álvaro Gómez Hurtado (1995), asesinado en circunstancias aún no completamente esclarecidas.
La historia de Colombia está empapada de sangre política, lo que hace que estos eventos actuales resuenen con una fuerza particularmente dolorosa. Como señaló la Defensoría del Pueblo tras el ataque: “Colombia no puede volver a una época en la que la violencia destruye las ideas y silencia liderazgos.”
Reacciones y condenas nacionales e internacionales
El presidente Gustavo Petro condenó el ataque en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad y anunció una investigación "con transparencia total para establecer responsabilidades". Incluso, canceló un viaje oficial a Francia debido a la "gravedad del incidente".
Desde el exterior, líderes de EE.UU., Chile, Ecuador y la Unión Europea también expresaron rechazo al ataque. El senador estadounidense Marco Rubio declaró en X (antes Twitter):
“Estados Unidos condena en los términos más enérgicos el intento de asesinato del senador Miguel Uribe. Este es un atentado directo contra la democracia colombiana.”
En contraste, Rubio también instó a Petro a moderar su discurso y proteger a los funcionarios de amenazas internas y externas. “La retórica violenta desde los altos mandos del gobierno también tiene consecuencias,” concluyó.
Un sospechoso, muchas preguntas
El principal sospechoso del ataque es un menor de 15 años, quien fue capturado en el lugar del atentado con una herida en la pierna. Fue trasladado a otra clínica para su recuperación mientras autoridades adelantan investigaciones para establecer quién lo reclutó y por qué lo hizo.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó que más de 100 efectivos están involucrados en la pesquisa. Si bien no se ha hecho público un móvil claro, se especula sobre posibles móviles ideológicos o ataques planeados por organizaciones clandestinas, dada la preparación y el símbolo del acto.
Democracia en jaque: ¿símbolo o advertencia?
Además del franco atentado, el ataque a Miguel Uribe revive cuestionamientos profundos sobre el clima político de Colombia. En un país donde los discursos polarizantes han ocupado el centro del debate, el uso de la violencia como mecanismo de intimidación política genera alarma sobre la calidad y estabilidad democrática.
Según el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA), Colombia es considerada una “democracia en transición”, lo que implica que aún no ha consolidado del todo sus mecanismos institucionales. Hechos como este incrementan el escepticismo ciudadano y la percepción de vulnerabilidad.
Un fantasma que no se va
La figura de Miguel Uribe Turbay se ha construido alrededor de la idea de superación del pasado violento. En su video de campaña publicado el año pasado en Antioquia, expresó:
“Fue aquí, entre estas montañas, donde Pablo Escobar secuestró a mi madre. Yo tenía cinco años cuando fue asesinada. Desde entonces decidí no tener miedo.”
Este episodio, entonces, no solo lo amenaza a él como individuo, sino que hiere a todo un proyecto político que busca, justamente, dejar atrás la violencia de tiempos pasados.
Con las elecciones presidenciales previstas para el 31 de mayo de 2026, el atentado podría cambiar el rumbo de una campaña que apenas comienza. Uribe Turbay no lideraba las encuestas, pero su perfil comenzó a tomar más fuerza en sectores conservadores que buscan renovar liderazgos tradicionales.
Una nación a la expectativa
Hoy, Colombia vuelve a sostener la respiración. Mientras decenas oran afuera de un hospital, muchos se hacen la misma pregunta: ¿seremos capaces, esta vez, de evitar que la historia se repita?
Lo que está en juego no es solo la vida de un senador joven con aspiraciones. Es la viabilidad de una democracia que aún se tambalea entre la esperanza, el miedo y los fantasmas no resueltos de su propio pasado.
Imagen: Personas marchan hacia la clínica donde se encuentra el Senador Miguel Uribe Turbay tras ser herido por arma de fuego en Bogotá, 8 de junio de 2025. Foto: Ivan Valencia