Kayla Harrison: De campeona olímpica a reina del octágono
La judoca histórica que desafía el trono de Amanda Nunes y usa su historia para inspirar y proteger
Kayla Harrison no es una luchadora cualquiera. Su nombre se ha convertido en sinónimo de excelencia, perseverancia y resiliencia. Desde los tatamis del judo olímpico hasta el centro del octágono en la UFC, su recorrido deportivo ha sido tan épico como emotivo. A sus 34 años, Harrison no solo ha hecho historia por sus logros deportivos, sino también por su valor al compartir su difícil pasado y usarlo como impulso para ayudar a otros.
Una gloria forjada en los Juegos Olímpicos
En 2012, Harrison se convirtió en la primera estadounidense en ganar el oro olímpico en judo al derrotar a la británica Gemma Gibbons en la categoría de 78 kg. Cuatro años después, reafirmó su dominio con una segunda medalla dorada en los Juegos de Río 2016. Su legado quedó grabado en la historia del deporte estadounidense como un hito sin precedentes.
Pero tras su segunda medalla olímpica, Harrison decidió buscar nuevos retos. Su paso al Mixed Martial Arts (MMA) en 2018 fue observado con escepticismo por algunos especialistas, considerando la alta competencia de la UFC. Sin embargo, ella demostró que estaba más que lista para dominar otro escenario.
Nueva reina en la UFC
En su tercera pelea dentro de la UFC, Harrison venció a Julianna Peña, conocida por haber dado una de las sorpresas más grandes del deporte al derrotar a Amanda Nunes en 2021. En UFC 316, celebrado en New Jersey en un Prudential Center repleto —y con la presencia del expresidente Donald Trump y del legendario Mike Tyson—, Harrison logró una sumisión técnica en el segundo round para coronarse campeona del peso gallo (135 lbs).
Después de la victoria, no tardó en llamar a la próxima contendiente: Amanda Nunes. Quien fuera su compañera de entrenamiento y actual miembro del Salón de la Fama de la UFC, se subió al octágono para protagonizar un intenso cara a cara con Harrison. Ya se habla del enfrentamiento como un supercombate femenino histórico.
El peso de la historia personal
Pero más allá de los récords y títulos, la historia de Harrison está marcada por su valentía fuera del deporte. Ha hablado abiertamente sobre el abuso sexual que sufrió durante su adolescencia a manos de un antiguo entrenador. Fue una etapa oscura en su vida que casi la lleva a abandonar su carrera e incluso considera el suicidio.
“No quiero que ningún niño o niña se sienta solo, sucio o con vergüenza”, declaró Harrison en una rueda de prensa reciente. “Quiero ser esa voz que ellos necesitan, quiero ponerle cara al trauma y destruir el silencio”.
Su libro autobiográfico y su activismo han hecho eco en numerosas campañas sobre abuso infantil en el deporte, convirtiéndola en referente de lucha no solo física, sino social y emocional.
Una vida de luchas dentro y fuera del octágono
En 2019, su vida dio un nuevo giro. Tras la enfermedad de su madre y la muerte de su padrastro, asumió el rol de madre adoptiva de su sobrina y sobrino. Su hermana biológica no estaba en condiciones de cuidar a los pequeños, por lo que Harrison decidió hacerse cargo de manera permanente. Como madre soltera y atleta profesional, su historia inspiró aún más respeto y admiración en el mundo del deporte.
“Estos niños me dieron una razón más poderosa para seguir adelante”, expresó. “Ahora no solo peleo por mí, sino por mi familia”.
El reto Nunes y lo que está por venir
El enfrentamiento con Amanda Nunes sería un duelo de leyendas. Aunque la brasileña se retiró en 2023, aún necesita al menos seis meses en el programa de pruebas antidopaje de la USADA para poder volver a competir. Sin embargo, el ambiente ya se está calentando y es cuestión de tiempo para que el combate se oficialice.
En sus redes sociales, Nunes afirmó: “Nos veremos en el futuro”. La expectativa es inmensa. Con dos bicampeonas consideradas en la cima del MMA femenino, el enfrentamiento puede redefinir el legado de ambas. ¿Será Harrison capaz de destronar a la “Leona”? El peso emocional de ese combate podría convertirlo en uno de los más relevantes de la historia reciente del deporte.
Impacto mediático y político
El momento también tuvo una repercusión fuera del octágono. Después de su victoria, Harrison bajó del ring y colocó su cinturón sobre el hombro del expresidente Donald Trump. Ambos se abrazaron mientras Mike Tyson observaba, generando una imagen que se volvería viral en redes.
“Estaba como en una película”, dijo emocionada. “¡El presidente me dio un beso en la mejilla y luego estaba Mike Tyson ahí! No podía creerlo”.
El detalle político no es menor. La UFC y su presidente Dana White han sido aliados de Trump en varias ocasiones públicas, y la popularidad de peleadores republicanos ha crecido. Harrison, sin inclinarse abiertamente por un partido, sigue siendo una figura respetada por distintos sectores y ya ha sugerido que no tendría problema en visitar la Casa Blanca si se le invita.
Kayla Harrison: más que una campeona
Con un récord profesional de 19-1 y títulos en PFL y ahora la UFC, Harrison ya es considerada una de las mejores luchadoras libra por libra del planeta.
Según cifras de la UFC, su victoria contra Peña generó una de las mayores audiencias de un evento televisado en los últimos 12 meses, impulsando aún más su imagen a nivel mundial. Y aunque su contrato aún no ha sido renovado, se espera una muy lucrativa extensión con cláusulas para combates estelares.
Pero para Kayla, nada de eso importa tanto como el camino recorrido:
“Este cinturón es hermoso, pero lo que más me llena es el viaje. Hoy soy mamá, campeona y soy libre. Mi espíritu es irrompible, y mi fe inquebrantable”.
Lo que viene podría ser legendario. Pero aun si no se concreta el combate con Nunes, Harrison ya ha dejado claro que su vida y legado van mucho más allá de un solo título. Ella lucha por algo más grande: por sanar, proteger e inspirar.