Don Nelson, Shai Gilgeous-Alexander y el ADN de la grandeza en las Finales de la NBA

Una mirada apasionada a un legado de innovación, lealtad y excelencia en un momento decisivo del baloncesto

Una noche histórica en Oklahoma City

En el marco del segundo partido de las Finales de la NBA entre Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers, dos figuras del baloncesto protagonizaron una noche cargada de simbolismo, méritos históricos y protesta silenciosa: Shai Gilgeous-Alexander, la nueva cara del MVP, y Don Nelson, uno de los estrategas más influyentes de la historia de la liga.

La narrativa de la temporada 2023-2024 parecía haber sido escrita para el cine. No solo Shai Gilgeous-Alexander cruzó el umbral de los 3,000 puntos, una cifra elusiva que pocos han alcanzado, sino que además Don Nelson fue homenajeado con el premio Chuck Daly Lifetime Achievement por su legado incomparable como entrenador, reformador del juego y defensor de las figuras generacionales.

Shai Gilgeous-Alexander: un puesto en la historia

Con una bandeja de 10 pies de distancia restando 8:24 del primer cuarto, Gilgeous-Alexander alcanzó los 3,000 puntos esta temporada, combinando temporada regular y playoffs. Es apenas la 25ª vez en la historia que un jugador logra esa hazaña. Los únicos en haberlo hecho antes son leyendas como Michael Jordan (10 veces) y Wilt Chamberlain (5 veces).

Lo asombroso es que también repartió más de 600 asistencias, siendo solo el cuarto jugador en lograr esa combinación histórica, junto con Jordan, James Harden y Luka Doncic.

“Shai ha redefinido el papel del escolta. Su capacidad para generar puntos y armar juego simultáneamente recuerda lo que solo unas pocas superestrellas han logrado antes”, afirmó el analista Zach Lowe en ESPN.

Su primer juego de las Finales fue una exhibición de dominio: 38 puntos ante los Pacers. A pesar de la derrota del Thunder, SGA se consolida como el alma de un equipo con hambre de título por primera vez desde la era de Kevin Durant y Russell Westbrook.

Don Nelson: protesta silenciosa y homenaje eterno

Mientras los reflectores brillaban sobre Gilgeous-Alexander dentro de la cancha, Don Nelson llamó la atención por motivos muy distintos en la conferencia de prensa previa al juego: llevaba puestos los zapatos de la línea de Luka Doncic, como forma de protesta.

“Es una protesta. Fue un error tremendo de Dallas dejar ir a Luka. Quiero que todos lo sepan. Estoy con él”, declaró Nelson, visiblemente molesto por la decisión de su exequipo.

Luka Doncic fue traspasado esta temporada a los Lakers a cambio de Anthony Davis. El traspaso causó conmoción en la liga, no solo por su impacto inmediato, sino por lo que representa: dejar ir a un talento generacional es, para figuras como Nelson, una herejía.

Una lección de lealtad de Red Auerbach

Don Nelson, fiel a las enseñanzas de su mentor Red Auerbach, dejó claro su credo filosófico ante los medios:

“Con un gran jugador como Bill Russell o Havlicek, no lo dejas ir. Lo mantienes de por vida. Cuelgas su camiseta y lo honras hasta el fin”.

Nelson dirigió a los Mavericks durante ocho temporadas y su hijo Donnie fue ejecutivo de la franquicia hasta 2021. Es natural que el traspaso de Doncic, una estrella que había redefineado la era post-Dirk Nowitzki, le resultara tan doloroso a alguien con vínculos tan profundos con la ciudad.

Nelson: el verdadero arquitecto del futuro NBA

Nelson no fue solo un talentoso entrenador; fue, en palabras del entrenador Rick Carlisle, “un innovador revolucionario en la historia del baloncesto”. Durante las décadas de los 80 y 90, introdujo elementos que hoy son la norma: juego acelerado, uso intensivo del triple, ofensivas invertidas (con pívots distribuyendo juego) y defensas disruptivas.

Nelson fue tres veces Entrenador del Año y se retiró en 2010 como el más ganador en la historia de la NBA con 1,335 victorias, marca que mantuvo hasta 2022, cuando Gregg Popovich lo superó.

La era “Run TMC” y el Point Forward

Nelson popularizó el “point forward”, un alero que arma el juego, concepto encarnado por jugadores como Paul Pressey y más adelante LeBron James. Su etapa más recordada fue con los Golden State Warriors de “Run TMC”, liderados por Mitch Richmond, Tim Hardaway y Chris Mullin.

“Lo que hizo con esa ofensiva fue brillante. Estaba décadas adelante del juego”, dijo el actual coach de Oklahoma, Mark Daigneault.

Un premio especial: galardón Chuck Daly

En la ceremonia previa al juego, Nelson recibió el Chuck Daly Lifetime Achievement Award, otorgado por la Asociación Nacional de Entrenadores. Es un reconocimiento a la integridad, excelencia competitiva y promoción del juego.

“Este premio es tan significativo como mi ingreso al Salón de la Fama en 2012”, dijo un emocionado Nelson.

Chuck Daly y Nelson fueron contemporáneos con un balance parejo en enfrentamientos directos: 21 ganados, 20 perdidos para Nelson. Esa rivalidad, basada en respeto, le da un sabor más simbólico aún al galardón.

Una noche, dos generaciones, un legado eterno

Mientras SGA escribe un nuevo capítulo en la historia inmediata de la NBA, Don Nelson recuerda los fundamentos que no deben olvidarse. Ambos representan puntos opuestos de una misma línea de progreso: el presente vibrante y el pasado que sigue moldeando cada jugada, cada decisión.

La protesta de Nelson no es solo una defensa de Doncic, sino también una advertencia contra el olvido de los valores tradicionales del deporte: la lealtad, la visión a largo plazo, el respeto al talento puro. Valores que él mismo representó toda su vida, en una NBA menos corporativa y más humana.

A veces, las Finales de la NBA no son solo una serie de partidos. Son un escenario en el que se cruzan líneas de tiempo, ideologías y almas del baloncesto. Esta fue una de esas veces. Y el resultado no será solo un trofeo, sino un recuerdo eterno.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press