Detenciones masivas y protestas en Los Ángeles: ¿Quién protege a quién?

Tras una redada de ICE en la que arrestaron a más de 40 personas, la ciudad angelina se convierte en un nuevo campo de batalla entre derechos humanos y políticas migratorias

Una operación federal que desató indignación

El viernes 6 de junio de 2025, Los Ángeles fue el escenario de una nueva e intensa confrontación entre fuerzas federales de inmigración y la ciudadanía. Más de 40 personas fueron detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), generando un efecto dominó de protestas que se extenderían por todo el fin de semana. Las escenas, difundidas a través de redes sociales, mostraban agentes de la Patrulla Fronteriza en equipo antimotines, enfrentamientos, gases lacrimógenos y gritos de indignación.

La operación, realizada principalmente en el barrio de Paramount, incluyó redadas en un parque industrial y en el distrito de la moda de la ciudad tras la emisión de órdenes de registro contra un empleador acusado de contratar trabajadores con documentos falsificados.

Los rostros detrás de los arrestos

Los arrestos, según informes, se dieron en su mayoría en el contexto laboral. Tiendas como Home Depot y hasta una panadería fueron puntos donde trabajadores fueron detenidos. Activistas y abogados afirman que muchos de los detenidos llevaban años residiendo en Estados Unidos, sin historial criminal y con familias establecidas.

“No estamos hablando de criminales que representan una amenaza para la sociedad”, declaró Rosa Hernández, abogada de inmigración con sede en Los Ángeles. “Estamos hablando de padres de familia, de trabajadores esenciales que han sostenido esta ciudad, incluso durante la pandemia”.

Una protesta que se volvió multitudinaria

La respuesta ciudadana no tardó en llegar. La noche del viernes, decenas de personas se congregaron frente a un centro de detención federal con pancartas que decían “Ningún ser humano es ilegal” y “ICE fuera de LA”. Los manifestantes fueron dispersados con balas de goma, gas lacrimógeno y granadas luminosas. Un video ampliamente difundido mostraba cómo una líder sindical era arrestada violentamente por fuerzas federales.

“ICE fuera de Paramount. ¡Los vemos por lo que son! ¡No son bienvenidos aquí!”, gritaba una mujer por un megáfono mientras rodeaba a un convoy de vehículos federales. La tensión fue tan alta que hubo cierre de calles y enfrentamientos físicos con las fuerzas de seguridad.

ICE y la legitimidad de las redadas

El director interino de ICE, Todd Lyons, defendió la operación calificándola como legal y necesaria. “ICE continuará aplicando las leyes migratorias de nuestra nación y arrestando a extranjeros ilegales criminales”, dijo en un comunicado el sábado.

Sin embargo, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, criticó duramente el despliegue federal, alegando que la administración estaba “sembrando terror” en la segunda ciudad más grande de EE. UU. “Estas acciones no son medidas de seguridad, son ataques a nuestras comunidades”, dijo. La disputa entre Bass y las autoridades de inmigración refleja el conflicto mayor entre gobiernos locales y federales en torno al papel de ICE.

Un patrón que ya hemos visto

No es la primera vez que se generan protestas masivas en Los Ángeles por acciones de ICE. En 2019, durante la administración Trump, ocurrieron redadas similares que llevaron a detenciones masivas y protestas que terminaron en el ayuntamiento. Según datos del Pew Research Center, más de 3 millones de inmigrantes indocumentados viven en California, siendo uno de los estados con mayor población migrante en el país.

California ha intentado blindar a sus comunidades a través de leyes como la S.B. 54, conocida como la “Ley de Valores de California”, que limita la cooperación entre autoridades locales y agencias federales de inmigración. Sin embargo, redadas como la del 6 de junio demuestran que ICE sigue teniendo un alcance amplio cuando se trata de aplicar las leyes a nivel federal.

El rol de los medios y las redes sociales

Las redes sociales jugaron un papel determinante al difundir videos y testimonios en tiempo real. Hashtags como #ICEoutofLA y #StopTheRaids se volvieron tendencia en X (antes Twitter) e Instagram. Para muchos activistas, es precisamente esta visibilidad la que ayuda a presionar a las autoridades para que respondan.

“Seguimos aquí porque si no alzamos la voz, ellos seguirán desapareciendo gente”, dijo Camila Torres, organizadora comunitaria, durante una transmisión en vivo. “Esta lucha también se libra en los teléfonos y las cámaras. Nuestra verdad no puede quedar silenciada”.

¿Quién protege a la comunidad?

Uno de los elementos más debatidos en este tipo de operativos es el uso de fuerza y la criminalización de la protesta. Agrupaciones como la ACLU han denunciado que el uso de gases lacrimógenos y equipo antimotines es excesivo, especialmente cuando se trata de manifestaciones mayoritariamente pacíficas.

“El derecho a la protesta está consagrado en la primera enmienda. No hay excusa para reprimir con violencia el descontento ciudadano”, dijo Jon Wu, portavoz de la ACLU en California.

Además, hay una sensación generalizada de que estas políticas afectan principalmente a minorías no blancas. En un informe publicado por Migration Policy Institute, se especifica que el 90% de los arrestados por ICE en 2023 fueron latinoamericanos, la mayoría de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.

La narrativa política y el año electoral

No puede ignorarse que estamos en año electoral en EE. UU. Las acciones del ICE en ciudades como Los Ángeles tienen un componente político. El control de la narrativa sobre seguridad y migración pesa fuertemente en campañas tanto del Partido Republicano como del Demócrata.

Joe Biden, presidente actual, ha intentado posicionarse como un mandatario más “humano” en cuanto a migración en comparación a su predecesor. Sin embargo, críticos indican que las promesas de reforma migratoria no se han cumplido y operaciones como esta deslegitiman sus discursos.

“Lo que estamos viendo es un ‘Trumpismo con rostro amable’. Cambian las formas, pero no el fondo”, opina Analía Gómez, politóloga experta en migración. “Las redadas continúan, las deportaciones también. Y al final, las comunidades inmigrantes siguen siendo carne de cañón”.

¿Qué sigue para Los Ángeles?

Las protestas del fin de semana marcan un punto de inflexión. Colectivos como CHIRLA, CARECEN y el Movimiento Santuario convocan a una megamarcha para el próximo viernes frente al edificio federal.

  • Exigen la liberación inmediata de los detenidos.
  • Demandan transparencia sobre la operación federal.
  • Y piden que el Gobierno local no coopere más con ICE.

La indignación social va en aumento, y lo que pase en California podría marcar la pauta para otras ciudades santuario en EE. UU. A medida que se intensifica el debate sobre la legalidad y moralidad de estas detenciones, el poder de organización comunitaria vuelve a surgir como una de las fuerzas más potentes frente al aparato estatal.

La pregunta clave permanece: ¿Quién tiene el verdadero derecho a quedarse?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press