Davide Ancelotti llega a Brasil: ¿la chispa de innovación que necesita la Selección?

El hijo de Carlo Ancelotti se une al cuerpo técnico de la Canarinha con la mirada puesta en la clasificación al Mundial 2026

Una nueva era en la Selección Brasileña

La Confederación Brasileña de Fútbol sorprendió recientemente al anunciar la incorporación de Davide Ancelotti como asistente técnico del combinado nacional, acompañando a su padre, Carlo Ancelotti, quien asumió el reto de devolver a la Canarinha a la cima del fútbol mundial.

Pero, ¿qué implica realmente este movimiento para el futuro inmediato del fútbol brasileño? ¿Puede un joven estratega, cuya experiencia ha estado ligada siempre al apellido Ancelotti, marcar un antes y un después en el desempeño del pentacampeón del mundo?

Davide Ancelotti: un currículo entre gigantes

Davide, de 35 años, no es ajeno a los grandes vestuarios. Su carrera comenzó en 2012 como preparador físico en el Paris Saint-Germain y desde entonces ha sido una constante en el cuerpo técnico liderado por su padre en equipos como el Real Madrid, el Bayern Munich, Everton y Napoli.

Aunque su paso como futbolista fue breve —jugó en las categorías juveniles del AC Milan y luego en el modesto Borgomanero antes de retirarse a los 20 años—, Davide optó por una carrera académica complementaria. Se licenció en Ciencias del Deporte y desde entonces apunta a un modelo de entrenador moderno, respaldado por datos, análisis y una comunicación fluida con el vestuario.

Innovación e identidad: claves de su llegada

En un comunicado, la CBF resaltó que el arribo de Davide "representa otro paso en nuestra búsqueda por la innovación y mejoras técnicas". Es un mensaje contundente que apunta a transformar la mentalidad de una selección que, pese a contar con talento emergente, no ha conseguido consolidar un proyecto futbolístico competitivo desde la debacle de 2014.

Su metodología europea, poco común en Sudamérica, puede aportar una perspectiva táctica renovada. "Su experiencia internacional y sus metodologías de entrenamiento serán fundamentales para el desarrollo de los jugadores", destacó la federación.

Debut sin goles y sin luces en Quito

El estreno de Carlo Ancelotti al mando de Brasil fue austero. Un frío 0-0 frente a Ecuador dejó sensaciones mixtas. Si bien el equipo mantuvo el orden defensivo, la falta de verticalidad y generación ofensiva preocupa, especialmente en un proceso de Eliminatorias CONMEBOL particularmente exigente.

Con este resultado, Brasil se mantiene en la cuarta posición, por debajo de Argentina, Ecuador y Paraguay. La expectativa recae en el próximo partido ante Paraguay, donde se espera que Davide se integre activamente en el banquillo técnico.

Davide, ¿el futuro seleccionador?

Más allá de su papel actual como asistente técnico, diversas voces en Brasil y Europa ya especulan con la posibilidad de ver a Davide como seleccionador principal en un futuro próximo. De hecho, su nombre ha sonado en clubes como el Valencia o equipos de la Serie A, precisamente por su formación integral y su fluidez en varios idiomas, algo crucial en vestuarios multilingües.

El propio Carlo lo confirmó en una entrevista con El País en 2023: “Davide está listo para trabajar solo. Es inteligente, habla cinco idiomas, tiene buena comunicación con los jugadores y entiende la parte táctica”.

Una dupla que ya funcionó en Madrid

Durante su etapa en el Real Madrid, padre e hijo llevaron al equipo blanco a la conquista de la Champions League 2021-22, la Supercopa de Europa, una LaLiga y una Copa del Rey. Davide fue clave en rutinas de entrenamiento personalizadas para jugadores como Vinícius Jr. y Federico Valverde, optimizando su rendimiento tanto físico como táctico.

Además, Davide ha sido reconocido por implementar sistemas de análisis basados en data analytics, algo poco habitual aún en los combinados nacionales de América del Sur.

Brasil, entre el pasado dorado y la incertidumbre

Brasil ha ganado cinco Copas del Mundo (1958, 1962, 1970, 1994, 2002), pero no levanta el trofeo desde hace más de dos décadas. La presión por obtener resultados y recuperar la hegemonía futbolística es aplastante. La generación de Rodrygo, Vinícius, Bruno Guimarães y Endrick necesita un conductor con ideas claras y una metodología que combine talento con disciplina táctica.

El binomio Ancelotti podría ser exactamente eso. Y aunque el idioma y la idiosincrasia brasileña pueden representar desafíos culturales inicialmente, el respeto global hacia la figura del técnico italiano sirve de escudo e inspiración a partes iguales.

La Copa América, el termómetro real

Antes del reto mundialista, Brasil debe medirse en la Copa América 2024 en Estados Unidos. Se espera que, para ese momento, tanto Carlo como Davide hayan consolidado un esquema de juego distintivo. El torneo podría servir como un laboratorio competitivo real donde se pondrán a prueba las ideas que han gestado desde Europa a Sudamérica.

En términos históricos, Brasil ha ganado 9 Copas América, pero no ha ganado ninguna desde 2019. Argentina, actual campeona del mundo y defensora del título continental, parece un rival temible.

Cifras que respaldan el desafío

  • Brasil ocupa la cuarta posición en las Eliminatorias con 22 puntos en 15 partidos.
  • Argentina lidera con 34 puntos, seguida por Ecuador y Paraguay (24 cada uno).
  • Solo las 6 primeras selecciones clasifican directamente al Mundial de 2026.
  • El séptimo lugar jugará un repechaje intercontinental y hasta ahora lo ocupa Venezuela con 18 puntos.

La CBF sabe que no hay margen para errores. Ni siquiera nombres pomposos como Neymar parecen suficientes. El fútbol ha evolucionado y Brasil parece dispuesto a transformarse.

El papel del asistente técnico moderno

Ya no se trata solo de calentar el banco y dar palmaditas de ánimo. El rol del asistente técnico moderno —algo que Davide representa con claridad— incluye análisis en tiempo real, gestión emocional individualizada, sesiones complementarias específicas y protocolo de prevención de lesiones. Su juventud, en contraste con la experiencia legendaria de su padre, le permite conectar con jugadores millennials y centennials que demandan otro estilo de liderazgo.

¿Funcionará esta fórmula?

Aunque algunos técnicos han fracasado al rodearse de familiares (recordemos a Cesare Maldini con su hijo Paolo en Italia, o Hugo Sánchez con su hermano en México), los Ancelotti han demostrado que su dinámica profesional está basada en respeto, claridad de roles y búsqueda de la excelencia.

Davide, más que ser "el hijo de Carlo", quiere ser recordado como el arquitecto silencioso de una revolución táctica en la selección más emblemática del planeta fútbol.

“El fútbol mundial se está volviendo más complejo cada año. Formar parte del cuerpo técnico de Brasil es un honor y una responsabilidad única”, dijo Davide en su primera aparición en la sede de la CBF en Teresópolis. Ahora queda esperar si logrará dejar su propio legado, más allá del apellido que porta.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press