Un milagro en Oklahoma: cómo los Pacers vencieron a los Thunder con un cierre histórico
Tyrese Haliburton selló una remontada épica de Indiana en el Juego 1 de las Finales de la NBA, arruinando la fiesta de Oklahoma City
El gran golpe en el primer asalto
Cuando restaban menos de 10 minutos en el último cuarto del Juego 1 de las Finales de la NBA 2025, el escenario no podía parecer más adverso para los Indiana Pacers. Se encontraban 15 puntos por debajo frente a los Oklahoma City Thunder, en una arena ensordecedora, y apenas habían logrado mantener la compostura con 19 pérdidas de balón en la primera mitad. Todo indicaba que sería una cómoda victoria para los locales.
Pero si algo ha definido a estos Pacers en su increíble postemporada es su resiliencia. Y la historia se escribió con una remontada tan improbable como épica, coronada por un tiro en suspensión de Tyrese Haliburton con 0.3 segundos en el reloj para sellar el triunfo 111-110 de Indiana.
Una remontada para los libros
Con 9:42 en el reloj del último cuarto y el marcador 94-79 en favor de Oklahoma City, el entrenador Rick Carlisle lanzó una nueva alineación que había demostrado química y energía: Haliburton, Andrew Nembhard, Aaron Nesmith, Obi Toppin y Myles Turner.
Desde ese momento, Indiana superó 32-16 a los Thunder, destruyendo todo lo que el MVP de la temporada, Shai Gilgeous-Alexander, había construido —quien terminó con 38 puntos— en tres cuartos dominantes.
“Hemos trabajado toda la vida para llegar a este escenario”, dijo Turner tras el partido. “No íbamos a dejar pasar esta oportunidad sin pelear hasta el final.”
- Toppin: 2 tiros de tres puntos, 2 aciertos.
- Turner: 8 puntos y un rebote ofensivo clave.
- Nembhard: también 8 puntos fundamentales.
- Nesmith: líder en rebotes en ese último tramo con 4.
- Haliburton: el tiro ganador. Silencio absoluto en la arena.
Las cifras del colapso local
Durante los últimos 9 minutos y 42 segundos, los Thunder encestaron apenas 4 de sus 16 tiros (25%). Fuera de Gilgeous-Alexander —quien metió 2 de 4— el resto del equipo fue un pobre 2 de 12. Y aunque lideraron el juego completo en las estadísticas defensivas, forzando 19 pérdidas solo en la primera mitad, las piezas ofensivas se desarticularon al final.
“Pasó un poco de todo”, resumió el técnico Mark Daigneault. “No supimos cerrar. Ellos hicieron jugadas, nosotros no. Simple.”
Un muro llamado Haliburton
El base de los Pacers no vetó en gestos la sorpresa. No hubo burlas ni bailes. El líder silencioso del equipo simplemente abrazó a su padre John en los pasillos rumbo al vestuario. Rick Carlisle destacó que la humildad y enfoque del equipo ha sido constante durante toda la postemporada. “No hacemos celebraciones espectaculares. El objetivo es seguir avanzando”, dijo el entrenador campeón de 2011.
Haliburton, quien ha firmado una de las mejores postemporadas individuales de los últimos años, reiteró: “Este grupo no se rinde hasta que el reloj marca 0.0”.
Los momentos clave del milagro
- 9:42 por jugar: Ingreso la unidad «energética» de Indiana, con Haliburton a la cabeza.
- 7:47 restando: Triple de Turner provoca tiempo muerto de OKC, el marcador baja a 96-88.
- 6:16: Triples consecutivos de Toppin y Turner. La diferencia se reduce a cuatro (98-94).
- 2:52: Tiros libres de Gilgeous-Alexander llevaban el puntaje a 108-99. Pero no duró.
- 1:59: Nembhard y Nesmith encestan desde el perímetro. 108-105.
- Últimos 11 segundos: No se pide tiempo muerto. Jugada preparada tras una revisión previa. Haliburton se levanta sobre Wallace. ¡Canasta del triunfo!
Un patrón preocupante para el Thunder
No es la primera vez que Oklahoma City tropieza de forma semejante. En las semifinales del Oeste ante los Denver Nuggets, cayeron en un Juego 1 que también dominaban, tras un triple agónico de Aaron Gordon. Y aunque finalmente ganaron la serie 4-3, los errores de cierre ahora resurgen en el escenario más importante.
“Esto ya lo vivimos. Nos obligan a reaccionar y salir mejores. Así será ahora”, sentenció Gilgeous-Alexander.
Errores históricos… que no costaron tanto
Indiana comenzó el duelo de forma desastrosa: 19 pérdidas de balón en la primera mitad, la cifra más alta en cualquier mitad de postemporada desde que comenzó la era digital de estadísticas en 1997. El récord anterior era de los New Jersey Nets, con 20 en un partido de temporada regular en 2007.
A pesar del caos ofensivo, los Thunder solo convirtieron esos errores en 9 puntos, insuficiente para alguna ventaja irreversible. Y en la segunda mitad, Indiana ajustó: apenas 5 pérdidas y mayor paciencia para circular el balón.
Un duelo que define eras
Esta serie no solo enfrentó a dos equipos sorpresivos en las Finales; también a dos filosofías. Mientras los Thunder dependen de la explosividad de Gilgeous-Alexander y un núcleo joven que ha madurado rápidamente, los Pacers personifican el baloncesto de esfuerzo colectivo y mentalidad resiliente. Sus estadísticas no deslumbran, pero los resultados sí.
Dato curioso: Con la victoria de Indiana, la NBA está en camino de tener su noveno campeón distinto en apenas 12 años bajo el mandato de Adam Silver como comisionado. La paridad reina.
Lo que viene
Con el Juego 2 programado para el domingo, todas las miradas estarán puestas en la respuesta mental de los Thunder. ¿Podrán recuperarse nuevamente de un golpe anímico? ¿O los Pacers seguirán su camino improbable hacia un campeonato que nadie predijo?
Por lo pronto, una cosa quedó clara en la noche de Oklahoma: nunca se puede dar por muerto a este equipo de Indiana.