Harvey Fierstein: Voz icónica del teatro que nunca dejó de luchar

El legendario dramaturgo y actor será honrado con un Tony especial en un Broadway influenciado por estrellas, recuerdos de lucha contra el SIDA y una nueva generación que busca cambiar el teatro.

Un premio con sabor a historia

Este año, los Premios Tony celebran a una de las figuras más influyentes en la historia contemporánea del teatro: Harvey Fierstein. El cuatro veces ganador del Tony será galardonado con el Premio Especial a la Trayectoria, un reconocimiento que muchos consideran más que merecido por su legado no solo artístico, sino también social y político.

Desde su debut explosivo con Torch Song Trilogy hasta convertirse en un símbolo de empatía y activismo teatral, Fierstein ha recorrido un camino singular. Sus obras han abordado temas de identidad, amor, discriminación y supervivencia, algo que lo ha convertido en una figura clave del Broadway moderno.

El arte como trinchera en tiempos oscuros

Fierstein fue una fuerza creativa que enfrentó de frente la crisis del SIDA desde los escenarios de Broadway. "No había tiempo para pensar, tuvimos que ir a la guerra de inmediato", señala Fierstein sobre el ambiente en los años 80. Sus obras y presencia pública fueron armas contra la ignorancia y el estigma que rodeaban al VIH/SIDA en una era de silencio institucional, marcada por figuras políticas como Ronald Reagan, quien no mencionó la palabra "AIDS" durante ocho años.

"La gente no iba a restaurantes porque había camareros gays. No venían al teatro por miedo a sentarse junto a personas homosexuales", recuerda Fierstein. En ese contexto, mantener la compasión y el arte fue un acto radical.

Pionero en la representación LGBTQ+

Fierstein rompió moldes no solo con su trabajo sino también con su identidad. Desde que estrenó Torch Song Trilogy en 1982, interpretando a un drag queen en búsqueda de amor y aceptación, marcó un antes y un después en la representación LGBTQ+ sobre los escenarios.

"Lo que hago es contar historias que significan algo para mí", afirma. Aunque sus obras están impregnadas de humor y ternura, no rehúyen el dolor o la rabia. "Por más mal que actuemos los seres humanos, siempre hay humanidad debajo de todo".

Del activismo a la comedia musical

El espectro creativo de Fierstein va de lo político a lo familiar, de lo brutal a lo hilarante. A inicios de los 2000, conquistó nuevos públicos con Hairspray, donde interpretó a Edna Turnblad, una madre amorosa que rompe estereotipos de género. Más tarde coescribió Kinky Boots junto a Cyndi Lauper, una celebración al empoderamiento y la autenticidad, que se convirtió en uno de los grandes éxitos de la década.

"Tienes que lograr que entren al teatro. Una vez que están ahí y lo pasan bien, van a querer volver", afirma sobre cómo atraer nuevo público, un elemento clave para mantener viva la escena teatral.

Un Broadway cambiante: George Clooney, Denzel Washington y la nueva oleada

Fierstein observa el presente de Broadway con matices. Admite que le sorprende una temporada donde los musicales tienen menos presencia y los grandes actores de cine como George Clooney (Good Night, and Good Luck) o Denzel Washington (Othello) dominan la escena dramática.

"Es fantástico que regresen a Broadway", dice, celebrando que estos nombres atraigan a nuevos públicos que quizá nunca hayan visto una obra en vivo. "No importa por qué vienen la primera vez. Lo importante es que regresen, abran su mente y corazón —y sus billeteras también", dice entre risas.

La transformación del teatro como industria

Fierstein, quien estudió pintura en Pratt, nunca imaginó tener una carrera en el teatro. Soñaba con ser animador de Disney. Sin embargo, la fuerza del arte lo llevó a las tablas y, eventualmente, a convertirse en un ícono del medio.

Hoy observa con cierto desencanto cómo muchos jóvenes talentos prefieren televisión y cine. "Es más fácil escribir media hora para TV con personajes ya creados que comenzar una obra desde cero", señala. Aun así, reconoce que hay pasión genuina en quienes todavía eligen las tablas como su medio de expresión.

Un legado imborrable

Harvey Fierstein ha sido testigo de transformaciones profundas en la sociedad y en Broadway. Desde la censura moralista hasta la visibilidad LGBTQ+, desde una pandemia ignorada por los gobiernos hasta un teatro que ahora lucha por la diversidad en su contenido y estructura.

"La idea de que mi vida haya significado algo para esta comunidad es lo más humillante y a la vez gratificante. Es una cosa ser disfrutado, pero otra cosa muy distinta que te digan: 'Queremos darte un premio por todo lo que has hecho'", reflexionó.

Este homenaje en los Tony, más que una estatuilla, es una reafirmación del valor del teatro como motor de cambio y de Harvey Fierstein como su eterno cómplice.

Algunas frases memorables de Fierstein

  • "Mi escritura trata de contar historias que signifiquen algo para mí".
  • "Por más mal que nos comportemos, hay humanidad debajo de todo".
  • "Una vez que entras al teatro y lo disfrutas, vas a querer volver".
  • "No pensé que haría teatro. Pensaba en trabajar en arte. Pero el teatro me eligió a mí".

Un premio más y un poco más de polvo

"Pensé que me daban el premio solo para darme algo más que desempolvar, porque ya tengo demasiado que limpiar aquí", bromeó Fierstein sobre su Premio Tony a la Trayectoria. Su humor intacto, su compromiso social firme y su legado imperecedero hacen de este homenaje algo inevitablemente emocionante para cualquier amante del teatro.

Y como él mismo dice, quizás lo más importante no es el trofeo, sino que aún tenga el poder de significar algo para su comunidad.

Que se levante el telón para Harvey Fierstein, una voz que sigue haciendo eco en cada rincón de Broadway.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press