Arizona Diamondbacks y una remontada inolvidable en Atlanta
El equipo del desierto demostró carácter con una épica remontada de siete carreras en la novena entrada, dejando atónitos a los Braves y al mundo del béisbol
Una noche mágica en Atlanta
Lo que sucedió el jueves por la noche en el Truist Park de Atlanta se sentirá durante semanas en el mundo del béisbol de Grandes Ligas. Los Arizona Diamondbacks lograron lo impensable: una remontada de siete carreras en la novena entrada para vencer 11-10 a los Atlanta Braves. ¿La probabilidad de este milagro según ESPN? 0.1%.
“Estaba como un papá orgulloso, viendo a un grupo de pequeños ligueros divertirse y hacer el trabajo”, confesó el manager Torey Lovullo, visiblemente emocionado tras el final del encuentro.
El momento clave: la rebelión del noveno inning
Arizona arrancó ese noveno inning con un marcador en contra de 10-4. A esas alturas, la mayoría de los fanáticos locales ya pensaban en el tráfico de salida o en el siguiente encuentro. Sin embargo, ese fue precisamente el escenario soñado para una de las actuaciones más memorables de los Diamondbacks en los últimos años.
- Lourdes Gurriel Jr. abrió con un home run.
- Tim Tawa y Alek Thomas se embasaron, este último también con cuadrangular.
- José Herrera negoció un boleto que sacó del juego al relevista Scott Blewett.
- Entró en acción el cerrador estrella de los Braves, Raisel Iglesias, pero no fue su noche.
- Corbin Carroll conectó doblete y Ketel Marte empujó una con un infield hit.
- Ildemaro Vargas agregó una carrera más con sencillo.
Y finalmente, con corredores en base, apareció Eugenio Suárez, quien conectó un doblete que coronó la rebelión e impulsó las dos carreras decisivas. “Fue un momento mágico para este equipo”, remató Lovullo.
Un equipo que no se rinde
La victoria sirvió también para que los Diamondbacks barrieran la serie de tres juegos en Atlanta y se colocaran con récord de 30-30, regresando a .500 después de una racha decepcionante en mayo en la que perdieron 9 de 10 partidos. No obstante, este tipo de victorias puede ser el punto de inflexión para una temporada con aspiraciones de postemporada.
“El noveno inning dice mucho de cómo jugamos hoy. Nunca vamos a rendirnos”, declaró Suárez después del partido.
La historia reciente respalda los milagros
Remontadas como esta no son comunes. Según la base de datos de MLB.com, solo en 27 ocasiones desde 1900 un equipo remontó seis o más carreras en la novena entrada para ganar un partido. Subir siete es aún más raro. Además, hacerlo contra un relevista con el historial de Iglesias hace que el hecho sea aún más impactante.
Raisel Iglesias había sido confiable la mayor parte del año, pero esta fue la octava vez en 11 apariciones recientes en la que permitió al menos una carrera, lo que podría generar cuestionamientos sobre su rol en el bullpen de los Braves.
La importancia del trabajo en equipo
Tim Tawa, Thomas, Carroll y Marte fueron claves en esta remontada. El comentario de Thomas al final del juego también es significativo: “Es genial ver que todo ese trabajo en la jaula de bateo y en el campo se vea reflejado cuando más importa”.
Ese tipo de mentalidad colectiva puede marcar la diferencia en julio y agosto, cuando ganar partidos cerrados será determinante para clasificar a la postemporada.
Paralelismo con otra remontada histórica
La remontada de los D-backs evoca otras grandes epopeyas del béisbol. Una de las más recordadas se remonta al 21 de agosto de 1990, cuando los Philadelphia Phillies remontaron ocho carreras frente a los Dodgers en la novena entrada para ganar 12-11. Lo que diferencia lo ocurrido en Atlanta es que se trató de un equipo potencialmente contendiente que estaba buscando un punto de ignición.
Esta victoria podría tener ese efecto.
Lovullo: “Una victoria para recordar”
En sus declaraciones pospartido, Torey Lovullo reflejó la emoción colectiva: “No importa si estás abajo por seis. Tienes que jugar los 27 outs con intensidad”. Esa mentalidad es la que ha definido su gestión y es lo que convierte a los Diamondbacks en un equipo peligroso, independientemente de su récord o su rival.
Este tipo de juegos crean una inercia emocional difícil de detener. Para Arizona, el mensaje es claro: no están dispuestos a bajar los brazos.
Próximo desafío: sostener el impulso
Con esta electrizante victoria, Arizona enfrentará ahora el reto de mantener la energía y el enfoque conforme avance junio. En una división tan competitiva como la Oeste de la Liga Nacional, cada victoria cuenta doble, especialmente si se trata de una serie ante los Dodgers o Giants.
Pero si algo deja claro esta remontada, es que el equipo de Lovullo no solo tiene talento, sino también hambre de victoria.
¿Un punto de inflexión para Arizona?
Muchos fanáticos y analistas se preguntan ahora si este partido marcará un antes y un después. En temporadas anteriores, hemos visto cómo una sola jugada puede cambiar el curso de un club. La combinación de fe, juventud, bateo oportuno y hambre competitiva es una mezcla poderosa.
Arizona lo sabe. Y luego del jueves, nadie se atreve a descartarlos.