Sudán en Guerra: ¿Por Qué Ningún Bando Puede Ganar y Qué Significa Para el Futuro del País?

El ex primer ministro Abdalla Hamdok desmantela la 'falsa paz' militar y llama a una solución civil y democrática en medio de una de las peores crisis humanitarias del mundo.

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Una guerra que desangra a Sudán desde hace dos años

Mientras el mundo gira su atención a conflictos más mediáticos, Sudán atraviesa una de las crisis humanitarias más devastadoras de la era moderna. Desde abril de 2023, el país africano está sumido en una guerra civil entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una milicia paramilitar con raíces en el notorio grupo Janjaweed responsable de atrocidades en Darfur.

El conflicto ha dejado más de 24,000 muertos, según estimaciones conservadoras, y ha obligado a más de 13 millones de personas a huir de sus hogares. Entre ellas, **4 millones** han cruzado fronteras internacionales en busca de refugio. La anarquía ha creado condiciones para el hambre masiva, brotes de cólera y acusaciones crecientes de crímenes de guerra por ambas partes.

La trampa de las victorias militares

En una entrevista reciente desde Marruecos durante una conferencia de la Fundación Mo Ibrahim, el ex primer ministro civil de Sudán, Abdalla Hamdok, denunció que las aparentes victorias militares del ejército, como la reciente recaptura de Jartum, son una “ilusión” y llaman a engaño.

“No hay solución militar para este conflicto. Capturar o no Jartum no tiene relevancia. La paz no llegará sin enfrentar las raíces de esta guerra”, afirmó Hamdok, quien gobernó brevemente entre 2019 y 2022, tras décadas de dictadura militar.

El general Abdel-Fattah Burhan, jefe del Ejército, presenta estos avances como un punto de inflexión. Nombró a Kamil al-Taib Idris como nuevo primer ministro el mes pasado y prometió una nueva era. Pero la violencia continúa, y las RSF siguen firmes en Darfur y Kordofán.

“Cualquier intento de formar un gobierno ahora es una farsa. Es irrelevante”, insiste Hamdok.

Un conflicto lleno de complicidades extranjeras

La guerra en Sudán no es solo sudanesa. Las implicaciones regionales e internacionales apuntan a múltiples actores que alimentan las llamas del conflicto.

Hamdok denunció el flujo continuo de armas desde países extranjeros, sin señalar directamente a Emiratos Árabes Unidos (EAU), a pesar de un informe de la ONU que lo acusa de armar a las RSF. Al mismo tiempo, Irán ha sido señalado por abastecer al ejército regular sudanés.

“El problema no es solo un país. Todos deben cesar el suministro de armas si realmente queremos paz”, reclamó Hamdok ante la prensa.

La trágica paradoja de Sudán: ni guerra ni Estado

Sudán enfrenta lo que politólogos denominan un Estado colapsado: sin control territorial ni legitimidad política, y atrapado entre facciones militares que promueven agendas personales, étnicas o geoestratégicas. Ninguno de los bandos tiene un verdadero proyecto nacional.

Durante la guerra, tanto el ejército regular como las RSF han sido señalados por:

  • Uso de armas químicas (Ejército)
  • Comisión de genocidio en Darfur (RSF)
  • Bombardeos en zonas civiles y hospitales
  • Desplazamiento forzado y campañas de terror

Este escenario reproduce y exacerba las desigualdades históricas que alimentaron anteriores guerras civiles.

Una historia de repetición: raíces profundas de la violencia

Sudán no es nuevo en conflictos. Desde su independencia en 1956, ha enfrentado:

  • Dos guerras civiles (1955–1972, 1983–2005), que culminaron en la secesión de Sudán del Sur en 2011
  • El conflicto de Darfur (2003–actualidad), con más de 300,000 muertos
  • Golpes militares crónicos, con más de cinco cambios de régimen desde 1958

El ascenso previo del dictador Omar al-Bashir, derrocado en 2019, es el fundamento del actual caos. De su régimen emergieron tanto las RSF como las estructuras militares que hoy arrasan al país.

“Confiar en los militares para restaurar la democracia es una ilusión”

Hamdok impulsa su coalición civil Somoud desde el exilio. El grupo propone un diálogo inclusivo con actores no militares y representación de identidades diversas del país: tribus, comunidades religiosas, regiones marginadas como Kordofán y el sur de Darfur.

Según Hamdok, una paz duradera debe abordar diferencias históricas como:

  • Desigualdad en el desarrollo regional
  • Acceso a recursos naturales
  • Representación de comunidades minoritarias
  • El papel del islam en el gobierno

“Sudán necesita una refundación, no una imposición militar”, asegura.

La comunidad internacional: actores y omisiones

Organizaciones internacionales han reportado atrocidades constantes, pero la respuesta ha sido tibia, limitada a sanciones parciales y llamados al alto al fuego.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de actuar con firmeza, mientras Estados Unidos y la Unión Europea se enfocan en Ucrania y Gaza. Los países del Golfo juegan roles de doble filo: impulsan ayuda humanitaria mientras podrían estar financiando actores armados.

Una esperanza en pausa: el papel de la sociedad civil

A pesar del caos, Hamdok destaca un punto de luz: la fuerza de la sociedad civil sudanesa, que protagonizó masivas protestas pro-democracia y desobediencia civil desde 2019.

Grupos como Comités de Resistencia, sindicatos y movimientos estudiantiles continúan operando en la clandestinidad, documentando abusos, auxiliando a víctimas y presionando por una salida política.

“Hay una generación entera que no volverá a aceptar una dictadura. Sudan está herido, pero no muerto”, concluye Hamdok.

El reloj corre en contra

Con una catástrofe humanitaria que empeora día a día, la ventana para una salida negociada se achica. El próximo paso será si los actores internacionales, regionales y sudaneses están dispuestos a aceptar una verdad incómoda: ninguna victoria militar vale el precio del colapso de un país entero.

Como advirtió Hamdok, el camino hacia la paz no puede seguir pasando por las armas. Sólo la justicia, la inclusión y la memoria histórica pueden evitar que Sudán vuelva a repetir su trágico destino.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press