Nevada y la Inesperada Apuesta Bipartidista por la Identificación de Votantes

Un acuerdo histórico entre demócratas y republicanos impulsa la reforma electoral en uno de los estados péndulo más disputados de EE.UU.

En un clima político profundamente polarizado, donde las reformas electorales suelen ser campos minados ideológicos, Nevada ha hecho lo impensable: avanzar con una legislación bipartidista que requiere identificación con foto para votar y, al mismo tiempo, aumenta el acceso al voto mediante más urnas de entrega de papeletas. Este acuerdo, orquestado entre el gobernador republicano Joe Lombardo y la mayoría demócrata en la Legislatura estatal, marca un giro notable en la forma en que Estados Unidos podría enfrentar sus batallas políticas sobre el derecho al voto.

El contexto: una política de trincheras con pocos puentes

Desde las elecciones presidenciales de 2020, gran parte de la conversación nacional en Estados Unidos sobre la integridad electoral ha girado en torno a dos extremos: por un lado, propuestas de ley para restringir el acceso al sufragio bajo el pretexto de garantizar la seguridad, y por el otro, medidas orientadas a maximizar la participación ciudadana. En muchos casos, estos frentes se han anulado mutuamente, resultando en congresos estatales estancados.

Pero Nevada ha roto con esa lógica. En palabras del gobernador Lombardo frente a la cámara legislativa: “Dejemos a un lado la política partidista”. Y, sorpresivamente, la Legislatura le escuchó.

¿Qué dice el nuevo proyecto de ley?

  • Requiere que los votantes presenten una identificación con fotografía al votar en persona.
  • Establece que las identificaciones válidas pueden incluir licencias de conducir, pasaportes, identificaciones de estudiantes emitidas por universidades de Nevada, entre otras.
  • Aumenta la disponibilidad de urnas de entrega de papeletas («drop boxes») en los condados más poblados del estado.
  • Incluye disposiciones para emitir identificaciones digitales gratuitas a través de la oficina del Secretario de Estado.

Política realista: el arte del compromiso

El presidente de la Asamblea, el demócrata Steve Yeager, aceptó un compromiso difícil. Tras haber visto vetado un proyecto de ley para ampliar las urnas en meses anteriores, optó por negociar con Lombardo. "Entiendo que este será un proyecto difícil de apoyar para algunos", dijo Yeager, "pero también creo que tenemos el deber de avanzar". El acuerdo se concretó en los días finales de la sesión legislativa, agregando un dramatismo adicional a una negociación histórica.

El voto popular como catalizador

El cambio de tono respecto al requisito de identificación también tiene una razón estratégica: el electorado lo apoya en su mayoría. En noviembre de 2023, una iniciativa ciudadana respaldada por Lombardo fue aprobada por los votantes con amplia mayoría. Aunque debe volver a pasar por las urnas en 2026 para integrarse formalmente en la constitución estatal, el mensaje es claro: los ciudadanos de Nevada favorecen esta medida.

El demócrata Yeager lo dejó claro: implementar la ley legislativamente ahora le permite al estado contar con dos años de preparación antes de las elecciones presidenciales de 2028, cuando la iniciativa constitucional entre en vigor si es ratificada.

Nevada no está sola

Según el National Conference of State Legislatures (NCSL), 36 estados en EE.UU. ya aplican alguna forma de requerimiento de identificación al votar. No todos solicitan una identificación con fotografía; en algunos bastan documentos como facturas de servicios públicos. Y otros aceptan declaraciones juradas si el votante no tiene identificación. Nevada se unirá ahora a ese grupo, aunque con medidas compensatorias que apuntan a la accesibilidad.

Apoyo ciudadano transversal

Los datos respaldan parcialmente estas políticas. Una encuesta de Gallup realizada en 2024 reveló que un aplastante 84% de los estadounidenses apoyan el requerimiento de una identificación con foto para votar. Esto incluye a alrededor de dos tercios de los votantes demócratas. Estas cifras han cambiado poco respecto a sondeos previos en 2016 y 2022.

Las voces disonantes no desaparecen

Pese al impulso legislativo y al apoyo popular, no todos los demócratas apoyaron la ley. Cinco senadores estatales votaron en contra, entre ellos Dina Neal. "No estoy dispuesta a despojar del derecho al voto a una población que quizás ni siquiera comprenda esta ley tal como está escrita", dijo en un discurso apasionado previo al voto final. Neal, como muchos en su partido, teme que los votantes de bajos ingresos, mayores o discapacitados enfrenten más trabas para ejercer su derecho al voto.

¿Un modelo exportable?

El acuerdo en Nevada es todavía la excepción y no la regla. En muchos estados donde el poder está dividido, como Wisconsin o Michigan, los debates sobre las reformas electorales están sumidos en callejones sin salida. Por eso este proyecto de ley, con sus dos almas fusionadas —restricción y accesibilidad—, se ha convertido en un ejemplo raro de compromiso funcional en tiempos de confrontación política casi permanente.

La senadora republicana Carrie Ann Buck, elogió públicamente a Yeager por su coraje al presentar el proyecto: “Nuestros objetivos comunes son permitir que cada votante legítimo pueda votar”.

Implicaciones para 2028 y más allá

Si la enmienda constitucional es aprobada en 2026, Nevada se convertirá en uno de los pocos estados que han blindado la identificación del votante como requisito desde el nivel constitucional. Una vez que la ley entre en vigor de forma permanente, lo hará en el marco de las elecciones presidenciales de 2028, lo que asegurará que todas las futuras contiendas se desarrollen bajo esta nueva normativa.

El secretario de Estado, Cisco Aguilar, miembro del Partido Demócrata, aceptó la realidad política: "Respeto la voluntad de los votantes", dijo, y confirmó que su oficina trabajará para implementar un sistema de identificación digital gratuito que respete tanto la seguridad como la accesibilidad.

¿Un nuevo tono político para Nevada?

Resulta casi irónico que este tipo de concesión no haya ocurrido en 2023, cuando, por primera vez, Lombardo incluyó la identificación de votantes como una de sus prioridades al asumir el cargo. Su propuesta ni siquiera recibió una audiencia ese año. En cambio, en 2024, el ánimo político cambió, no por convicción en muchos casos, sino por necesidad y por la presión electoral. La política, al final, también es gestión del tiempo y de correlaciones de fuerza.

Lo que quede claro es esto: en medio de una guerra política sin cuartel a nivel nacional, Nevada ha conseguido una rara tregua. Y lo ha hecho tocando uno de los temas más explosivos del debate democrático moderno. Eso, por sí solo, ya es un logro significativo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press