El Nuevo Juego Saudí: Simone Inzaghi, Al-Hilal y el Nuevo Poder del Fútbol Global

El 'genio italiano' aterriza en Arabia Saudita mientras el Manchester United y Chelsea se reestructuran para las grandes citas internacionales.

Simone Inzaghi: de la caída europea al renacer saudí

El fútbol no descansa, y menos cuando se trata de mega fichajes, proyectos multimillonarios y cambios estratégicos en los equipos más relevantes del planeta. Esta vez todas las miradas están puestas en Simone Inzaghi, el exentrenador del Inter de Milán, quien ha sido presentado oficialmente como nuevo director técnico del Al-Hilal saudí. Sí, el mismo equipo que ya cuenta con astros como Neymar Jr. y Aleksandar Mitrović, y que ahora va por todo con la incorporación de uno de los entrenadores más tácticos de Europa.

La historia de Inzaghi con el Inter de Milán incluye una Serie A ganada en 2023, dos finales de Champions —una perdida con honor ante el Manchester City en 2023, y otra más bochornosa en 2025 ante el PSG con un humillante 5-0—. Con 49 años y después de cuatro campañas al mando del conjunto 'nerazzurri', Inzaghi toma el volante de un equipo muy diferente, en una liga que se ha convertido en una especie de nuevo oasis futbolístico.

Según diversos reportes, el Al-Hilal habría ofrecido a Inzaghi un contrato de más de 20 millones de euros por temporada. Un salario astronómico equiparable al de algunos de los jugadores mejor pagados del mundo. Esto responde a la visión ambiciosa del Reino Saudí para hacer de su liga un escaparate global y atraer talento de clase mundial.

El Club Mundial de Clubes como trampolín

No hay tiempo que perder. Inzaghi tendrá apenas un par de semanas para preparar a su equipo para el Mundial de Clubes que se celebrará en Estados Unidos. El debut será el 18 de junio frente al Real Madrid en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens. Un duelo que no solo medirá la capacidad del italiano para adaptarse rápidamente, sino que también servirá como primera prueba real del alcance internacional del proyecto saudí.

Lejos de ser solo un torneo, este nuevo formato del Mundial de Clubes, ideado por la FIFA, representa una palanca clave para que equipos como Al-Hilal ganen legitimidad deportiva más allá de los millones. Si Inzaghi logra hacerlo competitivo, su figura en la península arábiga podría alcanzar el estatus de leyenda.

El caos (re)ordenado del Manchester United

Mientras tanto en Inglaterra, específicamente en Old Trafford, las cosas están lejos de estar claras. Aunque Jim Ratcliffe, el multimillonario británico, adquirió el 25% del Manchester United por 1,3 mil millones de dólares con un objetivo claro de revivir el club, los resultados deportivos han sido catastróficos.

El United cerró la temporada en la 15ª posición en la Premier League, su peor registro desde que esta existe con ese nombre (1992). Además de un histórico número de derrotas, la gestión deportiva ha sido inestable. Se despidió al técnico Erik ten Hag tres meses después de haberle extendido su contrato. El director deportivo Dan Ashworth, contratado con bombo y platillo desde el Newcastle, se fue tras menos de medio año en funciones.

La última novedad es que Sir Dave Brailsford, hombre clave en la estrategia de Ratcliffe y exgurú del ciclismo británico, reducirá su implicación diaria en el club. Aunque continuará como directivo y en su rol en INEOS, su alejamiento simboliza una nueva ola de incertidumbre.

Aun así, dos nombres parecen haber resistido la marea: Omar Berrada como CEO, proveniente del Manchester City, y Jason Wilcox, antiguo director de la academia ciudadana, quien ahora ejerce funciones de director técnico. Ambos mantienen la esperanza de reconducir un barco desorientado, aunque las expectativas son bajas, especialmente con la Champions fuera del alcance para la próxima temporada.

Chelsea, fichajes estratégicos y horizonte internacional

En contraste, el Chelsea parece moverse en aguas más calmadas —aunque no exentas de grandes apuestas—. El conjunto 'blue', ahora manejado por el consorcio estadounidense que compró el club en 2022, sigue con su tendencia de inversión masiva en talento joven, especialmente británico.

Esta semana anunció la incorporación del delantero Liam Delap, procedente del recién descendido Ipswich Town, activando su cláusula de salida por 30 millones de libras esterlinas (unos 40 millones de dólares). Delap, de 22 años, firmó por seis temporadas y posiblemente vea minutos en el debut del Chelsea en el Mundial de Clubes, frente al León de México el 16 de junio en Atlanta.

Delap, que anotó 12 goles en liga para Ipswich la temporada pasada, jugó anteriormente bajo el mando de Enzo Maresca en el equipo reserva del Manchester City. Su fichaje se enmarca dentro de una estrategia clara de continuidad y desarrollo a largo plazo, donde jóvenes como él puedan convertirse en piezas clave dentro del andamiaje táctico de Maresca.

Entiendo la magnitud del club y veo la dirección hacia la que se dirige”, declaró Delap. “Espero conseguir cosas increíbles aquí”. Además, su versatilidad y formación en un sistema como el de Guardiola lo hacen atractivo incluso más allá de sus estadísticas actuales. También podría abrirle una puerta futura a la selección inglesa o incluso a Irlanda, país por el que es elegible gracias a su padre, Rory Delap.

Arabia Saudita como nuevo epicentro futbolístico

Con la llegada de figuras como Inzaghi, además de haber seducido previamente a jugadores como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, N'Golo Kanté y Neymar, Arabia Saudita está transformando la dinámica global del fútbol. Más allá de lo deportivo, hay una clara intención política y económica de reposicionar al país en el escenario internacional.

Según un análisis de Reuters, el fondo soberano saudí ha destinado más de 4.000 millones de dólares en activos futbolísticos desde 2022. Esto incluye no solo salarios y fichajes, sino también estructuras de marketing global, derechos televisivos y sedes internacionales. El Mundial de Clubes es apenas el primer paso visible en un proyecto más ambicioso que incluye la candidatura para acoger la Copa del Mundo 2034.

De momento, Inzaghi es otra pieza más —aunque de alto valor— en el tablero saudí. Su éxito o fracaso en el Club Mundial podría determinar no solo su legado personal, sino también la credibilidad general de la Saudi Pro League como destino competitivo.

Una nueva era de contrastes globales

El fútbol mundial vive una era de profundos contrastes: mientras algunos clubes históricos europeos parecen perder el rumbo entre cambios dirigenciales y pobres resultados, nuevos actores emergen con fuerza financiera y ambiciones desbordadas. El caso de Al-Hilal e Inzaghi frente al ocaso temporal del Manchester United lo ilustra perfectamente.

En medio de ese panorama, el Mundial de Clubes se presenta como el laboratorio perfecto para observar cómo estos distintos modelos de gestión y desarrollo futbolístico chocan sobre el césped. Tan solo nos queda sentarnos a mirar —y disfrutar— cómo este drama global se despliega minuto a minuto.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press