Lucius: cuando dos voces se convierten en una sola alma musical
El regreso de Holly Laessig y Jess Wolfe con un álbum homónimo marca una nueva etapa íntima y poderosa para el dúo vocal más hipnótico del indie pop
Un dueto vocal que se convirtió en fenómeno
Lucius no es solo una banda. Es una experiencia sonora, un fenómeno vocal y visual que ha conquistado a artistas de la talla de Paul McCartney, Harry Styles, Roger Waters y Brandi Carlile. Formado por Holly Laessig y Jess Wolfe, el dúo representa una de las propuestas más singulares del indie pop contemporáneo. Este 2024 regresaron con un nuevo álbum que lleva simplemente su nombre, Lucius, una declaración de identidad que condensa la esencia de una trayectoria marcada por lo colaborativo, lo performativo y lo personal.
Dos alumnas de Berklee que unieron sus voces —y destinos
La historia de Lucius comienza hace dos décadas en el Berklee College of Music en Boston. Allí, Laessig y Wolfe se conocieron y formaron una conexión instantánea. Lo que comenzó como una colaboración universitaria para versionar el White Album de los Beatles, se convirtió en una propuesta artística genuina y transformadora.
“Ambas queríamos ser cantantes principales, pero juntas”, dice Wolfe con una sonrisa. Inspiradas por artistas como Phil Spector y Elliott Smith, comenzaron a explorar el canto al unísono como un recurso estético central, dando forma a un sonido que es tan armonioso como inquietante.
Un nuevo álbum que suena a hogar
En abril de este año, Lucius lanzó su cuarto álbum de estudio homónimo. ¿Por qué titularlo simplemente Lucius? Wolfe lo resume con claridad: “Se sintió como volver a casa, como reencontrarnos con nosotras mismas”. Tras el brillante y bailable Second Nature (2022), producido por Brandi Carlile y Dave Cobb, este nuevo trabajo propone una sonoridad más cruda, rockera y emocionalmente centrada.
“No queríamos escondernos detrás de grandes tratamientos de producción”, declara Laessig. “Queríamos hablar en voz propia, sin filtros”. Así, el álbum aborda temas como la maternidad, las relaciones, la nostalgia y la búsqueda de equilibrio en medio del caos cotidiano de vivir en Los Ángeles y formar una familia.
Un acto de rebeldía contra quedar atrapadas en colaboraciones
Lucius ha sido una presencia constante en el trasfondo de algunos de los discos más exitosos y aclamados de la última década. Su versatilidad y sonido etéreo las convirtieron en coristas de lujo para artistas como Sheryl Crow, Jeff Tweedy, The Killers y The War on Drugs. Incluso han grabado y girado junto a Roger Waters en su gira global “Us + Them”.
Sin embargo, con este nuevo proyecto, Laessig y Wolfe decidieron que era momento de reenfocarse. “Nos encanta explorar mundos sonoros ajenos, pero también entendemos el riesgo de perderte a ti misma en el proceso”, admite Wolfe. El álbum Lucius es su manera de recalibrar esa brújula creativa.
El arte de parecer una sola persona
Uno de los elementos más reconocibles en Lucius es su propuesta visual: visten igual, se maquillan igual, peinan su cabello igual. ¿Por qué? “Buscamos que el público vea una sola cosa, una fuerza unificada”, explica Wolfe, quien además creció en el entorno teatral. “Nos gusta actuar, convertirnos en otra cosa cuando suena la primera nota. Es nuestro uniforme, nuestro personaje, pero también somos nosotras mismas.”
Lejos de ser un truco superficial, esta sincronía busca representar su ejecución vocal perfecta. El canto al unísono, afirman, es una de las técnicas más exigentes de la música en vivo. “No es para los débiles de corazón”, bromea Laessig. Pero quienes han escuchado canciones como “The Man I’ll Never Find”, especialmente en su versión acústica, saben que el efecto hipnótico es real.
Viviendo vidas paralelas, hasta en la maternidad
En el plano personal, la conexión entre ambas no se detiene fuera del escenario. Viven a minutos una de la otra en Los Ángeles, comparten una niñera y recientemente ambas se convirtieron en madres. “Nuestros hijos viajan con nosotras, van a los conciertos, conocen culturas. Es duro, pero hermoso”, cuenta Wolfe.
Esta cercanía no hace más que fortalecer ese lazo que lleva dos décadas formándose. No solo cantan igual, viven casi igual. Han compartido experiencias únicas, como cantar en las famosas ‘Joni Jams’ organizadas por Brandi Carlile en casa de Joni Mitchell. Y sí, Paul McCartney les abrió la puerta. Ensayaron “Goodbye” antes de entrar, y al ver su cara de sorpresa, confirmaron que él reconoció... que era su canción.
Influencias, colaboraciones y un sonido en evolución
Lucius no puede entenderse sin su carácter colaborativo. En su nuevo álbum, decidieron invitar a Madison Cunningham y a miembros de The War on Drugs. Esta vez, las colaboraciones estuvieron cuidadosamente equilibradas con el deseo de mantener su propia narrativa artística.
La pandemia, la maternidad y los cambios personales han marcado un antes y un después en su proceso creativo. “Este es uno de los pocos discos en donde cada canción viene directamente de lo que estábamos viviendo, sin adornos”, señala Wolfe, quien confiesa que la honestidad en las letras fue una prioridad.
Un verano para celebrar su propia identidad
Este verano, Lucius se embarcará en una gira que promete reafirmar su lugar en la música indie. Habrá festivales, conciertos íntimos y un formato de espectáculo que incorpora su nuevo material con lo mejor de su discografía anterior. Con un sonido más crudo y directo, buscan conmover desde el primer acorde.
Más allá de lo musical, Lucius es también un proyecto que cuestiona la manera en que las mujeres artistas construyen su presencia pública. “Nosotras decidimos cómo nos mostramos. No es marketing, es performance consciente”, indica Laessig. En una industria que muchas veces exige brillar con un estilo ajeno, ellas parecen haber encontrado su forma auténtica de hacerlo.
Lucius como rareza necesaria en el pop actual
Mientras el panorama del indie se diversifica y se diluye a veces en fórmulas predecibles, Lucius aporta una carga emotiva potente y una estética cuidadosamente ensamblada. En un mundo acelerado, su música invita a parar, escuchar y dejarse envolver por aquellos arreglos vocales imposibles de imitar.
Han logrado ser parte del mainstream sin traicionar su raíz. Desde cantar a dúo con John Legend hasta formar parte de documentales musicales, han estado en muchas partes, pero siguen preguntándose: ¿cuál es su verdadero núcleo?
La respuesta tal vez esté en este nuevo disco. En llamarse simplemente Lucius, como quien se mira al espejo y dice: "Este soy yo". O en este caso, "este somos nosotras".
Una banda que canta como una sola voz… y un solo corazón
Pocos artistas logran lo que Lucius ha conseguido: convencernos de que dos voces pueden latir como una sola. En tiempos donde la autenticidad es mercadeada, Holly Laessig y Jess Wolfe apuestan por algo más profundo: comparten arte, vida y familia con un público que sigue creciendo a su ritmo.
Y mientras sigan cantando juntas, será imposible no escucharlas. Al fin y al cabo, ¿quién no se ha sentido alguna vez reflejado en una canción que no distingue de quién canta qué, porque la emoción suena tan unísona, tan vividamente verdadera, como si saliera de nuestra propia boca?