La revolución inmersiva del entretenimiento: del escenario al espectador sin barreras

Bono, Metallica y 'The Matrix' marcan el camino hacia una nueva era de experiencias sensoriales gracias a la tecnología inmersiva

Un nuevo paradigma para la música y el cine

La industria del entretenimiento está atravesando una transformación radical, impulsada por la incorporación de tecnologías inmersivas que convierten al espectador en participante activo. Lo que antes era una experiencia unidireccional —música en vivo o una película proyectada— hoy se está reconfigurando en una vivencia multisensorial, personalizada y profunda.

Figuras icónicas como Bono de U2 lideran esta tendencia. Su película-concierto “Bono: Stories of Surrender”, disponible en Apple TV+ y rediseñada para el Apple Vision Pro, trasciende el formato documental para sumergir al público en un viaje emotivo en 8K y con audio espacial. Con esta obra pionera, se inaugura una nueva forma de narración autobiográfica y musical que se siente más como un encuentro íntimo que como espectáculo digital.

Apple Vision Pro: algo más que un visor de realidad mixta

El Apple Vision Pro, con un precio inicial de $3,500, permite vivencias audiovisuales en 180 grados y con resolución 8K por ojo. No solo reproduce conciertos: los convierte en experiencias casi espirituales. Tal como dijo Bono en una entrevista: “Podés estar en la sala, pero también en tu cabeza. Hay una intimidad que esta tecnología permite”.

Una de las escenas más conmovedoras del documental es cuando canta sobre su madre fallecida, y su nombre —Iris— aparece flotando en el espacio digital, junto con una imagen que él mismo dibujó con el Apple Pencil Pro. Según el artista: “No es solo tecnología. Es una especie de alquimia. Preguntás: ‘¿Qué fue eso que sentí?’”.

Metallica y el poder restaurador del rock digital

Otro pionero del espectáculo inmersivo es Metallica. En marzo, la banda presentó un concierto filmado en Ciudad de México adaptado para Vision Pro. Uno de sus miembros, el guitarrista Robert Trujillo, expresó su sorpresa: “Sentías que podías tocar a la audiencia. El sonido, los detalles, la energía… Es una experiencia especial”.

Trujillo agregó que para géneros como el hard rock, que han perdido presencia en los medios convencionales, estas plataformas representan una segunda vida y un nuevo canal de conexión emocional con los fanáticos: “Esto lo devuelve al presente, lo hace relevante otra vez. Refuerza la fuerza del show en vivo”.

La Sphere de Las Vegas: redefiniendo lo colectivo

Si Vision Pro es la entrada personal a mundos nuevos, la Sphere de Las Vegas —con sus 17,500 asientos y sus 366 pies de altura— lleva esa inmersión al nivel colectivo. Este auditorio futurista costó $2.3 mil millones y abrió oficialmente con una residencia estelar de U2 en 2023.

The Edge, guitarrista de la banda, definió la experiencia como “un salto cuántico en los impactos sensoriales de un concierto en vivo”. Las imágenes, envolventes y a escala colosal, convierten el lugar en una fusión entre parque temático, cine y espectáculo musical.

Según Baz Halpin, productor de eventos y CEO de Silent House Group, la Sphere es “realidad virtual sin lentes” y ya están desarrollando nuevas residencias, como la de los Backstreet Boys —prevista para julio— que promete llevar la nostalgia pop al límite de lo visualmente posible.

Cosm y “The Matrix”: realidad compartida y cine reinterpretado

Mientras la Sphere piensa en lo macroscópico, Cosm apuesta por la cercanía emocional a través de experiencias cinematográficas inmersivas. Con sedes en Dallas e Inglewood, Cosm ha preparado la celebración en 2024 del 25º aniversario de “The Matrix” mediante una proyección expandida dentro de una cúpula de LED de 87 pies.

Gracias a la tecnología de realidad compartida, el entorno recrea escenas del film en tiempo real, alentando una simbiosis entre cine y espectador que borra los límites del relato. Como reveló Jeb Terry, CEO de Cosm: “Estamos mostrando que estas películas pueden revivir de una manera interactiva, exaltando su legado sin desvirtuarlo”.

La iniciativa forma parte del catálogo ampliado de la empresa que ya incluye producciones como “O” de Cirque du Soleil y “Big Wave: No Room for Error”. Además, planean una nueva sede en Atlanta para 2026.

El futuro global de las experiencias inmersivas

La ambiciosa visión del entretenimiento inmersivo no se limita a los Estados Unidos. El conglomerado detrás de la Sphere anunció un proyecto idéntico en Abu Dhabi, avalado por el Departamento de Cultura y Turismo de la capital emiratí. Su objetivo es llevar la experiencia a nuevas escalas y facilitar “minispheres” para ciudades con mercados más pequeños (capacidades de entre 3,000 y 6,000 espectadores).

Además, en agosto está prevista la proyección en Las Vegas del clásico de 1939 The Wizard of Oz, cuya restauración en IA ha sido alimentada con material escaneado y reproducido desde los archivos del Academy Museum. La presidenta de Sphere Entertainment, Jennifer Koester, asegura: “Las expectativas del público crecen. Y si no evolucionás, quedás obsoleto”.

La clave está en la emoción inmersiva

No se trata solo de avances técnicos, sino de una nueva relación entre obra, autor y público. Estas tecnologías encarnan una vieja obsesión del arte: traspasar los límites físicos y emocionales. Ya no basta con mirar: ahora buscamos sentir lo que el artista sintió, ver lo que él veía, cantar cuando él cantaba…

Esta tendencia trasciende géneros y medios. Bono logra que su audiencia conecte con su madre fallecida y su infancia. Metallica devuelve el sudor y la electricidad del estadio a un público globalizado. “The Matrix” se convierte en un performance compartido por ciento de personas, como si volvieras por primera vez a elegir la pastilla roja.

Bienvenidos al futuro de la cultura: una amalgama de innovación tecnológica, narrativa emocional y espectáculo compartido. Porque, como diría Morfeo, “no se puede explicar lo que es la Matrix… tienes que verla por ti mismo”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press