La hazaña inesperada de Loïs Boisson en Roland-Garros: ¿la Cenicienta del tenis francés?
Con apenas 361 del mundo, la joven francesa protagoniza la mayor sorpresa en décadas al eliminar a una de las favoritas en el Abierto de Francia
Roland-Garros ha sido testigo de muchos cuentos de hadas a lo largo de su historia, pero pocos tan sorprendentes como el ascenso repentino de Loïs Boisson. Esta joven francesa de apenas 21 años, prácticamente una desconocida para el gran público y ubicada en el puesto 361 del ranking mundial de la WTA, escribió uno de los capítulos más épicos del torneo al derrotar a la número 3 del mundo, Jessica Pegula, en una batalla cargada de emoción y coraje.
¿Quién es Loïs Boisson?
Loïs Boisson no había disputado nunca un partido en el cuadro principal del Roland-Garros hasta este año. Ni hablar de jugar en la imponente cancha Philippe-Chatrier, donde tuvo lugar su gesta. Nacida en Niza, ciudad de tradición tenística, Boisson comenzó a destacar en los circuitos juveniles locales, y gracias a una wildcard otorgada por la federación francesa, accedió al cuadro principal del Abierto de Francia.
El destino parecía reservado para que Pegula avanzara sin problemas a la siguiente ronda. Pero Boisson, aún con nervios evidentes como toda debutante, no se dejó vencer por la tensión del momento ni por la magnitud del reto. Después de perder el primer set 3-6, remontó con parciales de 6-4 y 6-4, desatando la ovación de una Chatrier rendida a su encanto.
Una hazaña histórica
Boisson se convirtió en la jugadora de menor ranking en ganarle a una top 5 en Roland-Garros en los últimos 40 años. El récord anterior lo ostentaba la húngara Anikó Kapros, quien en 2002, como número 179 del mundo, eliminó a la entonces número 5, Justine Henin.
No solo eso: también es la jugadora con el puesto más bajo del ranking en alcanzar unos cuartos de final desde 1985. Su nombre entra directamente al libro de las leyendas inesperadas del torneo, al lado de otras historias como las de Jelena Ostapenko, que ganó el título en 2017 desde el puesto 47.
Una victoria cargada de emociones
Boisson salvó tres puntos de quiebre en el decisivo juego final. En ese tramo de máxima tensión, demostró una madurez impropia de sus 21 años —y de su inexperiencia a este nivel—. Finalmente, gracias a un potente derechazo paralelo tras el segundo saque de Pegula, firmó su pase a los cuartos de final. La imagen de Boisson con los brazos alzados, tratando de asimilar lo que había hecho, ya forma parte de la iconografía del torneo.
«Merci à vous tous. Je suis très heureuse d’être ici», dijo entre risas durante la entrevista a pie de pista, en medio del clamor popular. «Je peux rester plus longtemps si vous voulez», bromeó, ganándose una estruendosa celebración.
Contexto del tenis francés
En un país que vive el tenis con fervor, Boisson representa un rayo de esperanza. Con la eliminación de todos los demás representantes, tanto del cuadro masculino como femenino, ella queda como la última francesa en competencia en ambos cuadros. Esto la convierte en un fenómeno nacional de un día para otro.
Amélie Mauresmo, actual directora del torneo y ex número 1 del mundo, estuvo presente en las gradas. Su gestión ha sido objeto de críticas en los últimos meses por la escasa programación de partidos femeninos en horario estelar. El impulso mediático y popular que ha generado Boisson podría ser un punto de inflexión en esa narrativa.
Lo que viene: el reto Andreeva
Su próxima rival será Mirra Andreeva, la joven rusa de 18 años y sexta cabeza de serie, una jugadora que ya ha probado su capacidad en tierra batida tras haber alcanzado las semifinales el año pasado. Sin embargo, Boisson no parece intimidada.
«Espero ganar, ¿no?», respondió con naturalidad al ser consultada por sus expectativas, desatando nuevamente una carcajada general en la pista central.
Andreeva es una jugadora agresiva, con una gran movilidad en la línea de fondo y mucho temple en partidos largos. Será un duelo entre dos jóvenes sin nada que perder, pero con mucho que ganar. Es probable que el público se vuelque a favor de Boisson, motivada por el espíritu nacionalista del torneo.
Reacciones de la comunidad internacional
La victoria resonó no solo en Francia, sino en todo el mundo del tenis. La WTA publicó una foto de Boisson con el texto “Fairy tales do come true”, y varias figuras del circuito femenino se manifestaron en redes sociales, destacando la valentía y el carisma de la francesa.
Incluso jugadores del circuito masculino como Casper Ruud y Ons Jabeur felicitaron a Boisson públicamente. “Momentos como este hacen grande al tenis”, tuiteó Jabeur tras el triunfo de la joven gala.
Impacto en los medios y en la economía del tenis
El impacto de su sorpresiva irrupción ya se refleja en el seguimiento mediático. De ser desconocida, ahora Boisson es portada en L'Équipe, Le Figaro y otros medios internacionales. Cuenta ya con nuevos patrocinadores interesados en asociarse con ella, lo que podría acelerar su evolución deportiva.
Además, con su avance a cuartos de final, asegura un premio mínimo de 440.000 euros, prácticamente el doble de lo que había ganado en toda su carrera profesional. Sin dudas, un trampolín económico y emocional para desarrollar su carrera con más recursos.
Boisson y el legado de tenistas galas
Francia ha tenido grandes nombres en el tenis femenino: Mary Pierce, Amélie Mauresmo, Marion Bartoli. Todas campeonas entre los años 90 y 2010. Pero desde entonces, el hueco dejado por estas gigantes se ha hecho notar. Boisson surge cuando los aficionados comenzaban a perder la esperanza.
No se sabe si su epopeya continuará más allá del próximo partido, pero lo cierto es que ha cautivado al país con su energía, desparpajo y talento. Más allá del tenis, en Francia adoran las historias con alma y superación. Boisson hoy encarna esa narrativa mejor que nadie.
¿La nueva musa de Roland-Garros?
En cada torneo surgen figuras que redefinen el espíritu del evento. Ostapenko en 2017, Iga Swiatek en 2020… ¿Será Boisson esa figura para 2025? Tiene el respaldo del público, el impulso emocional y un estilo alegre y ofensivo que conecta con las nuevas generaciones.
Por ahora, los reflectores están sobre ella. Cada movimiento, cada palabra, cada punto será seguido con atención. Y si bien su ranking hoy es anecdótico, su tenis habla en un idioma universal: el de la pasión por competir.