Amor, títulos y baloncesto: la historia de los Daigneault, la pareja campeona de Oklahoma
Mark Daigneault y Ashley Kerr son la prueba de que el éxito y la pasión por el deporte pueden converger dentro de un hogar ganador
Un hogar donde se respira competencia
Mark Daigneault, actual entrenador de los Oklahoma City Thunder, ha conseguido colocar a su equipo en lo más alto de la Conferencia Oeste y ahora los tiene compitiendo en las Finales de la NBA 2025. Sin embargo, en casa, su récord no es el más impresionante. Su esposa, Ashley Kerr, ha sido asistente del equipo de gimnasia femenina de la Universidad de Oklahoma y ha ganado nada menos que siete campeonatos nacionales como entrenadora.
“Entre mi esposa y yo, ella es —por mucho— la más impresionante, la mejor entrenadora”, ha dicho Daigneault en múltiples entrevistas con respecto al palmarés de su esposa.
Un encuentro en Gainesville, Florida
El destino los unió en Gainesville. Él, asistente del legendario Billy Donovan en el equipo de baloncesto masculino de los Florida Gators; ella, exgimnasta de ese mismo programa, ya iniciaba su carrera como asistente voluntaria. Así comenzó una historia de amor donde el deporte siempre fue el eje central.
Daigneault llegó a Florida después de pasar tiempo como asistente en Holy Cross y como estudiante asistente en la Universidad de Connecticut, donde formó parte del programa que ganó el campeonato nacional en 2004 bajo la dirección de Jim Calhoun.
Kerr, por su parte, fue atleta destacada con los Gators desde 2007 a 2011. Fue cuádruple seleccionada académica All-SEC. Cuando finalizó su elegibilidad, se mantuvo vinculada al programa llegando a ser asistente del entrenador principal.
El salto a Oklahoma y decisiones difíciles
En 2014, Daigneault recibió una oferta para dirigir a los OKC Blue, el equipo afiliado en la G League de Oklahoma City Thunder. Era una gran oportunidad. Kerr, sin embargo, tenía en ese momento un empleo estable en Florida. Según relató al diario The Oklahoman, no dudó en apoyarlo: “Tenías que hacerlo. Tenías que”.
Así comenzaron años de relación a distancia hasta que Kerr decidió unirse a él en Oklahoma, enfrentándose a la incertidumbre de no tener un trabajo inmediato. Sin embargo, poco después se abrió una vacante como asistente voluntaria en el equipo de gimnasia femenina de la Universidad de Oklahoma. En ese rol, ayudó al equipo a ganar tres títulos nacionales antes de ser promovida oficialmente cuando la NCAA cambió sus normas.
Una familia de campeones
Hoy, los Daigneault forman una familia con dos hijos pequeños. Aunque ambos son entrenadores exitosos, en su casa aseguran que quienes realmente mandan son los niños. “No estamos a cargo, estamos sobreviviendo”, bromea Daigneault.
La familia ha vivido momentos dignos de película. En abril de 2023, justo después de que el Thunder fuera eliminado del torneo Play-In, Kerr fue inducida al parto una semana antes de lo previsto, en Fort Worth, Texas. Daigneault voló de Minnesota a Oklahoma esa noche y condujo hasta Texas para llegar justo a tiempo al nacimiento de su hijo. Esa misma noche, Oklahoma ganó el campeonato nacional en gimnasia.
El entendimiento entre dos entrenadores
Uno de los pilares fundamentales de su relación es el entendimiento mutuo. Ambos comprenden las largas horas, la presión, los constantes viajes y las demandas de ser entrenadores al más alto nivel. Sin embargo, cuando regresan a casa, hacen lo posible por dejar el trabajo fuera.
“Siempre tratamos de compartimentalizar todo de forma sana. Nos gusta estar en casa y disfrutar la vida familiar. Para nosotros, nuestro hogar no es una extensión del trabajo”, explicó Daigneault.
Oklahoma City Thunder: La revolución de Daigneault
Desde su llegada a los Thunder en 2020, Mark Daigneault ha transformado un equipo en reconstrucción en un verdadero contendiente al título. En la temporada 2024-25, los Thunder terminaron como equipo número uno del Oeste bajo su mando, consolidándose como la sorpresa más grata de la liga. La franquicia clasificada para las Finales por segunda vez en su historia (la anterior fue en 2012).
Daigneault ha sido elogiado por su mentalidad analítica y por su habilidad para desarrollar talento joven de manera excepcional. Desde Shai Gilgeous-Alexander hasta Jalen Williams, este equipo ha florecido bajo su tutela.
El resurgir de los Indiana Pacers
Este año también ha traído de regreso a los Indiana Pacers a las Finales, luego de una espera de 25 años. Liderados por Tyrese Haliburton y el entrenador Rick Carlisle, la franquicia de Indianápolis ha superado sus fantasmas del pasado y eliminó a potencias como los Milwaukee Bucks, New York Knicks y Cleveland Cavaliers en su camino hacia el campeonato.
Haliburton reconoce lo importante que es este momento para una generación que nunca había visto a los Pacers triunfar a este nivel: “Mucha gente de mi edad nunca ha visto éxito en esta organización […] lo que estamos haciendo es realmente especial”.
El legado deportivo dentro del hogar
Mientras todos los focos apuntan a la cancha y al trofeo Larry O’Brien, desde la casa de los Daigneault se vive algo todavía más profundo: la simbiosis perfecta entre vida profesional y vida familiar. Ganar es importante, pero también lo es estar juntos en el proceso, criarse como profesionales y como personas. Ambos entienden el éxito como algo colectivo, donde cada victoria es brindada entre ellos y, especialmente, a sus hijos.
“Si reprodujéramos mi vida diez millones de veces —antes decía un millón, pero ahora que estamos en las Finales digo diez millones— esto solo pasaría una vez”, reflexionó Daigneault con gratitud.
Un entrenador de élite, una campeona consagrada y una familia que sigue escribiendo su propia historia en la cúspide del deporte universitario y profesional. Esa es la magia que ocurre cuando el amor y la competencia se encuentran bajo el mismo techo.