‘Let The Dolls Play’: Futbol, Identidad y Resistencia en el Reino Unido

Cómo una comunidad demuestra que el balón no discrimina a pesar de las políticas excluyentes

Paula Griffin, una mujer transgénero de 60 años, mira alrededor del campo en Islington, al norte de Londres, rodeada de compañeras, compañeres y aliades, todos sonrientes en medio de un torneo de fútbol. No es un domingo cualquiera. Es 1 de junio de 2025, el día en que entró en vigor la prohibición oficial para que mujeres trans participen en equipos femeninos en Inglaterra. Y, sin embargo, allí están, demostrando que el fútbol –al igual que la identidad– no puede ser contenido por normas discriminatorias.

Un fallo con consecuencias profundas

La Federación Inglesa de Fútbol (FA, por sus siglas en inglés) estableció recientemente que las mujeres trans ya no podrán formar parte de equipos femeninos. La medida es consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo británico de abril de 2025 que reconoció, para efectos legales y de protección contra la discriminación, a las mujeres solo como aquellas que han nacido biológicamente mujeres. Esta definición afecta no solo al deporte, sino también al acceso a baños, hospitales y otros espacios segregados por género.

La reacción ha sido polarizante. Grupos feministas “críticos del género” celebraron el fallo, considerándolo un triunfo para las mujeres nacidas mujeres. Por el contrario, organizaciones de derechos LGBTIQ+ y activistas trans lo consideran un retroceso radical en términos de inclusión y dignidad humana.

Está claro que ya no soy bienvenida”, dice Billie Sky, de 28 años, en medio del torneo comunitario llamado simbólicamente “Let The Dolls Play”. “Esta semana ha sido muy dura, despertarme y tener ganas de seguir adelante ha sido un reto. Pero estar aquí me da esperanza”.

Goal Diggers FC: fútbol sin exclusiones

Organizado por Goal Diggers Football Club, un equipo londinense inclusivo fundado precisamente para crear espacios seguros para mujeres, personas trans, no binarias y género no conforme, el torneo fue más que una competición. Fue una declaración política. Más de 100 jugadoras de diversas identidades participaron en un acto de amor al deporte y resistencia colectiva.

No nos pueden quitar esto: ni este equipo ni mi comunidad”, afirma Griffin. “Las verdaderas defensoras del deporte femenino somos quienes lo jugamos con pasión y respeto”.

Política, deporte y género: una tensión permanente

Las decisiones de exclusión en el ámbito deportivo no son aisladas. En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump firmó medidas ejecutivas similares que impiden la participación de personas trans en equipos que no se alineen con su sexo asignado al nacer. Actualmente, esas órdenes se encuentran en proceso de revisión judicial.

El argumento que suelen utilizar los defensores de estas políticas es la protección de la justicia competitiva, influido en gran medida por percepciones sobre ventaja fisiológica. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que los niveles de testosterona, por sí solos, no explican el rendimiento deportivo individual. De hecho, la FA había permitido hasta ahora la participación de mujeres trans si se mantenían bajo ciertos niveles hormonales rigurosamente controlados.

La ciencia y la controversia

Un informe del British Journal of Sports Medicine en 2021 concluyó que después de 12 meses de terapia de supresión hormonal, las diferencias en fuerza y resistencia entre mujeres trans y cis se reducen significativamente. Sin embargo, los estudios siguen sin ser concluyentes para muchos expertos.

La endocrinóloga y defensora de los derechos trans, Dr. Rachel McKinnon, advierte: “No hay un único factor determinante para el rendimiento deportivo. Además, lo que está en juego no es solo el acceso a la alta competición, sino la dignidad del deporte recreativo y comunitario”.

Una comunidad futbolera que no se rinde

Hoy no jugamos para ganar trofeos, jugamos para recordar que seguimos aquí, con los botines puestos y el corazón abierto”, dijo Jahnavi Kalayil, de 26 años, quien participó en el torneo con su equipo amateur.

La escena del fútbol comunitario en Londres rebosa pluralidad. Equipos como Stonewall FC, Hackney Laces y Goal Diggers encabezan un movimiento de resistencia e inclusión, cuestionando tanto la falta de representación real como las políticas excluyentes de los entes rectores del deporte.

Historias desde el barrio y desde el alma

Más allá de los torneos y las protestas, hay vivencias individuales. Como la de Nico, una persona no binaria de 22 años que comenzó a jugar fútbol a los 10 en las ligas masculinas juveniles y que, después de salir del clóset, se sintió marginada de ambos espacios. “Goal Diggers me dio un lugar. Aquí no importa tu cuerpo, sino tu entrega. El fútbol puede ser hogar si se juega desde la empatía”.

O la de Mariah, una mujer trans de origen nigeriano que enfrenta no solo el rechazo institucional, sino también el racismo. “El torneo me hizo sentir vista. Ni Reino Unido ni Nigeria me reconocen completamente, pero aquí, por una tarde, fui parte de algo que me amó con mis cicatrices”.

¿Qué sigue después del silbatazo?

El Torneo “Let The Dolls Play” concluyó sin campeonas oficiales ni trofeos formales. Solo hubo abrazos, risas y lágrimas, esas que brotan cuando una comunidad desafía al sistema mediante el gozo compartido.

Esta no es una derrota, es un golazo colectivo”, dijo Kalayil. Y no se equivocó. Porque mientras la FA pone barreras, la pelota sigue rodando. Y mientras la exclusión se escriba en papeles oficiales, las alianzas se bordan en campos comunitarios como el de Islington.

El deporte, como la dignidad, es derecho de todes. El fútbol, como el amor, no entiende de moldes binarios ni etiquetas. Por eso, aunque el calendario oficial diga que es un día triste para el deporte inglés, decenas de personas patearon prejuicios, corrieron con libertad y anotaron uno de los goles más importantes: el de la resistencia colectiva.

#LetTheDollsPlay no es solo un slogan. Es un acto de desobediencia amorosa. Y es apenas el comienzo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press