Festival del Bote del Dragón en Hong Kong: Furia, cultura y remos al ritmo del tambor

Entre tradición milenaria y pasión contemporánea, el Tuen Ng revive el espíritu de Qu Yuan y une a miles de personas en una celebración espectacular

Una tradición de más de 2.000 años que sigue viva

El Festival del Bote del Dragón, llamado Tuen Ng en cantonés, es una vibrante celebración tradicional china que se remonta a más de 2.000 años atrás. Hoy en día, miles de personas se reúnen para rendir homenaje a una figura histórica -y trágica- mientras disfrutan de competencias llenas de color y fervor deportivo.

Este 31 de mayo de 2025, Hong Kong volvió a convertirse en el epicentro cultural de Asia con la celebración de las Campeonatos Internacionales de Botes del Dragón de Stanley. Equipos locales e internacionales remaron al ritmo de tambores ante una multitud que no dejó de animar ni un segundo. Y es que más allá de una carrera, este festival es una manifestación de historia, identidad y unidad.

El origen heroico: Qu Yuan y la leyenda del sacrificio

Para comprender la esencia de esta festividad, hay que remontarse a la historia de Qu Yuan, un poeta y funcionario de la antigua China, conocido por su sabiduría y lealtad al reino de Chu durante el periodo de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.).

Cuando su consejo fue ignorado y su reino colapsó frente a enemigos invasores, Qu Yuan, devastado, se lanzó al río Miluo en un acto de protesta y desesperación. Los locales, al enterarse de su desaparición, salieron en barcas para buscar su cuerpo, golpeaban tambores para espantar a los peces y arrojaban bolas de arroz al río para que no devoraran su cuerpo.

Dicho acto dio origen a las carreras de botes del dragón y al consumo de zongzi, una tradicional comida hecha de arroz glutinoso envuelta en hojas de bambú.

Hong Kong y el resurgimiento del festival

Desde el levantamiento de restricciones por la pandemia, Hong Kong ha apostado fuerte por reactivar su imagen internacional como una ciudad vibrante y culturalmente diversa. El Festival del Bote del Dragón es uno de sus principales atractivos. Para esta edición, el gobierno local estimó que aproximadamente 380.000 turistas procedentes de China continental visitarían la región durante los tres días del feriado.

Las cifras representan un aumento del 16% en el promedio diario de visitantes respecto al mismo período del año anterior, lo cual subraya la importancia de este tipo de festividades en la reactivación del turismo.

Las competencias: un espectáculo de fuerza y coordinación

En Stanley, uno de los barrios costeros más populares de Hong Kong, los equipos compitieron en botes decorados con cabezas de dragones y tambores gigantes. Una embarcación estándar contiene 20 remadores, un tamborilero que marca el ritmo y un timonel que guía la embarcación.

Los participantes, tanto novatos como veteranos, entrenan durante semanas para lograr la sincronización perfecta. A diferencia de otros deportes, la clave del éxito no está en la fuerza individual, sino en la armonía colectiva. “No se trata de quién tiene más músculo, sino de quién puede latir más fuerte con el equipo”, comentó Lin Wang, capitana de uno de los equipos femeninos internacionales.

Un festival global: de Hong Kong a Singapur y más allá

Si bien Hong Kong es uno de los focos más mediáticos del Festival del Bote del Dragón, esta celebración también se vive intensamente en China continental, Taiwán, Singapur y Malasia. En todas estas regiones, donde la diáspora china ha dejado una huella profunda, se organizan carreras fluviales y eventos culturales durante el mes de junio.

En Beijing, por ejemplo, se llevaron a cabo batallas acuáticas en el Gran Canal del distrito de Tongzhou. Incluso ciudades occidentales como Vancouver, Nueva York y Londres han incorporado estas carreras a sus festivales. Según la International Dragon Boat Federation, más de 50 países celebran actualmente competencias oficiales.

Más allá de la competencia: gastronomía, arte y espíritu comunitario

El Tuen Ng no es solo para los deportistas. Las calles de Hong Kong se llenan de puestos de comida que venden zongzi rellenos de carne, frijoles dulces o yema de huevo salado. Los centros culturales organizan talleres para enseñar a las nuevas generaciones la preparación de esta delicia milenaria, y las familias se reúnen para compartir recetas tradicionales.

Además, muchos templos organizan ceremonias en honor a los antepasados, y diversos barrios montan exhibiciones de pintura, caligrafía y música tradicional. El estado de ánimo general es de celebración, respeto por las raíces y agradecimiento por la conexión con el pasado.

Reflejo social y político de la festividad

En medio de las tensiones que enfrenta Hong Kong en términos sociopolíticos, el Festival del Bote del Dragón representa un soplo de unidad. Aunque los últimos años han estado marcados por protestas, pandemia y reformas intensas, este tipo de eventos permiten una pausa para reconectar con la identidad cultural compartida.

“Celebraciones como esta nos recuerdan que somos parte de algo más grande, una historia milenaria que trasciende las disputas actuales”, aseguró Mei Chang, profesora de historia y espectadora habitual del evento.

Incluso sectores gubernamentales han impulsado iniciativas para internacionalizar aún más el festival. La Oficina de Turismo de Hong Kong ha lanzado campañas para atraer visitantes con paquetes especiales que incluyen alojamiento, cenas temáticas y acceso a zonas VIP durante las carreras.

Lo que sigue: tradición y futuro en un mismo bote

El éxito de la edición 2025 consolida al Festival del Bote del Dragón como una de las principales muestras culturales vivas del continente. A medida que más jóvenes se suman a los equipos y más turistas viajan a presenciarlo, se garantiza la transmisión y evolución de esta tradición tan simbólica.

La historia de Qu Yuan continúa inspirando. Su memoria vive en cada remo que choca contra el agua, en cada zongzi compartido en familia y en cada tambor que marca el inicio de una carrera. El espíritu del Bote del Dragón sigue tan vibrante como siempre, cruzando generaciones y fronteras con una energía que solo una verdadera leyenda puede mantener viva.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press