Shai Gilgeous-Alexander lidera a un renacido Thunder hacia las Finales del Oeste con una actuación histórica
El MVP se luce con 40 puntos en un juego crucial ante los Timberwolves y Oklahoma City queda a un paso de las Finales de la NBA
Una respuesta de campeón tras una humillación
Cuando tu equipo es apaleado por 42 puntos en el juego anterior de una serie final de conferencia, se espera una reacción... pero lo que Shai Gilgeous-Alexander y el Oklahoma City Thunder hicieron en el Juego 4 ante los Minnesota Timberwolves va mucho más allá de una simple respuesta. Fue una declaración de poder, orgullo y ambición de un grupo joven que ya no acepta excusas: quiere el anillo.
El base canadiense, legitimado recientemente como Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada, firmó una de las actuaciones más memorables en su efervescente carrera con 40 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias para liderar a su equipo hacia una victoria 128-126 que deja a los Thunder arriba 3-1 en la serie de las Finales de la Conferencia Oeste.
Shai: MVP con motivos
Gilgeous-Alexander ha sido una sensación esta temporada, pero su rendimiento en estos playoffs está consolidando su ascenso. Con un promedio de 30,8 puntos, 6,3 rebotes y 6,1 asistencias, su impacto es tangible y constante. Lo del Juego 4 fue un ejemplo perfecto de un líder tomando responsabilidad. A 6.1 segundos del final y con el marcador en juego, encestó dos tiros libres que sellaron la diferencia clave. Además, atrapó el rebote tras un intento deliberado de fallo de Anthony Edwards y lanzó el balón a la esquina para agotar el reloj, exhibiendo inteligencia y sangre fría.
“No estamos sorprendidos, este es el tipo de juego que Shai siempre imagina y trabaja para tener”, comentó el coach Mark Daigneault tras la victoria.
Jalen Williams y Chet Holmgren: el futuro llegó
Pero esto no fue un esfuerzo en solitario. Jalen Williams brilló con 34 puntos, incluyendo 6 triples en 9 intentos, inyectando energía y efectividad desde el comienzo. Y Chet Holmgren, el gigante que juega en casa en Minneapolis, sumó 21 puntos, 7 rebotes y 3 bloqueos, mostrándose cada vez más cómodo en una postemporada donde los focos arden.
OKC comenzó el partido lanzando 11 de 17 desde el campo, disipando rápidamente cualquier duda tras su desempeño catastrófico en el tercer juego. No solo eso, sino que mejoraron notablemente su puntería desde la larga distancia: 16 de 37 en triples (43%), una mejora absoluta respecto a sus previos desastres como visitantes donde apenas conectaban el 28% desde el perímetro.
La defensa también cuenta
La intensidad defensiva también fue esencial. Luguentz Dort jugó un papel decisivo conteniendo a Anthony Edwards, quien fue reducido a apenas 16 puntos. Mientras tanto, Julius Randle apenas logró 5 puntos al lanzar 1 de 7 desde el campo. No fue casualidad, sino resultado de un planteamiento físico, disciplinado y bien ejecutado por todo el equipo dirigido por Daigneault.
El banquillo no se queda atrás
Los Timberwolves tampoco se desplomaron por completo. Nickeil Alexander-Walker y Donte DiVincenzo aportaron 23 y 21 puntos respectivamente desde el banco, ambos con 5 triples convertidos. Fueron clave para mantener a Minnesota en el juego, acercándose repetidamente en el último cuarto. Pero el Thunder tuvo siempre una respuesta, una canasta o una jugada defensiva oportuna que no permitió que los Wolves igualaran el marcador.
Juego 5: ¿inicio de una nueva era?
La serie ahora regresa a Oklahoma City, donde los Thunder tienen un récord de 7-1 en estos playoffs y una diferencia de +191 puntos a su favor en casa. Si logran cerrar la serie en su territorio, avanzarán a su primera Final de la NBA desde 2012, cuando liderados por Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden, cayeron ante los Miami Heat de LeBron James.
Aquella vez, eran también un conjunto joven y lleno de futuro. Hoy, con una plantilla completamente renovada, vuelven a lo más alto, guiados por otro canadiense silencioso pero mortal. Y quizá esta vez, los dioses del baloncesto les tengan preparado un destino diferente.
La clave está en los detalles
La narrativa de esta serie ha cambiado constantemente: un Game 3 desastroso para los Thunder (derrota 143-101), seguido por un renacimiento liderado por su estrella en Game 4. La NBA enseña que memoria corta y resiliencia son cualidades imprescindibles en postemporada. Pero más allá del marcador, lo que ha revelado este equipo de OKC es carácter. El tipo de carácter que define campeonatos.
“Fue un golpe fuerte lo del juego pasado, pero nunca dudamos de quiénes somos”, expresó Holmgren con una sonrisa al terminar el cuarto juego. “Estamos construyendo algo especial y no vamos a dejar que eso se nos escape”.
¿Podrán coronarlo?
La respuesta llegará pronto, pero con cada jugada, Oklahoma City parece más firme. Este equipo de jóvenes ya no está soñando, está ejecutando. Con Gilgeous-Alexander a la cabeza, el Thunder está tocando la puerta del Olimpo —y nadie podrá decir que no se lo han ganado.