¿Justicia a medias? Boeing evita juicio penal por escándalo del 737 Max mientras Publix retira alimentos infantiles con plomo

Dos gigantes empresas estadounidenses enfrentan escándalos de seguridad con consecuencias que preocupan a víctimas, padres y consumidores en todo el país

Boeing y el acuerdo que evitó una demanda criminal: ¿justicia o impunidad?

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció un acuerdo preliminar con Boeing que permitirá a la compañía evitar un juicio penal derivado de acusaciones de haber engañado a las autoridades regulatorias sobre las condiciones de seguridad del avión 737 Max. Esta aeronave es tristemente célebre por dos accidentes ocurridos en 2018 y 2019 que ocasionaron la muerte de 346 personas.

Según documentos oficiales presentados ante la corte, Boeing se compromete a pagar e invertir más de $1,100 millones de dólares. A cambio, el caso criminal será retirado, aunque el acuerdo aún requiere su formalización definitiva. El Departamento de Justicia defendió su decisión, argumentando que evita la incertidumbre de un juicio largo y costoso, mientras asegura una rendición de cuentas inmediata.

Las voces de los familiares: dolor, indignación y frustración

Sin embargo, los familiares de las víctimas que murieron en los vuelos de Lion Air y Ethiopian Airlines han rechazado ampliamente esta resolución. El abogado Paul Cassell, representante de muchas de estas familias, lo expresó con contundencia:

Descartar el caso sería deshonrar la memoria de las 346 víctimas que Boeing mató con sus mentiras despiadadas”.

Los familiares han exigido repetidamente un juicio público y que se procesen penalmente a los ejecutivos responsables de encubrir los fallos del sistema automático de control (MCAS) que se demostró fue clave en ambos accidentes.

El impacto histórico del escándalo del 737 Max

Las tragedias del 737 Max han sido uno de los mayores escándalos de la aviación comercial moderna. Boeing, antes baluarte de la fabricación aérea, vio cómo su reputación se desplomaba junto con sus acciones bursátiles. El caso también expuso las debilidades y posibles conflictos de interés dentro de la FAA (Administración Federal de Aviación), que certificó el modelo sin comprender completamente los riesgos del sistema MCAS.

Más allá del aspecto legal, Boeing ya ha gastado $20,000 millones en compensaciones, mejoras técnicas y pérdidas financieras, incluyendo un acuerdo anterior con el DOJ en 2021.

Publix retira comida infantil con plomo: otro golpe a la confianza del consumidor

En un frente diferente de preocupación pública, la cadena de supermercados Publix emitió un retiro urgente de alimentos infantiles Greenwise luego de que se detectaran niveles elevados de plomo en bolsas de 4 onzas de puré de pera, kiwi, espinaca y chícharo, según alertó la FDA y las autoridades de Carolina del Norte.

El producto, fabricado por Bowman Andros, una compañía francesa con instalaciones en Virginia, excedía el límite recomendado por la FDA de 10 partes por mil millones (ppb), alcanzando 13.4 ppb.

Publix afirmó que ha retirado todos los productos afectados de las estanterías y que no se han registrado enfermedades hasta la fecha. Los consumidores pueden devolver los productos para su reembolso completo.

Reincidencia peligrosa: ¿por qué siguen contaminados los alimentos para bebés?

Este no es un incidente aislado. Es el segundo retiro de alimentos infantiles en dos meses. En marzo, la cadena Target sacó del mercado más de 25,000 paquetes de su línea Good & Gather por niveles similares de plomo.

La situación indica una alarma creciente sobre la seguridad alimentaria infantil. En 2023, más de 566 casos de intoxicación por plomo fueron identificados en 44 estados por el consumo de puré de manzana de la marca WanaBana, vendido en tiendas Dollar Tree. En ese caso, los niveles excedían hasta 2,000 veces los valores recomendados por la FDA.

¿Por qué el plomo sigue apareciendo en nuestros alimentos?

El plomo puede infiltrarse en los alimentos a partir del suelo, el aire, el agua o los procesos industriales, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría. No existe un nivel seguro de exposición al plomo, especialmente en niños, pues puede causar:

  • Daño cerebral y al sistema nervioso
  • Pérdida de habilidades cognitivas
  • Retrasos en el desarrollo y crecimiento

Lo más alarmante es que tras el escándalo de 2023, el programa de prevención de intoxicación infantil por plomo del CDC fue eliminado por recortes presupuestarios bajo la administración Trump, lo que limita la capacidad gubernamental actual para reaccionar ante brotes similares.

Contexts distintos, consecuencias similares: cuestionamientos a la justicia y a la regulación

Los casos de Boeing y Publix revelan una constante preocupante en el manejo de fallas críticas por grandes corporaciones. En el caso de Boeing, llama la atención cómo se puede evitar un juicio a través de acuerdos financieros, mientras que en el caso de Publix, los patrones de contaminación se repiten pese a escándalos recientes.

Estos hechos llegan en un momento de creciente desconfianza ciudadana en las instituciones regulatorias y sus relaciones con grandes empresas. Organizaciones como Public Citizen han señalado que el Departamento de Justicia y la FAA necesitan reformas estructurales que impidan favoritismos corporativos.

¿Volverá la política a intervenir?: El peso de las decisiones federales

Ambos casos se dan en un contexto de transición política. De hecho, muchos de los efectos visibles hoy en salud pública y justicia corporativa están relacionados con decisiones tomadas durante y después del mandato de Donald Trump. Por ejemplo:

  • El cierre del programa del CDC sobre intoxicación por plomo
  • La reformulación del liderazgo en agencias federales como la FTC (Federal Trade Commission)
  • La falta de reemplazo inmediato de comisionados demócratas tras su remoción

La narrativa del “acuerdo”: ¿quién gana realmente?

Mientras el Departamento de Justicia se aferra al discurso de la eficiencia y las compensaciones económicas, muchas familias, ciudadanos y expertos se preguntan si estas decisiones envían señales de impunidad en lugar de justicia. Como diría el propio Paul Cassell al cierre de una audiencia:

“Esto es una bofetada a la justicia. La vida humana vale más que balances corporativos”.

Mientras tanto, los padres que compraban comida natural para cuidar a sus hijos ahora deben vigilar con qué seguridad la industria alimentaria maneja los ingredientes destinados a sus pequeños.

¿Estamos ante un sistema que prioriza el ahorro de litigios o ante otro que descuida a sus ciudadanos más vulnerables en beneficio de gigantes empresariales?

La respuesta puede no estar en los tribunales, pero sí en la presión pública y política para exigir mayor responsabilidad y transparencia a quienes deben proteger la salud y la vida de todos, especialmente de los más inocentes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press