Una embajada bajo ataque: el antisemitismo global vuelve a estremecer al mundo
El asesinato de dos trabajadores de la embajada israelí en Washington desencadena condenas globales y reaviva el debate sobre el antisemitismo moderno
El reciente asesinato de dos funcionarios de la embajada israelí en Washington sacudió al mundo entero. Las víctimas, Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, murieron tras asistir a un evento en un museo judío. Según las autoridades, el sospechoso gritó “¡Palestina libre!” al ser arrestado, lo que encendió las alarmas sobre un posible trasfondo antisemita en el ataque.
El eco internacional de una tragedia
Las reacciones de líderes globales no se hicieron esperar. Desde Estados Unidos hasta Corea del Sur, mandatarios y voceros gubernamentales condenaron lo sucedido, apuntando al antisemitismo como un flagelo persistente y peligroso.
Donald Trump y el antisemitismo como “cáncer” nacional
El expresidente estadounidense Donald Trump fue tajante al calificar el ataque como una consecuencia directa del antisemitismo:
“¡Estos horribles asesinatos en D.C., obviamente basados en antisemitismo, deben terminar YA!”,
insistió Trump en su red social Truth Social, añadiendo que “el odio y el radicalismo no tienen cabida en Estados Unidos”.
Netanyahu culpa a la incitación
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu fue aún más específico:
“Estamos siendo testigos del terrible precio del antisemitismo y la incitación desenfrenada contra Israel”.
Netanyahu se mostró “conmocionado” por lo que calificó como un “tiroteo antisemita espantoso”.
Reacciones desde Europa: condena unánime
- Keir Starmer, primer ministro británico, mencionó que “el antisemitismo es un mal que debemos erradicar donde sea que aparezca”.
- Emmanuel Macron habló de “un ataque antisemita” y aumentó inmediatamente la seguridad en sinagogas, escuelas y sitios culturales judíos.
- Friedrich Merz, canciller alemán, expresó su “choque” y aseguró que “debemos asumir un móvil antisemita”.
- Antonio Tajani, canciller italiano, no solo condenó el ataque, sino que reafirmó el compromiso de Italia con la defensa de los derechos humanos.
La respuesta de organismos internacionales
Kaja Kallas, jefa de la diplomacia de la UE, insistió en que “no hay lugar en nuestras sociedades para el odio ni para el antisemitismo”. Poco después, el Ministerio del Interior francés ordenó reforzar la seguridad visible y disuasiva en todos los sitios judíos del país.
¿Un crimen aislado o síntoma de algo más profundo?
Reportes recientes muestran un alarmante crecimiento en incidentes antisemitas a nivel global. Según el Antisemitism Worldwide Report 2023, se registró un incremento del 37% en ataques verbales y físicos contra judíos a nivel mundial respecto al año anterior.
Estados Unidos vio su mayor número de crímenes de odio antisemita en más de una década, con más de 3,600 incidentes reportados solo en 2023, de acuerdo a la Anti-Defamation League (ADL).
Un contexto turbio: Irán, Israel y Estados Unidos
Mientras el mundo condena y toma precauciones, otro escenario crece en intensidad: las tensiones entre Estados Unidos, Irán e Israel. El diplomático iraní Abbas Araghchi advirtió que Teherán tomará “medidas especiales” para defender sus instalaciones nucleares si continúan las amenazas israelíes.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que prevenga los ataques israelíes o nos veremos obligados a actuar de forma proporcional”,
escribió Araghchi en la red X (antes Twitter).
Estas tensiones se suman a los constantes rumores de ataques preventivos israelíes sobre las instalaciones nucleares iraníes. Israel, desde hace años, considera que un Irán nuclear representa una amenaza existencial.
El impacto en la comunidad judía global
Más allá del ámbito diplomático, la comunidad judía en diferentes partes del mundo vive un clima de inseguridad creciente. En América Latina, organizaciones como la DAIA en Argentina y la Comunidad Judía de México han enfatizado la necesidad de vigilancia, pero también de educación para prevenir el odio desde sus raíces.
En París, Berlín y Nueva York, los movimientos neonazis y antisraelíes han aprovechado el conflicto israelí-palestino para justificar discursos de odio.
Educación, memoria y acción: la única vía
Como expresó el canciller italiano Antonio Tajani:
“Debemos promover una cultura de respeto y convivencia pacífica a través de la educación y el recuerdo”.
Organismos como Yad Vashem, el Holocaust Memorial Museum y el Instituto Internacional para la Educación sobre el Holocausto en Europa, mantienen campañas activas que apuntan a recordar los horrores del pasado como antídoto contra los peligros del presente.
¿El antisemitismo como herramienta política?
El resurgimiento del antisemitismo tiene también un uso político. En redes sociales como X, Telegram y TikTok, grupos extremistas lo utilizan como parte de una narrativa de “resistencia” o “antiimperialismo”, confundiendo la legítima crítica a políticas de Israel con rechazo a la identidad judía en sí.
La línea es delgada, pero peligrosa. El Holocaust Remembrance Alliance define el antisemitismo moderno como cualquier discurso o acción que utilice estereotipos, culpe colectivamente a los judíos o niegue el Holocausto.
Un futuro en vilo
Mientras se prepara la nueva ronda de negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán en Roma, el mundo observa con preocupación tanto el conflicto diplomático como el aumento de violencia en las calles. La lucha contra el antisemitismo no puede reducirse a condenas temporales. Exige políticas activas, alianzas multisectoriales y una campaña firme del derecho internacional contra el odio.
El asesinato de dos diplomáticos no puede convertirse en nota de paso. Es un recordatorio brutal de que el antisemitismo sigue vivo y se alimenta de cada grieta que dejamos entre la memoria y la indiferencia.
La lección está clara: tolerancia cero con el odio, venga de donde venga.