Son Heung-min y la redención histórica del Tottenham en la Europa League

El surcoreano rompe la sequía de títulos del club, lidera una hazaña inolvidable en Bilbao y demuestra que se puede ser héroe sin medalla colgada del cuello

Son Heung-min, leyenda por un día (y quizás por siempre)

En una noche mágica en Bilbao, Tottenham Hotspur rompió con 17 años de sequía de títulos importantes al vencer por 1-0 al Manchester United y consagrarse campeón de la Europa League 2025. El protagonista más emblemático no fue el autor del gol ni el director técnico sino un hombre que ha sido constante faro del club en sus momentos más oscuros: Son Heung-min.

El delantero surcoreano, a sus 32 años, vivió su noche más dulce en el fútbol europeo, pero también una de las más agridulces: durante la ceremonia, no recibió su medalla de ganador en el escenario. Según explicó la UEFA, cada club tenía permitido subir 30 personas y Tottenham superó este número, dejando a varios héroes —incluido Son— sin la medalla en el instante más emocionante.

Un trofeo esperado por más de una década

Desde la Copa de la Liga en 2008, el Tottenham no saboreaba un título. En ese entonces, ni siquiera existía el iPhone como lo conocemos hoy. Los Spurs habían estado cerca —como en la final de la Champions League de 2019 perdida ante Liverpool— pero siempre faltaba algo. La constancia de Son a lo largo de estas temporadas fue fundamental. Incluso cuando figuras como Gareth Bale o Harry Kane abandonaron el barco en la búsqueda de trofeos, él se mantuvo.

He soñado con este momento cada día en la última semana”, confesó Son tras besar y alzar el trofeo en San Mamés, drapeado en la bandera surcoreana. “Es lo que siempre quería. Hoy puedo dormir tranquilo”.

Una historia de lealtad y resiliencia

A diferencia de su excompañero Harry Kane, quien cambió Londres por Múnich para levantar su primer trofeo con el Bayern, Son decidió quedarse y luchar. “Vamos a decir que soy una leyenda, ¿por qué no? Sólo por hoy”, declaró entre risas. “En 17 años nadie lo había logrado, hoy es el día”.

Estos comentarios, aún con humor, reflejan el cierre de un ciclo para un jugador que ha batallado sin descanso. Habiendo llegado al club en 2015 desde el Bayer Leverkusen, su devoción al emblema de los Spurs lo convierte en un héroe distinto en la Premier.

Una temporada irregular con un final glorioso

Pese a que la campaña en la Premier había sido decepcionante —el Tottenham llegó a estar en la posición 17 en la tabla—, el equipo de Ange Postecoglou encontró en la Europa League un oasis salvador para culminar el año con gloria.

Con este triunfo, los Spurs no solo alzaron un título, sino que se aseguraron un lugar en la próxima Champions League, algo que parecía fuera de su alcance hace pocas semanas.

Un trofeo sin medalla... todavía con gloria

Pese a no haber recibido su medalla frente a millones de espectadores, Son fue quien alzó el trofeo. UEFA explicó que habían entregado 30 medallas en la ceremonia y el resto (20 adicionales) se distribuyeron después:

“El protocolo es claro: 30 medallas se entregan en el escenario. Cada club recibe 20 más posteriormente. Tottenham simplemente subió a más personas de las permitidas”, indicó la UEFA.

En redes sociales y medios internacionales, la imagen de Son levantando el trofeo sin medalla generó todo tipo de reacciones. Pero si alguien ha demostrado que un pedazo de metal no es necesario para ser leyenda, es él.

De la decepción de 2019 a la consagración

Estuvo en Madrid cuando Tottenham perdió 2-0 ante Liverpool en la final de la Champions. Esa noche fue la más amarga. Reaparecer en una nueva final seis años después y ganar, es una hazaña reservada para los que no bajan los brazos.

Entre aquel 2019 y este 2025, Son vivió de todo: lesiones, eliminaciones, críticas y cambios de entrenadores. No se dio por vencido, y así como Corea del Sur lo ovaciona por sus gestas nacionales —como en el oro en los Juegos Asiáticos de 2018—, Londres se rinde ahora ante su determinación.

La cara de la victoria: una postal asiática en Europa

Son Heung-min se ha convertido en el máximo ícono asiático en la historia del fútbol europeo. Con más de 150 goles con los Spurs, ya es el jugador asiático con mayor cantidad de tantos en la Premier League.

Su influencia ha abierto puertas a talentos como Takefusa Kubo en España o Kaoru Mitoma en Brighton. Y en Corea del Sur, ha reavivado el entusiasmo juvenil por el deporte rey. En Seúl, escuelas, bares y espacios públicos se llenaron para ver la final. Su imagen levantando el trofeo fue transmitida en pantallas gigantes por todo el país.

La otra cara de la moneda: dolor y dudas en Old Trafford

Mientras los Spurs escribían historia, Manchester United vivía una pesadilla. El técnico Rúben Amorim, quien llegó a mitad de temporada tras el despido de Erik ten Hag, no logró revertir la debacle: el club acumuló 18 derrotas en la Premier, el peor registro en su historia reciente.

“No tengo nada que mostrar a nuestros fans. Pero continuaré trabajando como sé”, dijo Amorim, ocultando su frustración tras la derrota.

La final era su última oportunidad de salvar la temporada y clasificar a Europa, pero ni la organización táctica ni los cambios lograron desbordar a la defensa del Tottenham. La crisis en el United suma episodios sin final previsible.

El legado de un número 7 inolvidable

Tottenham ha tenido grandes nombres con la camiseta número 7 —como David Ginola—, pero pocos tan comprometidos y decisivos como Son Heung-min. Su humildad, carisma y compromiso lo convierten en un ídolo transversal entre generaciones. En su país, en Inglaterra y en el mundo.

Intenté dar consejos a los jóvenes todo el tiempo. Tenemos un grupo de jugadores increíble”, confesó Son con la voz entrecortada al final del partido.

Son, un héroe sin medalla

La foto de Son levantando la Europa League sin medalla resume una historia poderosa: la gloria no siempre depende del protocolo. Este título no lo define un trozo de metal en su cuello, sino su liderazgo, entrega y fidelidad a un club que por fin encuentra su redención.

En el mundo del fútbol moderno donde se premia el traspaso al mejor postor, el 7 del Tottenham recordó que quedarse también puede valer la pena. Y que algunas veces, el sueño se cumple en casa.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press