Gaza bajo fuego: hospitales sitiados y ayuda paralizada en una crisis humanitaria sin tregua
Entre ataques aéreos, hospitales rodeados e infraestructuras destruidas, la emergencia en Gaza alcanza niveles alarmantes mientras la ayuda internacional choca con bloqueos logísticos y militares
Gaza atraviesa uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Con más de 53,000 palestinos muertos desde octubre de 2023 —según el Ministerio de Salud de Gaza—, la Franja se ha convertido en un símbolo global de una crisis humanitaria fuera de control. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños; los hospitales se han convertido en trincheras de resistencia médica; y la ayuda humanitaria, que debería ser una línea de vida, está atrapada entre burocracias, logística militar y fuego cruzado.
Una ofensiva sin límites visibles
La actual ofensiva de Israel en Gaza comenzó tras el trágico ataque liderado por Hamas contra civiles israelíes el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1,200 personas. Desde entonces, Israel ha prometido continuar con la operación militar hasta lograr la rendición, desarme o exilio completo de Hamas. Según fuentes del ejército israelí, la operación “se enfoca en alcanzar infraestructura terrorista” dentro de Gaza, pero la realidad en terreno habla de hogares reducidos a escombros, hospitales transformados en ruinas y miles de desplazados atrapados sin rumbo.
Más de 700 ataques a instalaciones de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta al menos 700 ataques contra infraestructuras médicas desde el inicio del conflicto. Dos de los últimos hospitales en funcionamiento en el norte de Gaza, el hospital al-Awda y el hospital Indonesio, han sido sitiados por tropas israelíes en los últimos días, impidiendo el acceso de personal médico, ambulancias y alimentos.
Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, las órdenes de evacuación y la constante ofensiva israelí “están empujando al sistema sanitario gazatí más allá del punto de quiebre”.
El hospital Indonesio: de baluarte a blanco militar
El hospital Indonesio, uno de los más grandes de la parte norte de Gaza, fue atacado con drones y artillería. Drones israelíes vigilan los alrededores las 24 horas, y una pared perimetral fue derribada por bulldozers del ejército. También se reportó que una de las torres de energía del hospital fue alcanzada por un misil, al igual que su fuente de agua.
Un video publicado por la organización humanitaria MERC-Indonesia muestra llamas emergiendo cercanas al suministro de combustible del hospital, que pudieron haber ocasionado una catástrofe aún mayor si no hubieran sido contenidas por bomberos voluntarios.
Al-Awda bajo sitio: un refugio médico convertido en prisión
A casi 1 km del hospital Indonesio, en el hospital Al-Awda cerca de 140 médicos y personal de salud permanecen dentro del recinto sin poder salir. En su interior, hay alrededor de 47 pacientes, incluyendo 20 niños y mujeres embarazadas. El hospital ha sido objetivo de fuego directo en su patio y tiene techos perforados por bombardeos recientes.
“Cualquier movimiento dentro del hospital es atacado”, dijo Rami Shurafi, miembro de la junta del hospital. Las ambulancias han sido blanco de drones, y actualmente no hay línea de internet ni ambulancias disponibles.
Una ayuda que nunca llega
En un breve rayo de esperanza, el ejército israelí anunció que permitiría la entrada de camiones humanitarios al cruce de Kerem Shalom. Sin embargo, según reportes internos compartidos entre agencias de ayuda, ninguno de los 65 camiones cargados de ayuda logró distribuir los recursos dentro de Gaza. Los trabajadores humanitarios debieron recargar los cargamentos en otros vehículos, perdiendo tiempo vital hasta que quedó inviable la entrega.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, confirmó que su personal esperó durante horas el martes sin lograr entregar los suministros. “La situación logística y de seguridad no permite que la ayuda llegue a los puntos de distribución”, advirtió.
Un cerco militar que paraliza toda estructura sanitaria
El Ministerio de Salud de Gaza afirma que muchas instalaciones médicas están colapsadas. “Nos ahogamos sin agua, sin comida, sin electricidad”, manifestaron médicos del hospital Indonesio. A pesar de la crítica internacional, Israel mantiene sus operaciones en zonas densamente pobladas como Khan Younis, donde recientemente murieron 24 personas, incluyendo 14 de una misma familia.
Reacciones internacionales: presión creciente pero sin frutos
- El Reino Unido suspendió negociaciones de comercio libre con Israel el martes, uniéndose a Canadá y Francia en la solicitud firme de detener las agresiones.
- La Unión Europea, a través de la diplomática Kaja Kallas, anunció una revisión del acuerdo comercial EU–Israel.
- Movimientos ciudadanos en decenas de ciudades realizaron protestas de emergencia exigiendo corredores humanitarios seguros.
Una crisis de desplazamiento sin precedentes
El desplazamiento es una de las consecuencias más alarmantes. Israel ha manifestado intención de facilitar lo que llama “migración voluntaria” desde Gaza a otros países. Sin embargo, organizaciones internacionales y voces palestinas consideran esto una forma de limpieza étnica encubierta. Al mismo tiempo, los palestinos desesperados se enfrentan a la imposibilidad de moverse entre zonas, ya que incluso los corredores llamados “seguros” han sido bombardeados previamente.
¿Existe una salida real?
Las negociaciones de tregua en Doha han quedado en suspenso luego de que Israel retirara a su equipo principal de negociadores. Solo personal de bajo rango permanece participando. Hamas continúa exigiendo la retirada total de Israel de Gaza a cambio de liberar rehenes, propuesta rechazada por Tel Aviv.
Mientras tanto, alrededor de 58 rehenes israelíes siguen en manos de Hamas; se cree que un tercio de ellos aún están con vida.
El mundo observa, pero la tragedia sigue
Con drones sobrevolando hospitales, camiones de alimentos sin llegar a su destino, niños heridos sin acceso a tratamiento, y miles de familias enterrando a sus seres queridos cada día, Gaza sigue clamando por humanidad.
Como expresó un médico desde Al-Awda: “No necesitamos más promesas, necesitamos oxígeno, necesitamos comida, necesitamos una pausa real del infierno”.
En palabras de Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados: “Gaza es la mayor emergencia humanitaria del siglo XXI. Si el mundo no reacciona ahora, ¿cuándo lo hará?”