Reactores nucleares modulares: ¿el futuro energético sustentable o una apuesta costosa?

La autoridad eléctrica más grande de EE.UU. apuesta por el primer reactor nuclear modular del país mientras el debate sobre su viabilidad sigue encendido

TVA y el salto hacia la energía nuclear del futuro

Por primera vez en la historia de Estados Unidos, una empresa energética ha solicitado un permiso a los reguladores federales para construir un reactor nuclear modular pequeño (SMR, por sus siglas en inglés). La Tennessee Valley Authority (TVA), la mayor proveedora pública de energía en el país, ha dado este paso pionero al presentar una solicitud ante la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) para iniciar la construcción en su sitio de Clinch River, en Oak Ridge, Tennessee.

Don Moul, presidente y CEO de TVA, resaltó que esta iniciativa busca posicionar al país como líder en tecnología nuclear avanzada. En una entrevista reciente, afirmó: "La energía nuclear es muy confiable, muy resiliente y libre de carbono. Representa una de las fuentes de generación más consistentes y limpias que tenemos".

¿Qué son los reactores modulares pequeños?

Los SMR son reactores nucleares de pequeño tamaño diseñados para producir hasta 300 megavatios de electricidad, una potencia suficiente para aproximadamente 175,000 hogares. A diferencia de los reactores tradicionales, los SMR son más compactos, menos costosos de construir y teóricamente más seguros debido a su diseño modular que permite ensamblarlos como piezas de lego en distintas ubicaciones.

TVA argumenta que este tipo de reactores representa una opción realista para sustituir el uso de combustibles fósiles en industrias clave y, a su vez, atender el aumento proyectado de 26 gigavatios en demanda eléctrica para 2035 en su región, un crecimiento equivalente al consumo energético de 15 millones de hogares.

El precedente en Canadá y la alianza con GE Hitachi

El diseño elegido por TVA es el mismo que está siendo construido en Ontario, Canadá, por Ontario Power Generation. Se trata de un modelo desarrollado por GE Hitachi, basado en la tecnología tradicional de agua ligera. En Canadá, el costo del primer reactor se ha calculado en 6.1 mil millones USD, mientras que el coste total de los cuatro SMR proyectados allí incluirá otros 1.6 mil millones por concepto de equipos.

TVA no ha revelado cifras exactas para su proyecto, pero indicó que sus estimaciones se alinean con lo proyectado en Canadá. Eso sí, buscan socios para distribuir los costos iniciales.

Retos e historia del desarrollo nuclear en EE.UU.

La construcción de nuevos reactores nucleares en Estados Unidos se ha encontrado frenada por décadas de sobrecostos y retrasos. Un ejemplo es la planta Vogtle, en Georgia, cuya expansión de dos a cuatro reactores tradicionales resultó en enormes sobrecostos.

Actualmente, no opera ningún reactor de nueva generación en EE.UU.. En 2023, el único proyecto que pretendía implementar un SMR fue cancelado debido a altos costos y falta de apoyo de proveedores de energía locales.

La NRC ha recibido varias solicitudes para futuros proyectos, pero es la de TVA la más avanzada y la que podría convertirse en un modelo a seguir si funciona según lo previsto.

Una estrategia climática impulsada por inversiones federales

La administración Biden anunció en 2023 una inversión de 900 millones USD para apoyar la construcción de estos nuevos reactores. TVA, en conjunto con aliados industriales, ha solicitado 800 millones para facilitar el desarrollo del primer reactor en su sitio de Clinch River.

Esta financiación también es vista como una continuación del apoyo de la administración Trump al desarrollo de SMR, lo que sugiere un raro consenso bipartidista sobre el potencial de estas tecnologías como solución energética para sectores intensivos como la industria y los centros de datos.

Críticas desde el ambientalismo

Pero no todo es entusiasmo. El grupo ambientalista Environmental Working Group (EWG) ha calificado a los SMR como una "fantasía" energéticamente inviable. Alex Formuzis, portavoz de la organización, declaró que hay maneras más baratas, rápidas y seguras de producir energía limpia, como la expansión solar en techos, almacenamiento en baterías y energía eólica.

Según EWG, los SMR presentan el riesgo de convertirse en un "pozo sin fondo de dinero público", en similitud a los proyectos nucleares previos que superaron por enormes márgenes sus presupuestos originales.

Aspectos técnicos y seguridad

A nivel técnico, los SMR ofrecen ventajas como:

  • Diseño pasivo de seguridad: funcionalidades que permiten apagar el reactor sin intervención humana en caso de emergencia.
  • Fabricación en serie: sus componentes pueden producirse en fábricas y ensamblarse en el sitio, reduciendo tiempos y costos.
  • Ubicación flexible: Son ideales para zonas remotas o donde los grandes reactores serían inviables.

A pesar de estos avances, la cuestión de los residuos nucleares sigue vigente, con debates abiertos sobre dónde y cómo almacenarlos de forma segura a largo plazo.

Una apuesta estratégica pensada en décadas

De aprobarse el permiso y el financiamiento completo, el primer SMR de TVA podría estar activo en 2032, marcando un nuevo capítulo en la historia energética de EE.UU. con una capacidad inicial de 300 megavatios en Clinch River.

Lo más significativo es que hay espacio para construir hasta cuatro reactores en el mismo sitio, lo que podría significar 1.200 megavatios de energía libre de carbono si el proyecto inicial resulta exitoso. Esto consolidaría a TVA como un pionero mundial en el uso de tecnología SMR para electricidad sostenible a gran escala.

Para expertos como Jacopo Buongiorno, profesor en el MIT y consultor en seguridad nuclear, esta decisión puede marcar el inicio de una tendencia dentro del país: "Si TVA logra demostrar su viabilidad, otras empresas podrían seguir el ejemplo".

¿Es la energía nuclear pequeña el camino hacia un futuro limpio?

La estrategia energética de EE.UU. se encuentra en una encrucijada. La energía solar y eólica requieren grandes terrenos, condiciones climáticas estables o almacenamiento inteligente. Mientras tanto, el gas natural todavía alimenta una porción significativa de la red. En ese contexto, los SMR se postulan como una alternativa de generación constante, libre de carbono y con menor huella espacial.

Sin embargo, la historia de contratiempos, oposición ambiental y costos impredecibles obliga a mantener un escepticismo informado. A medida que la crisis climática avanza y la presión por energías limpias aumenta, la carrera de TVA por implementar el primer pequeño reactor nuclear de EE.UU. será observada de cerca tanto por defensores de la innovación como por críticos del gasto público energético.

Ya sea éxito o advertencia, el resultado podría definir el rumbo energético del país para las próximas décadas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press