Ramaphosa frente a Trump: una batalla diplomática por la narrativa de Sudáfrica

Acusaciones de genocidio, tensiones raciales y Elon Musk: el complejo tablero político en la reunión Ramaphosa-Trump

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En un momento de alta tensión política y diplomática, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se enfrenta a uno de los encuentros más difíciles de su carrera: una reunión con Donald Trump tras las incendiarias declaraciones del estadounidense sobre una supuesta persecución contra la minoría blanca sudafricana. La cita, que tiene lugar en la Casa Blanca, no es solamente una cumbre bilateral. Es el epicentro de una narrativa polarizada sobre raza, propiedad y poder en el África austral.

Origen del conflicto: ¿genocidio de agricultores blancos?

En febrero de 2025, Donald Trump encendió las alarmas internacionales al acusar al gobierno sudafricano de fomentar un “genocidio” contra los agricultores blancos. Desde su red Truth Social, afirmó que había una violación masiva de derechos humanos en Sudáfrica, enfocándose en casos de homicidios de granjeros blancos en zonas rurales.

Estas declaraciones provocaron una respuesta inmediata del gobierno sudafricano. Ramaphosa calificó las afirmaciones como “dañinas, desinformadas y peligrosas”. Asimismo, varios medios africanos criticaron lo que consideran una narrativa distorsionada que ignora la complejidad de los problemas de crimen generalizado en el país.

¿Hay evidencia de genocidio?

Las estadísticas oficiales del gobierno sudafricano muestran que si bien existen ataques violentos contra granjeros blancos, estos no constituyen una campaña sistemática de exterminio étnico. En 2023, por ejemplo, se registraron 293 ataques a granjas, donde murieron 50 personas, según la organización AgriSA. Sin embargo, estas cifras también incluyen a víctimas negras y mestizas, reflejando una crisis de crimen rural y no necesariamente un conflicto racial.

“Nos duele profundamente que se ignore la verdad. Los ataques agrícolas son un problema serio, pero no tienen un componente racial dominante como se ha difundido últimamente”, explicó John Steenhuisen, Ministro de Agricultura sudafricano y parte de la delegación oficial en Washington.

El corte de ayuda y su impacto económico

Como respuesta a sus propias afirmaciones, Trump firmó una orden ejecutiva que cortó toda ayuda financiera estadounidense a Sudáfrica. La asistencia, que ascendía a más de 300 millones de dólares anuales, se destinaba a áreas clave como salud pública (lucha contra el VIH), programas de empoderamiento económico y fortalecimiento de instituciones democráticas.

La medida ha sido criticada por ONGs tanto en Estados Unidos como en África. “El castigo político perjudica a la población vulnerable, no a quienes hacen las políticas,” comentó James Aldridge, experto del Brookings Institution.

La expropiación de tierras sin compensación

Un punto crucial en la controversia es la nueva ley de expropiación de tierras en Sudáfrica. Esta permite al Estado expropiar ciertas tierras sin compensación como parte de un proceso de reparación histórica tras el apartheid. Desde su anuncio, críticos internacionales lo han equiparado con confiscación forzosa.

Aunque el presidente Ramaphosa ha señalado que la ley será aplicada con responsabilidad, Trump asegura que es “el principio del fin del Estado de derecho en Sudáfrica”. Por su parte, la Corte Constitucional sudafricana aún está evaluando la legalidad de esta legislación.

El papel de Elon Musk en el conflicto

El magnate tecnológico sudafricano-estadounidense Elon Musk ha sido un inesperado protagonista. Musk alegó en redes sociales que su compañía, Starlink, no pudo operar en Sudáfrica porque “soy blanco y me niego a aceptar aliados negros en el capital de la empresa local”.

El reglamento sudafricano exige que empresas extranjeras tengan un 30% de accionistas provenientes de grupos anteriormente desfavorecidos, como los negros, indígenas y mestizos, como parte de las políticas de acción afirmativa post-apartheid. Las autoridades sudafricanas afirmaron que Starlink nunca presentó una solicitud formal.

No obstante, Bloomberg reportó que el gobierno podría flexibilizar estos criterios para atraer inversión tecnológica. Ramaphosa, sin embargo, insistió en que “preservar la soberanía y las leyes internas es un tema de orgullo nacional”.

El temor a ser “Zelenskyy'd”

En Sudáfrica, varios medios expresaron preocupación de que Ramaphosa pudiera ser “Zelenskyy’d”, una referencia al trato irrespetuoso que Trump y su vicepresidente JD Vance dieron al presidente ucraniano en una reunión previa, criticándolo frontalmente frente a la prensa.

“Los sudafricanos no somos humillados. Entramos a cada batalla con la cabeza en alto”, respondió Ramaphosa al ser interrogado antes de la cita. Pese a su confianza, la presión diplomática es innegable.

Cuestiones raciales y comerciales: un discurso cruzado

Trump también ha acusado al gobierno de implementar políticas “anti-blancas” en comercio e inversión. Entre ellas, la denominada Broad-Based Black Economic Empowerment (BBBEE), que clasifica a empresas según su nivel de inclusión racial, lo cual afecta su elegibilidad en contratos estatales.

“Estas políticas son herramientas necesarias para nivelar el terreno tras décadas de exclusión. No son discriminación inversa, como sugiere Trump”, indicó el periodista Ferial Haffajee del Daily Maverick.

Un momento diplomático decisivo

Este encuentro bilateral representa mucho más que una foto oficial. Es una batalla por la narrativa geopolítica, racial y económica. Estados Unidos, bajo Trump, promueve una visión en la que las inversiones están condicionadas a un trato equitativo (según su interpretación), mientras que Sudáfrica defiende sus políticas redistributivas como necesarias para corregir siglos de injusticia.

La reunión será recordada como un hito en las relaciones diplomáticas Africa-EE.UU., no sólo por su tono, sino por sus consecuencias reales, desde ayuda monetaria hasta inversiones tecnológicas. El desenlace aún es incierto, pero una cosa está clara: la narrativa importa, y quien la domine, definirá el próximo capítulo de esta relación global.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press