Los Orioles de Baltimore en crisis: ¿culpa del manager o del modelo organizativo?
El despido de Brandon Hyde revela grietas profundas en una franquicia que pasó de la cima al abismo en menos de un año
La sorpresiva caída de los Orioles de Baltimore ha dejado perplejos a muchos fanáticos del béisbol. La destitución de Brandon Hyde, entrenador galardonado y líder del renacimiento del equipo, marca un momento crucial para una franquicia que parecía lista para dominar la Liga Americana por años. ¿Qué ha pasado en tan poco tiempo? ¿La culpa recae totalmente sobre Hyde, o hay problemas sistémicos mayores?
De los cielos al subsuelo: un declive abrupto
En junio de 2024, los Orioles eran considerados una de las organizaciones más sólidas en las Grandes Ligas. Lideraban en múltiples métricas tanto en las mayores como en ligas menores, y contaban con una plantilla joven, talentosa y fresca. Sin embargo, tan solo un año después, el equipo experimenta una de las caídas más abruptas de los últimos tiempos, llevando a la destitución de Hyde con un récord de 15-31, el cuarto peor en todas las mayores.
Según el gerente general Mike Elias, "esto nos ha golpeado con mucha dureza. Es inusual que todo colapse tan de repente." Elias, arquitecto del resurgir de Baltimore desde su llegada en 2018, ha reconocido la urgencia de revisar todos los aspectos de la estructura organizativa.
Hyde: ¿víctima o responsable?
No se puede hablar de Hyde sin destacar su impacto inmediato. En 2023 llevó al equipo a un impresionante récord de 101-61, una hazaña que le otorgó el merecido título de Manager del Año en la Liga Americana. En 2024, aunque cayeron a 91-71, todavía se metieron a playoffs como comodines.
Sin embargo, la segunda mitad de la temporada previa reflejó señales preocupantes: Baltimore terminó con marca de 34-38 en sus últimos 72 juegos. Este patrón descendente continuó en 2025, a pesar de mantener a su núcleo joven intacto. La clave está en el colapso del cuerpo de lanzadores y una sorprendente ineficacia ofensiva.
"Quiero enfatizar el magnífico trabajo que Hyde hizo. Tiene un conjunto de habilidades notables", declaró Elias. "Pero después de varios años, es normal en deportes que se busque un cambio de voz."
Un equipo irreconocible: las cifras no mienten
Los Orioles actuales presentan números alarmantes:
- ERA colectiva: 5.53 (penúltimos en MLB, sólo por delante de Colorado con 5.85)
- Promedio de bateo: .230 (puesto 25 de la liga)
- Carreras anotadas: 173 (puesto 25)
- SLG: .388 (puesto 18)
En contraste, en 2023, Baltimore fue cuarto en carreras anotadas y séptimo en porcentaje de bateo. ¿Qué cambió?
La apuesta fallida en la rotación veterana
Tras la salida del as Corbin Burnes, quien firmó un contrato de 6 años y $210 millones con los Diamondbacks de Arizona, los Orioles intentaron reemplazar ese hueco con veteranos:
- Tomoyuki Sugano (41 años): 4-3, ERA 3.08
- Charlie Morton (41 años): 0-7, ERA 7.68, actualmente en el bullpen
- Kyle Gibson (37 años): liberado tras una ERA de 16.78
Claramente, ninguna de estas incorporaciones ha estado a la altura. Como bien dijo Elias, "he sido claro en que nuestro cuerpo de abridores es un gran problema. Eso recae sobre mí y la oficina."
Ofensiva estancada: ¿desmotivación o presión?
Lo que más sorprende es que una talentosa ofensiva joven haya caído tanto en producción. Aunque se han enfrentado a algunas lesiones menores, se esperaba que el desarrollo natural de jugadores como Gunnar Henderson, Adley Rutschman y Jackson Holliday cubriera cualquier baja a corto plazo.
Hasta ahora, no lo han hecho. La falta de resultados sugiere más que simples altibajos individuales; quizás hay un problema de ambiente o presión externa al interior del grupo.
El modelo Elias en entredicho
Desde su llegada tras la temporada 2018 (en la que Baltimore registró el vergonzoso 47-115), Elias fue alabado por su enfoque basado en analíticas, desarrollo de talento joven y reconstrucción metodológica. Pero lo que funcionó durante años, ahora enfrenta su prueba más severa.
"Estoy evaluando todo a fondo: oficina principal, departamento de analíticas, desarrollo de jugadores. Todo está bajo inspección", dijo Elias. La contundencia de sus palabras refleja lo delicado del momento.
La sombra de decisiones pasadas
Desde la perspectiva gerencial, algunas decisiones de Elias ya eran polémicas antes de esta debacle:
- Demora en subir a ciertos prospectos mientras el equipo daba señales de fatiga en el cierre de 2024.
- Inversiones limitadas en lanzadores élite tras la partida de Burnes.
- Excesiva dependencia en estadísticas avanzadas sin balance con elementos tradicionales del juego.
Si bien es cierto que Elias revitalizó una franquicia moribunda, la sostenibilidad del éxito requiere constante ajuste. "El béisbol exige adaptabilidad. Este nivel es inaceptable para cualquier estándar, incluido el mío", puntualizó el GM.
El futuro inmediato: ¿y ahora qué?
La promoción de Tony Mansolino como manager interino es solo el primer paso. Bajo su mando, el equipo empezó con 0-3. Pero más allá del banquillo, hay preguntas urgentes:
- ¿Invertirá la gerencia en pitchers de élite en la próxima ventana de traspasos?
- ¿Veremos el despido de otros miembros del cuerpo técnico?
- ¿Cambiará el enfoque organizacional hacia un modelo más híbrido?
Mientras tanto, jugadores jóvenes clave deben reencontrarse con su nivel de 2023 y el vestuario necesita una voz que canalice la frustración sin descomponer la moral. El margen es estrecho pero no inexistente; el talento está, solo falta que reaparezca la convicción.
Una advertencia para el resto de la MLB
Finalmente, el caso de Baltimore es un claro ejemplo de cómo el éxito en MLB puede ser tan efímero como fascinante. Una franquicia celebrada por su reconstrucción casi académica ahora se encuentra entre las peores. Y todo eso en menos de 12 meses.
Como dijo el legendario Casey Stengel: “La clave para ser un gran manager es mantener a los cinco tipos que odian tu altura alejados de los cuatro que están indecisos.” Parece que en Baltimore, están todos juntos otra vez.