Volver a jugar: Historias de superación en el diamante

Will Bermudez y Mya Wang representan la resiliencia en el deporte universitario con perseverancia y coraje frente a la adversidad

El deporte como camino para sanar

En el competitivo y exigente mundo del deporte universitario, pocas cosas despiertan tanta admiración como las historias de atletas que, ante desafíos que amenazan con dejar fuera de juego sus carreras y sus vidas, encuentran la forma de regresar más fuertes. Dos de esos ejemplos brillan con luz propia en la reciente edición del premio CalHOPE Courage Award: Will Bermudez, estudiante de UC Irvine y jugador de béisbol, y Mya Wang, jugadora de lacrosse en Cal.

Cada uno con su historia única, tanto Bermudez como Wang han sido galardonados con este reconocimiento no solo por sus logros deportivos, sino por la excepcional entereza mental que demostraron para superar situaciones dramáticas que pusieron a prueba su cuerpo y su espíritu.

Will Bermudez: un regreso imposible desde la oscuridad

Todo cambió para Will Bermudez en mayo de 2019. En medio de un rutinario partido de béisbol con su equipo de viaje, el joven de 17 años, comprometido con la academia de la Fuerza Aérea, colisionó violentamente con un compañero mientras intentaba capturar una pelota en el aire. El impacto fue devastador: parálisis temporal desde la cintura, pérdida de memoria de cinco años y repetidas convulsiones que lo llevaron a un diagnóstico inesperado: epilepsia mioclónica juvenil.

Quería ser ingeniero aeronáutico, construir aeronaves y volar jets”, declaró Bermudez. Pero tras el accidente, quedó claro que su capacidad cognitiva había cambiado. Materias como matemáticas y química, antes sencillas para él, ya no eran lo mismo. La academia de la Fuerza Aérea retiró su oferta deportiva.

En lugar de rendirse, Bermudez reconstruyó su vida desde la base. A través de años de rehabilitación física y psicológica, logró recuperar habilidades básicas como la movilidad y el equilibrio emocional. Estudió primero en UC Davis, luego en Mount San Antonio College, donde volvió a jugar béisbol, sorprendiendo a los entrenadores de UC Irvine, quienes le abrieron las puertas.

Hoy es titular como segunda base en UC Irvine y estudia psicología con una especialización menor en sociología, determinado a respaldar a otros que batallen con la salud mental. “Hubo un momento en que pensé que nunca volvería a caminar”, reflexiona. Cada caída se convirtió en una lección, cada partido en gratitud.

Mya Wang: cáncer, resiliencia y un regreso a la élite

La historia de Mya Wang también nace desde la sorpresa brutal de enfrentar la enfermedad. Faltando dos semanas para graduarse de University High School en Irvine, recibió un diagnóstico que cambió su mundo: cáncer de tiroides. “Me sentí completamente sorprendida. Nunca pensé en escuchar esas palabras”, recordó Wang.

Inició un proceso largo e incierto, atravesando dos cirugías, episodios de desorientación emocional e interrupción de sus planes deportivos. Como jugadora de lacrosse para Cal, Wang tomó la decisión de dejar de competir temporalmente para enfocarse en su recuperación física y mental.

Durante ese período, se sumergió en estrategias de afrontamiento emocional: literatura de autoayuda, introspección, y sesiones de psicoterapia. La primera gran chispa de su recuperación llegó cuando representó a Hong Kong (por su herencia) en el Campeonato Mundial de Lacrosse 2022. “Haber jugado allí reencendió mi llama competitiva”, afirma. Aunque vendría otra cirugía, esta vez enfrentó el desafío con tranquilidad.

En 2023, Wang volvió con firmeza al equipo de lacrosse de Cal. “No tengo que rendirme solo porque algo malo me pasó. Aún tengo tanto por hacer”, dijo orgullosa.

El CalHOPE Courage Award: más que méritos deportivos

Establecido en 2022, el CalHOPE Courage Award se entrega mensualmente a estudiantes atletas en universidades de California que han superado situaciones adversas como traumas, enfermedades, ansiedad o depresión. La salud mental, una dimensión vital pero frecuentemente ignorada del deporte, se sitúa al centro de este galardón.

Wang y Bermudez fueron seleccionados entre un grupo de 14 finalistas anuales por representar con claridad el espíritu del premio. El reconocimiento se entregará este mes, aprovechando el Mes de Conciencia sobre la Salud Mental, una forma simbólica de visibilizar el desafío silencioso que enfrentan muchos jóvenes atletas.

El acompañamiento es clave en el deporte universitario

Historias como las de Wang y Bermudez destacan la urgente necesidad de apoyo psicológico y programas de contención emocional en instituciones deportivas. Estadísticas recopiladas por la NCAA en 2022 revelan que más del 30% de los atletas universitarios reportaron haber experimentado ansiedad o depresión severa, un incremento marcado respecto a años anteriores. Sin embargo, solo el 35% había accedido a apoyo psicológico profesional.

Sobre esto, Wang señaló: “Tener personas alrededor que entienden mis luchas fue fundamental. Mi recuperación habría sido imposible sin esa red”. Su testimonio resuena en un entorno donde los atletas a menudo se sienten obligados a proyectar fortaleza física incluso cuando emocionalmente se sienten rotos.

Resiliencia como ejemplo para nuevas generaciones

Lo más admirable de estas historias no es solo el retorno al deporte competitivo, sino el mensaje implícito que dejan a las generaciones futuras. En un tiempo donde la cultura de lo inmediato y la perfección domina, reconocer que es válido caerse, que pedir ayuda no es señal de debilidad y que la lucha puede redibujar nuevos horizontes, se convierte en una lección valiosa.

Además, tanto Wang como Bermudez han llevado sus experiencias más allá del deporte: él, enfocando su carrera profesional en salud mental; ella, construyendo un testimonio activo y visible para otros jóvenes con diagnósticos similares.

Un mensaje más allá del terreno de juego

El reconocimiento a estos atletas trasciende el aplauso del estadio. Es un recordatorio de que la valentía y la resiliencia también compiten y ganan. En un mundo donde el éxito se mide en estadísticas, trofeos y récords rotos, las páginas que escriben estos jóvenes son un homenaje a la supervivencia, el espíritu y la esperanza.

El deporte universitario en Estados Unidos no es solo una cantera de talentos. También es —y debe seguir siéndolo— una plataforma para formar seres humanos completos. En ese camino, figuras como Wang y Bermudez, que resurgen desde la adversidad sin perder la pasión, son las verdaderas campeonas de la historia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press