La amenaza invisible del H5N1 en EE.UU.: ¿Qué está frenando la detección de nuevos casos?
Aunque el virus de la gripe aviar sigue infectando aves, ganado y gatos domésticos en EE.UU., los casos humanos han desaparecido repentinamente. ¿Qué está ocurriendo realmente?
Un silencio inquietante en medio de la pandemia oculta
Desde hace más de un año, el virus de la gripe aviar H5N1 ha estado causando estragos entre animales de toda clase en Estados Unidos: aves silvestres, ganado vacuno, aves de corral y hasta gatos domésticos. Sin embargo, algo llama poderosamente la atención a los epidemiólogos: los casos en humanos han desaparecido repentinamente desde principios de 2025. A pesar de los llamados de las autoridades sanitarias para mantener la vigilancia, lo cierto es que no se han reportado nuevas infecciones humanas desde febrero. Esto ha generado una ola de preguntas cargadas de implicaciones éticas, políticas y epidemiológicas.Una pausa en las infecciones humanas: ¿casualidad o negligencia?
Entre inicios de 2024 y febrero de 2025, al menos 70 personas fueron diagnosticadas con gripe aviar en EE.UU., en su mayoría trabajadores agrícolas. La gran mayoría de los casos fueron leves, pero hubo una muerte. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), los últimos casos confirmados ocurrieron en Nevada, Ohio y Wyoming. En California, un foco donde hubo múltiples brotes tanto en ganado como entre trabajadores, se llegó a realizar pruebas a por lo menos 50 personas por mes a finales de 2024. Sin embargo, en marzo de 2025 solo se probaron tres personas, una en abril y ninguna hasta mediados de mayo. ¿Se ha reducido el riesgo, o simplemente se está dejando de buscar?¿Qué puede justificar esta caída?
Distintos expertos han propuesto hipótesis para explicar esta desaceleración. La más optimista sugiere que la gripe aviar tiene una naturaleza estacional, similar a otros virus respiratorios. Michael Osterholm, de la Universidad de Minnesota, destacó que los casos humanos severos serían difíciles de ocultar debido a la gravedad de los síntomas. Sin embargo, admitió que los casos leves probablemente estén pasando desapercibidos.¿Impacto de recortes presupuestarios y renuncias clave?
Una teoría más preocupante apunta a una decadencia en la infraestructura de vigilancia sanitaria. Keith Poulsen, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Wisconsin, señaló que las recientes renuncias y despidos en el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por su sigla en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) han afectado el monitoreo de enfermedades. Solamente en el Laboratorio Nacional de Salud Animal, 3 de 14 expertos aceptaron renuncias diferidas, en lo que figura como parte de un éxodo de más de 15,000 empleados del USDA. El resultado es una red de vigilancia debilitada justo cuando más se necesita. Angela Rasmussen, una reconocida viróloga de la Universidad de Saskatchewan, advirtió: “La vigilancia dirigida ha disminuido drásticamente desde que Trump asumió el cargo”.El temor silenciado de los trabajadores inmigrantes
Otra hipótesis inquietante señala el miedo creciente entre los trabajadores inmigrantes. Dado que muchos de los infectados anteriores provienen de ese grupo, y con el constante temor de ser detenidos o deportados en el contexto de políticas migratorias endurecidas, algunos expertos creen que estos trabajadores evitan acudir a centros médicos tras sentirse enfermos. Rasmussen lo resume con crudeza: “No puedo culpar a nadie que no quiera arriesgarse a ser deportado por reportar una exposición o hacerse una prueba”.El virus sigue circulando en animales
Aun cuando los casos humanos disminuyen o desaparecen, el H5N1 sigue activo en animales. Según datos del Departamento de Agricultura, los brotes siguen ocurriendo —aunque a un ritmo menor— tanto en aves de corral como en ganado vacuno y gatos domésticos. De hecho, una señal de alerta temprana en 2024 fue la muerte de varios gatos de granero que bebieron leche cruda infectada. Desde entonces, más de 120 gatos han sido diagnosticados con H5N1 en EE.UU., en muchos casos después de haber muerto. Kristen Coleman, investigadora de la Universidad de Maryland, está analizando muestras de sangre de gatos por todo el país para buscar evidencia de infecciones pasadas. Ella advierte: “Es fácil restarle importancia a esto, pero lo que realmente necesitamos es intensificar la investigación”.¿Qué capacidad de transmisión tiene el H5N1?
Una de las preguntas más relevantes para la salud pública gira en torno al potencial del H5N1 para causar una pandemia humana. El CDC ha indicado que existe un “riesgo moderado” de que las cepas actuales puedan evolucionar para transmitirse más fácilmente entre humanos, lo cual podría resultar catastrófico. Históricamente, los virus zoonóticos (aquellos que saltan de animales a humanos) han causado las pandemias más letales. La gripe española de 1918 mató entre 50 y 100 millones de personas, y surgió de un virus aviar. El H5N1 ya ha causado más de 450 muertes humanas a nivel mundial desde que se detectó por primera vez en 1997, con una tasa de letalidad de aproximadamente 53%, según la OMS. Afortunadamente, su transmisión de humano a humano ha sido mínima hasta ahora.Vigilancia en gatos y ganado: claves en la alerta temprana
Además de los esfuerzos en humanos, la vigilancia en animales sigue siendo crítica. Los estudios de casos como el de los gatos infectados evidencian que el virus puede adaptarse a nuevas especies, incluyendo mamíferos, lo cual representa un riesgo adicional. Un ejemplo reciente y preocupante se dio en Texas, donde murieron múltiples gatos infectados tras consumir carne cruda de ave. Este tipo de brotes podría ser la “punta del iceberg”, según Coleman, quien insiste en ampliar la vigilancia a más especies.Estudios en curso: los trabajadores lecheros en el punto de mira
Para abordar el vacío de información, investigadores de la Universidad Texas A&M están llevando a cabo un estudio financiado por los CDC (con una subvención de casi $4 millones). Recolectan muestras de sangre de trabajadores lecheros en varios estados para determinar si han estado expuestos al H5N1, incluso si nunca mostraron síntomas. David Douphrate, responsable del proyecto, explicó que ha podido acceder a las granjas gracias a dos décadas de relaciones con productores y trabajadores. “Hemos tenido muy buena participación”, afirmó.¿Qué debe hacer el público general?
Por ahora, el CDC asegura que el riesgo para el público general sigue siendo bajo. Sin embargo, esa tranquilidad no debe ir acompañada de complacencia. Las autoridades señalan que quienes trabajan con aves o ganado deben usar equipo de protección y reportar síntomas tempranos como fiebre, tos y malestar general. Además, quienes tengan animales domésticos deben evitar darles carne o leche cruda, evitar el contacto con aves muertas o enfermas, y reportar síntomas inusuales en sus mascotas.El peligro de confiarse: lecciones del pasado
La pandemia de COVID-19 dejó dolorosas enseñanzas sobre la importancia de la detección temprana y la transparencia. En este caso, las advertencias de los expertos son claras: el hecho de que no se reporten casos no significa que no existan. Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias de la Universidad de Brown, fue tajante: “Debemos asumir que hay infecciones entre trabajadores agrícolas que simplemente no están siendo detectadas”. El silencio estadístico puede ser símbolo de éxito... o de descuido. Y cuando se trata de enfermedades zoonóticas, el precio de la negligencia puede ser una crisis de salud global. Este artículo fue redactado con información de Associated Press