El alto costo invisible de los aranceles de Trump: ¿protección económica o bomba de tiempo inflacionaria?

Aunque las cifras macroeconómicas no muestran alarmas inmediatas, los aranceles generalizados están afectando a consumidores, empresas e incluso a la estabilidad económica global. ¿Realmente estamos preparados para el impacto total?

En los últimos meses, la narrativa económica en Estados Unidos ha tomado un giro desconcertante: mientras que expertos advertían que los nuevos aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump generarían una ola inflacionaria devastadora, los datos más recientes muestran una inflación contenida y un mercado laboral sorprendentemente sólido. ¿Qué está sucediendo realmente en la economía estadounidense?

Aranceles: los más altos desde la Gran Depresión

Desde que Trump tomó la Casa Blanca, los aranceles promedio en EE. UU. han crecido exponencialmente. Según estimaciones del Laboratorio de Presupuesto de Yale, la tasa promedio de aranceles ha aumentado del 2.5% en 2016 a un estimado de 17.8% en 2024, el nivel más alto desde 1934, en plena Gran Depresión.

Esto implica tarifas de hasta:

  • 25% sobre autos, acero y aluminio;
  • 10% generales sobre prácticamente todos los países;
  • Hasta 145% sobre importaciones chinas, reducidas posteriormente a 30%.

Incluso con el alivio arancelario temporal alcanzado con China —que bajó sus tarifas represalias de 125% a 10%— los efectos persisten.

¿Dónde está entonces la inflación?

Uno esperaría que estos aranceles generaran aumentos inmediatos en los precios al consumidor. Sin embargo, abril mostró una inflación contenida e incluso una ligera reducción en el índice de precios del productor. Una contradicción aparente, pero hay explicaciones.

Según Ernie Tedeschi, director económico del Yale Budget Lab:

“Tuvimos un buen reporte laboral y una inflación fresca, pero esto no significa que el riesgo haya desaparecido.”

Dos factores principales retrasan el impacto:

  • Retrasos administrativos: problemas técnicos han impedido la recolección efectiva de aranceles en aduanas.
  • Stock anticipado: muchas empresas se adelantaron a los aranceles importando productos antes de que entraran en vigor.

El golpe a los hogares y negocios

Aunque las cifras agregadas parecen tranquilizadoras, el costo humano ya se siente. El Yale Budget Lab estima que los aranceles reducirán el poder adquisitivo promedio de los hogares estadounidenses en $2,800 al año. Específicamente:

  • Zapatos: +15% de aumento;
  • Ropa: +14%;
  • Suministros de construcción: aumento significativo, impactando tanto a constructoras como a hogares que buscan renovaciones.

Caso real: Snowy Owl Coffee Roasters

Shayna Ferullo, copropietaria de esta empresa en Massachusetts, anunció que subirá el precio de cada taza de café entre 25 y 35 centavos debido a los nuevos aranceles. Además, su remodelación presupuestada se ha encarecido considerablemente.

“Estamos operando con mucha cautela y mirando el año con el objetivo de consolidar gastos y mantenernos enfocadas,” dijo Ferullo.

Sin contar que ya ha decidido no reemplazar a un empleado que renunció, como parte de su estrategia para reducir costos laborales.

El impacto del proteccionismo a nivel mundial

Estados Unidos no es el único afectado. Las políticas arancelarias de Trump también han golpeado a Europa. La Comisión Europea redujo su pronóstico de crecimiento económico para los países del euro de 1.3% a 0.9% en 2025 y a 1.4% en 2026. La economía alemana, dependiente de las exportaciones, se estancó por completo.

“La incertidumbre que generan los aranceles de EE. UU. no se veía desde lo más oscuro de la pandemia del COVID”, dijo Valdis Dombrovskis, Comisario Europeo de Economía.

Un arancel errático: ¿imprevisibilidad como política?

Uno de los mayores problemas no es solo el nivel de los aranceles, sino su imprevisibilidad. Trump ha aplicado tarifas solo para suspenderlas días después, o ha anunciado nuevas sin fecha o esquema claros. Por ejemplo, la reducción temporal del 145% al 30% sobre productos chinos es válida solo por 90 días.

Este vaivén genera parálisis en decisiones empresariales e inversiones. Jared Hendricks, CEO de Village Lighting Co., detuvo por completo la importación de productos decorativos navideños desde China por miedo a sobrecostos. Ahora, corre contrarreloj para traerlos antes de septiembre, con costos aduaneros adicionales que podrían superar el millón de dólares.

¿Aceptarán los consumidores nuevos aumentos?

A diferencia de 2018, los consumidores hoy son mucho más sensibles al aumento de precios. La inflación posterior a la pandemia los ha dejado “agotados”.

“En 2018 los consumidores no estaban exhaustos por la inflación como hoy,” remarca Tedeschi.

Estudios regionales de los bancos de la Reserva Federal de Atlanta y Dallas reflejan que muchas empresas optan ahora por absorber parte del costo arancelario, reduciendo sus márgenes. Esto se traduce en menos inversiones, ajustes de personal y presión financiera adicional, especialmente para las pequeñas empresas.

Tensiones políticas: ¿los aranceles como herramienta electoral?

Está claro que Trump entiende el peso simbólico del proteccionismo. Bajo la premisa de “América Primero”, intenta preservar empleo e industria local, apelando a sectores industriales golpeados, como el automotriz y siderúrgico.

Pero el costo estructural de esa estrategia podría ser alto. Según un estudio de la Reserva Federal, los aranceles impuestos por Trump entre 2018 y 2019 generaron aumentos de precios perceptibles en apenas dos meses. ¿Cuándo comenzará el verdadero impacto esta vez?

El caso de los votos digitales: otra arista del proteccionismo tecnológico

En paralelo, el expresidente busca prohibir el uso de códigos QR y códigos de barras en papeletas electrónicas. Aunque esta medida se enmarca en una aparente defensa de la “integridad electoral,” también tiene tintes de desconfianza frente a soluciones extranjeras o tecnológicas avanzadas.

Sistemas usados en más de 19 estados se verían afectados, incluyendo Georgia y Carolina del Sur, que los implementan de manera estatal. ¿Es esta otra forma de nacionalismo económico disfrazado?

Además, actualizar todo el sistema electoral de un condado como Benton, Arkansas, costaría $400,000, según su coordinadora electoral local. En contraste, Los Ángeles debería reconsiderar un sistema valorado en $140 millones.

¿Un callejón sin salida o una política moderadamente efectiva?

Algunos economistas afirman que pese a la retórica catastrófica, los aranceles no generaron una inflación masiva en el primer mandato de Trump. Sin embargo, la evidencia sugiere que los consumidores sí pagaron el precio, y que el efecto pleno de las nuevas medidas aún no se ha dejado sentir por completo.

La gran paradoja es que, a corto plazo, ciertos indicadores —inflación, empleo— no reflejan lo que sí reflejan los balances de negocios, las decisiones de inversión y el sentimiento del consumidor.

La confianza del consumidor, medida por el Conference Board, ha caído en cinco meses consecutivos, ubicándose en su nivel más bajo desde mayo de 2020, el peor momento de la pandemia.

¿Podrá soportar la economía estadounidense el segundo round del proteccionismo trumpiano? Las señales son mixtas, pero si algo es seguro, es que el costo apenas comienza a desplegarse.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press