Lesiones, despidos y reestructuración: una semana turbulenta en las Grandes Ligas
Los Orioles, Mellizos y Cerveceros experimentan giros dramáticos en sus alineaciones y dirección técnica, reflejando una MLB en constante cambio
Los Orioles se tambalean: Adiós a Hyde, entrada de Mansolino y el descalabro de Gibson
Los Baltimore Orioles viven una de sus etapas más agitadas de los últimos años. Tras un inicio de temporada desastroso (15-29), el equipo de Maryland decidió tomar medidas drásticas: despedir al mánager Brandon Hyde y designar como interino a Tony Mansolino, antiguo coach de tercera base. La decisión llega acompañada por el desmantelamiento parcial de la plantilla, donde destaca la baja del veterano pitcher Kyle Gibson, designado para asignación luego de registrar un ERA de 16.78 en apenas cuatro aperturas.
Gibson, de 37 años, firmó con Baltimore a finales de marzo con la esperanza de aportar veteranía a la rotación. Sin embargo, la realidad fue implacable. Permitió seis carreras en su última salida, quedándose en el montículo apenas dos tercios de entrada. Mansolino, visiblemente cauteloso en su debut como estratega principal, evitó polémicas al ser consultado sobre su designación y la salida de Hyde: “Esa es probablemente una mejor pregunta para Mike [Elias, gerente general]. Solo trato de aportar estabilidad al equipo.”
El cambio de timón coincidió también con la colocación en la lista de lesionados del jardinero Tyler O’Neill, afectado por una inflamación en el hombro izquierdo. O’Neill, dos veces ganador del Guante de Oro, no ha logrado brillar en su primera campaña con los Orioles: apenas batea .188 con 2 jonrones y 10 carreras impulsadas.
En medio del caos, Baltimore ha llamado a Dylan Carlson y al lanzador Kade Strowd desde Triple-A Norfolk, intentando renovar energías y detener la caída libre.
Los Mellizos resisten pese a las lesiones: Coulombe fuera, talento joven al rescate
Mientras tanto, los Minnesota Twins enfrentan su propio drama médico: Danny Coulombe, uno de los mejores relevistas de la temporada con 0.00 ERA en 16 ⅔ entradas, fue enviado a la lista de lesionados debido a una distensión en el extensor del antebrazo izquierdo. A pesar de esta pérdida, los Mellizos se mantienen competitivos, arrastrando una racha de 13 victorias consecutivas. ¿La clave? Un bullpen profundo y una filosofía de "siguiente hombre en pie".
El lanzador derecho Zebby Matthews fue llamado desde Triple-A para iniciar el partido del domingo frente a los Cerveceros. Con un ERA de 1.93 en siete aperturas y honores como pitcher menor del año 2024 en Minnesota, Matthews representa la nueva sangre que el equipo necesita. La organización también elevó al outfielder Carson McCusker, quien batea .350 con 10 cuadrangulares en 38 encuentros en Triple-A.
Las decisiones forman parte de una camada de lesiones acumuladas este fin de semana para Minnesota, incluyendo a las estrellas Carlos Correa y Byron Buxton, ambos en la lista de bajados por conmoción tras una aparatosa colisión.
Cerveceros: el ocaso de Tobias Myers y la esperanza en Easton McGee
Los Milwaukee Brewers han enviado nuevamente al lanzador Tobias Myers a Triple-A, en lo que parece una última oportunidad para que recupere la forma tras un inicio de temporada por debajo de las expectativas (ERA de 4.95 en seis juegos). A pesar de haber sido reconocido como el pitcher más valioso del equipo en 2024, el rendimiento de Myers ha sido errático este año, cediendo 11 hits en apenas 3 ⅔ entradas en su última salida contra los mismos Mellizos.
“Amo al chico, ese poder está ahí. Lo vimos en el Juego 3 de los comodines. Solo debemos llevarlo de vuelta a ese nivel”, sostuvo el mánager Pat Murphy, haciendo referencia a la impresionante actuación de Myers en la serie pasada ante los Mets, donde lanzó cinco entradas en blanco.
Para llenar el vacío, Milwaukee trajo desde su filial a Easton McGee, quien ya había tenido apariciones menores en las Grandes Ligas. McGee lleva una marca de 1-0 con 3.44 ERA en Triple-A Nashville y espera aportar estabilidad a un cuerpo de lanzadores golpeado por lesiones, especialmente tras la baja de José Quintana por problemas en el hombro.
El lado humano de una temporada impredecible
Más allá de los números y las estadísticas, lo que esta semana nos recuerda es la frágil estabilidad en los clubes de Grandes Ligas. Un equipo puede pasar de la euforia a la frustración en cuestión de días, algo que Baltimore está experimentando crónicamente esta campaña. Incluso el jugador más confiable, como Coulombe, puede terminar fuera por molestias físicas aparentemente menores pero estratégicamente costosas.
En esta vorágine también hay espacio para las segundas oportunidades: la de Matthews en Minnesota tras un discreto 2024, o la de McGee, intentando consolidarse en la élite. Aun figuras cuestionadas como Myers siguen contando con respaldo dentro de sus organizaciones. Pero la paciencia, como bien lo demostró la dirigencia de los Orioles, tiene un límite.
El contexto actual de las Grandes Ligas
Las recientes decisiones gerenciales dejan entrever una evolución en la forma en que los equipos evalúan y corrigen el rumbo. Según Baseball Reference, la media de duración de un mánager en MLB es actualmente de menos de tres temporadas. La rotación de personal técnico refleja la presión constante por resultados, especialmente en mercados más competitivos como el Este de la Americana.
Por otra parte, con las exigencias físicas incrementándose, se estima que un 36% de los peloteros de roster activo pasan en algún momento al menos una vez por la lista de lesionados durante una campaña. Este porcentaje ha ido en aumento con el paso de los años, generando dudas sobre la preparación física y la excesiva carga de partidos para ciertos jugadores.
Como suele suceder en la MLB, lo impredecible es lo más constante. Las historias de ascenso y caída, las lesiones, las despedidas dolorosas y los redescubrimientos futbolísticos forman parte de una narrativa que parece escrita por el mejor guionista de Hollywood. Después de todo, ese es el verdadero encanto del béisbol.