Kenta Maeda y un nuevo intento con los Cubs: ¿puede resucitar su carrera en la MLB?
El veterano lanzador japonés firma contrato de ligas menores con Chicago tras una decepcionante etapa en Detroit. ¿Es posible que vuelva a brillar como en sus mejores días?
El viaje de Maeda: de estrella en Los Ángeles al limbo de las menores
Kenta Maeda, el derecho japonés que brilló con los Los Angeles Dodgers en su debut en la MLB, acaba de firmar un contrato de ligas menores con los Chicago Cubs, buscando una nueva oportunidad para redimirse tras una caída estrepitosa en su rendimiento. La noticia fue confirmada por el mánager Craig Counsell el pasado viernes antes del encuentro contra los White Sox.
Este movimiento ocurre luego de que Maeda, de 37 años, fuera designado para asignación por los Detroit Tigers el 1 de mayo, tras registrar una abultada efectividad de 7.88 en siete apariciones como relevista. En general, su primera campaña con los Tigres arrojó números alarmantes: 3-7 con 6.09 de ERA en 17 aperturas y 12 relevos.
El camino hacia la redención parece complicado. Pero ¿qué lo llevó hasta este punto y qué implicaciones tiene su llegada a una rotación plagada de lesiones como la de los Cubs?
Un pasado estelar que se desvaneció entre lesiones y regresos irregulares
Maeda llegó a Grandes Ligas en 2016 luego de destacar durante años en la Nippon Professional Baseball con los Hiroshima Toyo Carp. Ese primer año con los Dodgers fue prometedor: terminó 16-11 con 3.48 de ERA en 32 aperturas.
Tal fue su impacto, que se convirtió en una pieza clave en la rotación y bullpen de los Dodgers durante varias campañas, incluso siendo utilizado estratégicamente como relevista en postemporadas. En 2020, con los Minnesota Twins, parecía que regresaba a su mejor forma: 6-1 con 2.70 de ERA en una temporada recortada por la pandemia. Aquella actuación le valió terminar segundo en la votación del Cy Young de la Liga Americana.
Sin embargo, en 2021 su rendimiento bajó, y en 2022 se perdió toda la campaña tras someterse a la recuperación post cirugía Tommy John.
Un contrato millonario que se volvió un lastre para Detroit
En noviembre de 2023, Maeda firmó un contrato de 24 millones de dólares por dos años con los Tigres, lo que parecía una apuesta interesante para una franquicia que buscaba liderazgo y solidez en su rotación. Pero el resultado fue lejos de lo esperado.
En 2024, sin poder encontrar consistencia, Maeda entró y salió del cuerpo de abridores y relevistas, acumulando más derrotas que muestras de su antigua calidad.
Los Cubs: tierra de oportunidades y de necesidades
Chicago lidera la División Central de la Liga Nacional, pero lo hace con una rotación golpeada por las lesiones. Shota Imanaga (distensión de isquiotibial), Javier Assad (problemas en el oblicuo) y Justin Steele (fuera por el resto del año con una lesión en el codo) han dejado huecos críticos que deben ser cubiertos.
"Es un jugador con el que necesitas tener una conversación constante. Ver cómo está, hacer ajustes, trabajar desde ahí", expresó el mánager Craig Counsell acerca de Maeda, dejando claro que hay confianza, aunque también reservas.
¿Tiene sentido este intento de resurrección?
Desde una perspectiva puramente estratégica, firmar a Maeda es un movimiento de bajo riesgo y alta recompensa. No representa coste significativo si falla, pero si recupera parte de su antiguo nivel, puede ofrecer profundidad y experiencia crucial a un roster joven y presionado.
Además, en ligas menores, los Cubs tienen la posibilidad de reformularlo sin comprometer tiempo en la MLB—a diferencia de lo que ocurría en Detroit, donde la exigencia inmediata hacía menos viable que experimentara con nuevos enfoques desde el montículo.
Un repaso estadístico que alimenta la esperanza
Hasta el momento, Kenta Maeda acumula 68 victorias y 56 derrotas en 226 juegos de su carrera en MLB, con una efectividad de 4.20. Ha iniciado 172 partidos y ha sido relevista en 54 ocasiones, lo que indica flexibilidad en su perfil. Esta versatilidad podría servirle bien en los Cubs, quienes también han sufrido bajas en su bullpen.
Otro indicador esperanzador es su WHIP (base por bolas más hits por entrada lanzada), que históricamente se mantiene aceptable (1.17) en comparación con pitchers actuales. Incluso en sus peores temporadas, su control se mantiene por encima del promedio.
¿Qué necesita hacer Maeda para ganarse un lugar?
- Mostrar salud física y mental: Tras salir de su cirugía y sufrir múltiples problemas físicos, necesita demostrar estabilidad.
- Mejorar su velocidad de bola rápida: Su recta ha bajado de los 92 mph a los 89-90 mph. Mientras no recupere algo de explosividad, sus lanzamientos son más fáciles de leer.
- Volver a una secuencia efectiva: Se especializaba en un slider devastador seguido de cambios angulados a zurdos. Recuperar esa secuencia puede marcar la diferencia.
- Adaptarse a un rol híbrido: No se espera que sea abridor permanente, pero sí un comodín entre bullpen y emergencia de rotación. Su disposición será crucial.
Chicago y los brazos internacionales: ¿un patrón emergente?
Con Shota Imanaga también en el gris por lesión, Maeda es el segundo lanzador japonés en el entorno de los Cubs. Esto podría señalar el inicio de una nueva estrategia de captación internacional. La reciente ola de lanzadores nipones exitosos (como Yamamoto en Dodgers o Fujinami en Orioles) hace que estas firmas generen mucha atención, incluso si son menores.
Históricamente, los Cubs tuvieron éxito con otro lanzador japonés: Koji Uehara, quien brilló brevemente con Chicago entre 2017 antes de volver a Japón. ¿Puede Maeda repetir o incluso mejorar ese rugido oriental?
Qué esperar: ¿última llamada o nuevo capítulo?
De concretarse su ascenso a las mayores, este podría ser el capítulo final pero digno para la carrera de Maeda. Si logra consolidarse, haría historia como un lanzador asiático que superó su cirugía, regresó desde el olvido y aportó a un equipo en comparación directa por la postemporada.
Pero para ello necesita transformar más que sus números. Necesita resiliencia, aceptación de su nuevo rol y una autocrítica despiadada que lo devuelva a su esencia.
Por ahora, lo esperarán los entrenadores de pitcheo en las menores. Allí comenzará su nuevo intento, uno que podría marcar la diferencia entre una despedida gris o un renacer sorprendente para un hombre que en 2020 estuvo a punto de ser el mejor lanzador de la Liga Americana.