“Hurry Up Tomorrow”: El ego, la música y el vacío emocional en el debut cinematográfico de The Weeknd
La nueva película dirigida por Trey Edward Shults y protagonizada por Abel Tesfaye (The Weeknd) apunta alto con estética surrealista y una poderosa banda sonora, pero tropieza con su narrativa y profundidad emocional
Un artista entre luces y sombras
La música pop y el cine no son extraños. Desde Purple Rain de Prince hasta 8 Mile de Eminem, los cantantes han explorado el séptimo arte como una expresión más de su arte. Abel Tesfaye, mundialmente conocido como The Weeknd, se suma a esta tradición con “Hurry Up Tomorrow”, un ambicioso y enigmático proyecto fílmico dirigido por Trey Edward Shults y presentado en el Festival de Cannes 2025.
Producida por Lionsgate, esta producción ha sido descrita como el cierre conceptual de la trilogía musical de The Weeknd, iniciada con After Hours (2020) y Dawn FM (2022). Sin embargo, en su intento por combinar música, surrealismo y psicoanálisis pop, la cinta parece más una obra indulgente para fanáticos incondicionales que una propuesta sólida cinematográficamente.
Un inicio trágico: la noche en que The Weeknd perdió la voz
Inspirado en un hecho real —el colapso de su voz durante un concierto en SoFi Stadium en 2022—, la película arranca con ese quiebre emocional y físico, utilizando ese momento como punto de partida para examinar la identidad dividida del artista. En pantalla, Tesfaye interpreta a "Abel", un músico insomne y atormentado, atrapado entre un pasado sentimental fracturado y un presente hedonista compartido con su manager Lee (interpretado por Barry Keoghan).
Este alter ego es complementado por Amina, interpretada por Jenna Ortega. Aunque según la producción, tanto Lee como Amina representan dimensiones del mismo Tesfaye —su yo público y su yo emocional—, esta dualidad nunca se desarrolla de manera coherente en el guión. Amina se convierte en mero instrumento emocional, carente de autonomía narrativa, lo que ha desatado críticas desde una perspectiva feminista.
Un relato confuso que apunta a la profundidad, pero se queda en la superficie
Desde el montaje inicial, la estructura de “Hurry Up Tomorrow” es errática. El tono oscila entre el drama introspectivo, el terror psicológico y momentos de videoclip musical, sin una cohesión clara. Diálogos poco elaborados y personajes unidimensionales lastran cualquier intento de inmersión en el mundo interno del protagonista.
Lejos de ser una crítica aguda al sistema de entretenimiento o una exploración honesta del trauma emocional, la película termina siendo una expresión narcisista donde la estética prima por sobre la sustancia.
La música: el verdadero corazón del film
Sin embargo, hay un elemento indiscutible donde la película brilla: su banda sonora. Compuesta por Tesfaye en colaboración con el músico experimental Daniel Lopatin (Oneohtrix Point Never), la partitura transforma la experiencia visual. Es hipnótica, atmosférica y evocadora, lo suficientemente potente como para mantener al espectador casi en trance incluso cuando la narrativa decae.
El diseño sonoro funciona incluso mejor que el álbum homónimo, que en su versión lanzada recientemente ha sido calificado por críticos como Pitchfork y Rolling Stone como más adecuado como banda sonora que como disco autónomo. “El álbum suena a viaje mental más que a obra pop”, decía The Guardian en su reseña del álbum lanzado días antes del festival.
Una estética marcada por su origen musical
Desde las primeras escenas, es claro que la experiencia como artista visual de The Weeknd influye en la dirección de arte. Colores neón, ángulos de cámara inusuales, planos giratorios, luces intermitentes… todo recuerda los visuales de su gira After Hours til Dawn. Muchos de estos recursos funcionarían mejor en videoclips que en una película con aspiraciones dramáticas.
No es fortuito que la cinematografía haya sido comparada con videoclips de alta producción. Mientras que para sus fanáticos puede resultar un deleite estilístico, para el espectador general, el resultado es mareante e inconsistente.
¿Biopic disfrazado o performance narcisista?
“Hurry Up Tomorrow” no se reconoce como biopic, pero funciona claramente como un espejo distorsionado de la vida de Tesfaye. El problema es que, a diferencia de enfoques más arriesgados y lúcidamente autorreferenciales —como Piece by Piece de Pharrell Williams, realizado enteramente en Lego—, el film de The Weeknd pierde la oportunidad de reírse un poco de sí mismo. Es una película que se toma demasiado en serio.
El ego del artista parece dominar casi cada decisión. En una línea de diálogo, la ex pareja del personaje le dice por mensaje de voz: “Solía pensar que eras una buena persona.” Tal vez ese momento resume bien la tesis del film: una figura pública en caída emocional sin lograr generar empatía.
Antecedentes: “The Idol” y la provocación vacía
Este no es el primer intento de Tesfaye en el audiovisual. En 2023 co-creó y protagonizó la controversial serie de HBO “The Idol”, junto a Sam Levinson. La serie fue duramente criticada por su estilización forzada del sexo y las dinámicas de poder, y por supuestamente haber eliminado la perspectiva femenina que inicialmente la caracterizaba.
“The Idol” terminó siendo una serie más polémica que provocadora y con un guión sin centro, algo que recuerda demasiado a “Hurry Up Tomorrow”. Ambos productos comparten el uso de la provocación como mecanismo de marketing más que como propuesta real de contenido.
El negocio del fanatismo
A pesar de sus fallas narrativas y su pretensión estética, “Hurry Up Tomorrow” cumple un objetivo claro: satisfacer al núcleo duro de fanáticos de The Weeknd. Este grupo, familiarizado con su discografía, su dolor romántico y su visión distópica del estrellato, puede ver en la película una narrativa metafísica sobre su artista favorito.
En tiempos donde el fanatismo se convierte en capital cultural, lanzar una película como esta es una jugada lógica, incluso estratégica. Tesfaye, como productor, ha entendido bien a quién va dirigida su obra.
Cannes y una recepción dividida
Durante su estreno en el Festival de Cannes 2025, la película atrajo tanto aplausos como suspiros. Algunos críticos alabaron la originalidad visual y la banda sonora, mientras otros la consideraron un capricho vacío.
En declaraciones a medios franceses, un crítico de Le Monde opinó: “La película es como una canción de The Weeknd estirada a 105 minutos: melancólica, envolvente, pero demasiado repetitiva.”
La crítica de Variety fue más mordaz: “Un film que ofrece más estética que historia, más ego que arte.”
El rol de Jenna Ortega: talento desperdiciado
Uno de los puntos más criticados ha sido la construcción del personaje de Amina. Si bien Jenna Ortega tiene una gran presencia cinematográfica, su personaje se ve reducido a una extensión de la psique del protagonista masculino. Llora, lo cuida, lo admira, pero carece de desarrollo propio.
Se ha contabilizado más de una docena de escenas dominadas por el llanto silencioso de Amina, lo que ha llevado a medios especializados como IndieWire a cuestionar el uso reiterado de su sufrimiento como recurso dramático banal.
¿Un camino prometedor o el fin del experimento?
“Hurry Up Tomorrow” deja más preguntas que respuestas. ¿Podrá The Weeknd consolidar una carrera como actor o cineasta? Al menos por ahora, parecería que su mejor terreno sigue siendo la música... y los videoclips.
La película, sin embargo, abre nuevas puertas sobre cómo los artistas pop cuentan sus propias historias, aunque de forma imperfecta. Y en una industria donde cada vez más músicos cruzan hacia el cine, es posible que esto no sea un traspié, sino apenas un primer experimento.