Gavin Newsom y su giro al centro: ¿reinvención política o cálculo presidencial?

El gobernador de California marca distancia de su imagen progresista en un intento por posicionarse como una alternativa moderada rumbo al 2028

Gavin Newsom, gobernador demócrata de California, ha pasado de ser el estandarte del progresismo californiano a convertirse en un político pragmático que cada vez más coquetea con el centro político. Esta transformación no solo ha encendido alarmas dentro del ala más liberal del Partido Demócrata, sino que también ha generado especulaciones sobre sus ambiciones presidenciales para el 2028.

Un giro estratégico

Durante años, Newsom ha sido identificado con políticas progresistas emblemáticas. Desde su respaldo al matrimonio igualitario como alcalde de San Francisco hasta expandir el acceso al sistema de salud pública para inmigrantes sin papeles, su carrera parecía seguir una línea coherente dentro del espectro demócrata liberal. No obstante, en los últimos meses, el gobernador ha mostrado signos de querer desprenderse de esa etiqueta, adoptando posturas que han sido interpretadas como un intento claro de reposicionarse en el centro del tablero político.

Entre sus acciones más notorias recientemente se encuentran:

  • Propuesta para excluir a nuevos inmigrantes indocumentados del sistema estatal de salud Medi-Cal.
  • Presión sobre alcaldes para desmantelar campamentos de personas sin hogar.
  • Apariciones en su pódcast junto a figuras aliadas de Donald Trump, como Steve Bannon y Charlie Kirk.
  • Expresiones públicas contra la participación de mujeres trans en deportes femeninos.

"No más excusas. Es hora de recuperar nuestras calles", declaró Newsom recientemente al presentar una guía para los gobiernos locales sobre cómo abordar los campamentos de indigentes. Ese tono más firme y menos complaciente refleja un cambio sustancial respecto a su discurso más empático del pasado.

¿Cálculo político con vistas al 2028?

Lo que muchos analistas interpretan de estas decisiones es que Newsom estaría gestando una candidatura presidencial de cara al 2028, ahora libre del límite de mandatos como gobernador. En este contexto, una imagen demasiado asociada a San Francisco y al progresismo californiano podría generar resistencias en sectores moderados e independientes del electorado nacional.

Boyd Brown, un veterano operador demócrata en Carolina del Sur, fue directo: "Está intentando moderarse. Bien por él, pero creo que su imagen ya está marcada". Norman Solomon, director del grupo progresista RootsAction, fue más duro aún: "Está dispuesto a sacrificar la decencia con tal de subir al bus presidencial de 2028".

El peso del presupuesto: ¿excusa o motivo?

En defensa de algunas de sus decisiones, Newsom ha citado la necesidad de responsabilidad fiscal. California enfrenta un déficit presupuestario estimado en 12 mil millones de dólares, cifra clave que ha sido utilizada como justificación para suspender la ampliación del Medi-Cal a nuevos inmigrantes indocumentados, una política que había sido celebrada como un paso hacia la cobertura universal.

En palabras del propio Newsom: "Ningún estado ha hecho más que California. Y seguiremos liderando en ese frente, pero también debemos ser responsables". Sin embargo, la medida representa una marcha atrás respecto a uno de sus emblemas legislativos más recientes.

El dilema del Partido Demócrata

La jugada de Newsom llega en un momento peculiar del Partido Demócrata. Su última fórmula presidencial, encabezada por Kamala Harris tras la retirada de Joe Biden, fue fuertemente atacada por su pasado en California, estado al que Donald Trump y su equipo presentaron como un espejo distorsionado del liberalismo extremo. La derrota electoral de Harris dejó heridas abiertas dentro del partido.

Esto ha llevado a muchos demócratas a reevaluar cuál es la mejor estrategia política para mantenerse competitivos a nivel nacional. Matt Bennett, del grupo centrista Third Way, lo expresó claramente: "Salimos con el liberal, pero nos casamos con el moderado". Desde Bill Clinton hasta Joe Biden, todos los candidatos presidenciales demócratas ganadores han sido vistos como centristas.

¿Puede Newsom reescribir su narrativa?

Para que su estrategia funcione, Newsom debe convencer a dos públicos muy distintos: la base demócrata, cada vez más inclinada hacia posiciones progresistas, y el votante moderado o indeciso que suele decantar elecciones presidenciales en estados clave como Pensilvania, Wisconsin y Arizona.

Lo cierto es que su podcast se ha convertido en una herramienta para proyectar esta nueva imagen. En los últimos meses, ha entrevistado a influyentes conservadores y evitado confrontaciones frontales con figuras trumpistas. Incluso se mantuvo en silencio cuando Bannon aseguró falsamente que Trump ganó las elecciones de 2020, una omisión que fue interpretada como complacencia.

Matt Wilhelm, líder de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes de New Hampshire, lo resumió con elegancia: "Espero que Newsom vuelva a New Hampshire no solo para hablar, sino para escuchar".

¿Castigo o recompensa por abrazar el centro?

El cambio de enfoque de Newsom tiene también costos inmediatos. Algunos sectores del progresismo ya lo acusan de “patear hacia abajo” a los más vulnerables como inmigrantes, personas trans e indigentes. Amedrentar a estos sectores para ganar respeto en la arena nacional podría volverse una estrategia boomerang.

Además, la narrativa de "desprenderse de su pasado liberal" puede no ser suficiente para que el votante moderado lo vea como un candidato confiable, mientras que genera desconfianza en sus bases tradicionales. Es una jugada arriesgada y, a juicio de algunos, inauténtica.

Steve Shurtleff, expresidente de la Cámara de Representantes de New Hampshire y demócrata moderado, dijo: "Está sobrecompensando. Quiere parecer moderado, pero antes tienes que ser fiel a ti mismo".

La agenda aún pendiente

A Newsom le quedan poco más de 18 meses para afrontar problemas profundos en su estado: la crisis de personas sin hogar, el crimen, el cambio climático y una política migratoria estatal que ha sido ejemplo para el país. El déficit fiscal no hará esa tarea fácil.

A pesar de todo, su equipo político está decidido a construir una figura nacional, lanzando campañas contra Trump en Fox News y colocando vallas publicitarias en estados republicanos donde denuncia las políticas del GOP sobre el aborto. También ha creado una plataforma digital para desmentir la propaganda trumpista.

El camino a 2028: incierto pero evidente

Todo parece indicar que Gavin Newsom se prepara para lo inevitable: un intento por alcanzar la presidencia de Estados Unidos. Su transformación ideológica, aunque cuestionada, es una señal clara del posicionamiento que busca dentro del partido y del país.

El único dilema es si su nueva imagen de "pragmático centrista" logrará ganarse el respeto del electorado nacional sin haber perdido, en el camino, el alma de quien fue alguna vez una de las figuras más progresistas del país.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press