El Papa León XIV, la paz en Ucrania y el nuevo frente diplomático con Sudáfrica: ¿Nueva era geopolítica para el Vaticano?

Mientras el Vaticano busca una salida negociada al conflicto entre Rusia y Ucrania, la política internacional gira hacia temas candentes como el conflicto en Gaza, sanciones estadounidenses y el realineamiento diplomático de África.

Un nuevo pontífice con un mensaje de paz

Desde su elección el 8 de mayo, el Papa León XIV ha traído consigo un aire renovado al Vaticano. En sus primeros discursos y audiencias, ha puesto el foco en uno de los conflictos más sangrientos de la última década: la guerra en Ucrania. "Llevo en mi corazón el sufrimiento del querido pueblo ucraniano", declaró el Papa durante su primer Ángelus dominical.

La reciente audiencia con Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, cabeza de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, refuerza esa posición. Allí, León XIV recibió una lista de prisioneros ucranianos retenidos por Rusia y escuchó una invitación para visitar Kiev. El Vaticano, bajo su liderazgo y anteriormente el de Francisco, ha trabajado para facilitar intercambios de prisioneros y el retorno de niños ucranianos desplazados a zonas ocupadas.

¿Habrá una visita papal a Ucrania?

Si bien el papa ya ha mostrado simpatía por la causa ucraniana, el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado Vaticano, afirmó que una visita a Kiev es aún “prematura”. No obstante, tanto el Presidente Volodímir Zelensky como el Papa han manifestado interés en promover un diálogo que conduzca a una solución negociada.

León XIV ha heredado una Iglesia necesitada de firmeza diplomática. Su mensaje ha sido claro: "La Santa Sede está siempre lista para colaborar con el fin de reunir a enemigos cara a cara, y devolver la esperanza y la dignidad a los pueblos".

Sudáfrica en tensión con Estados Unidos: ¿El Vaticano mediará?

Mientras los reflectores se posan sobre Ucrania, otra tensión diplomática se intensifica al sur del continente africano. El presidente Donald Trump, en su retorno a la Casa Blanca, ha arremetido contra Sudáfrica con acusaciones de "genocidio contra granjeros blancos" y sus supuestos vínculos con Hamas e Irán.

En enero de 2024, Sudáfrica presentó una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, acusándole de genocidio en Gaza. Trump reaccionó con sanciones severas y la suspensión de toda ayuda estadounidense al país africano, incluyendo el boicot a su presidencia del G20.

"Sudáfrica ha adoptado posiciones agresivas contra Estados Unidos y sus aliados", sostuvo el mandatario en una orden ejecutiva firmada el 7 de febrero. Desde entonces, se han apretado los lazos diplomáticos entre ambos países.

La postura histórica de Sudáfrica en favor de Palestina

El apoyo sudafricano a la causa palestina no es nuevo. Desde los tiempos del apartheid, y gracias a figuras como Nelson Mandela, el país ha sido vocal sobre los derechos palestinos. En 2023, el nieto de Mandela recibió a funcionarios de Hamas, un gesto que borró, para muchos, la línea entre simpatía a Palestina y apoyo a una organización catalogada como terrorista por EE. UU. y la UE.

Sudáfrica ha rechazado la calificación directa de estos actos como apoyo a Hamas. Sin embargo, Trump utiliza estos encuentros y la demanda en la CIJ contra Israel como argumentos para justificar una política de aislamiento.

¿Qué papel juega el Vaticano frente a este escenario?

Mientras Trump fustiga a Sudáfrica, el Vaticano tiene una oportunidad única de actuar diplomáticamente. La tradición de neutralidad del papado brinda una ventaja estratégica para impulsar iniciativas de reconciliación entre países enfrentados.

En este sentido, la elección de un nuevo Papa podría significar un cambio en la aproximación vaticana a las tensiones globales más allá de Europa. La posición del pontífice sobre Gaza, que hasta ahora ha sido más comedida que otros líderes internacionales, puede cambiar bajo León XIV.

Un acto simbólico de gran peso sería que el Papa visitara tanto Ucrania como África en su primer año de pontificado, subrayando su compromiso con la paz, la equidad y el derecho humanitario internacional.

Las críticas internas y externas a la actual política estadounidense

Las decisiones de Trump han creado verdaderos terremotos en la diplomacia global. El boicot estadounidense al G20 bajo presidencia sudafricana —la primera vez en la historia que una nación africana lidera el foro— ha sido interpretado como un menosprecio hacia la inclusión de voces del Sur Global.

El Secretario de Estado Marco Rubio incluso llegó a despreciar el lema del G20, “solidaridad, igualdad y sostenibilidad”, acusándolo de ser “una pérdida de dinero para el contribuyente estadounidense”.

Este tipo de intervenciones unilaterales han sido criticadas por ONGs y analistas diplomáticos. El Instituto de Estudios de Seguridad de Sudáfrica afirmó: “Trump está sobreactuando frente a una relación diplomática antigua con Irán, pero Sudáfrica tampoco debería sorprenderse si es juzgada por la compañía que mantiene”.

Blancos sudafricanos: ¿refugiados o narrativa distorsionada?

Parte del conflicto radica también en la percepción de una supuesta "persecución racial" contra blancos sudafricanos. Esta semana, más de 50 ciudadanos sudafricanos de ascendencia afrikáner fueron acogidos en Estados Unidos como refugiados, en un gesto sin precedentes impulsado por la administración Trump.

Sin embargo, el gobierno de Cyril Ramaphosa niega rotundamente que exista un genocidio. Los asesinatos de granjeros blancos, según el gobierno, forman parte de la crisis generalizada de violencia criminal en el país, no de una política racial.

Ramaphosa ha mostrado contención diplomática, sin criticar abiertamente a Trump, aunque sí ha subrayado que su presidencia está siendo “mal informada” por grupos de presión interna de origen afrikáner y comentaristas conservadores norteamericanos.

La esperanza de una mediación multilateral

Frente a este escenario tenso, la mirada de muchos recae en el Vaticano. Con la autoridad moral y la reputación de mediador internacional, el Papa León XIV podría desempeñar un rol clave para prevenir una mayor fractura diplomática entre Occidente y África.

Esto es particularmente relevante si se considera que la política exterior de Trump apunta a restringir DEI (diversidad, equidad e inclusión), políticas abiertamente promovidas por el Papa desde su elección.

León XIV promete un esfuerzo renovado por acercar a enemigos para dialogar —no solo en conflictos militares como Ucrania vs. Rusia sino en las crecientes tensiones diplomáticas derivadas de posturas políticas como la de Sudáfrica.

¿Está preparado el nuevo Papa para asumir ese desafío multilateral? Todo indica que sí. Con su reciente regreso a redes sociales y un mensaje claro de paz, León XIV afronta este primer tiempo como pontífice con una diplomacia activa, empática y decidida a navegar aguas internacionales turbulentas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press